“Proceso creativo a partir del laboratorio escénico”. Es el taller con el cual Barón Negro Laboratorio Escénico, de la ciudad mexicana Querétaro, llegó a los encuentros de arte de la V edición de Inter[•]actos. María Fernanda Monroy Gómez, una de los integrantes presentes en la Universidad de las Artes, mencionó que desde el 2007, en que se conformaron, han venido experimentando en la búsqueda que tienen las agrupaciones teatrales de un lenguaje y una manera de trabajar.
“Como todos los actores traemos las escuelas de nuestros maestros y a partir de ahí hemos decidido qué es lo que nos sirve de cada uno de ellos. Entendimos que no es como que el maestro dé una receta, porque antes pasaba que el maestro tal dijo esto y tiene que ser así, pero llega otro maestro que deconstruye ese pensamiento y te mete en conflicto; descubrimos que el conflicto es, pues, la base de la creación”, explicó.
Añadió que es, justamente, parte de esa premisa la que Barón Negro Laboratorio Escénico trajo al taller. “Nosotros tenemos una línea de experimentación o de estudio, sobre todo, en lo corpóreo, en el trabajo físico, pero siempre nos estamos alimentando de otras artes. Tenemos compañeros que dominan la danza y el baile del salón, compañeros que son futbolistas, compañeros que hacen gimnasia y demás. Y no es que nos tengamos que especializar en cada una de estas disciplinas, sino más bien qué de lo que todos sabemos podemos aportar al montaje. Y si en un montaje no cabe, evidentemente no se juega”.



Proporcionarles a quienes se inscribieron en el taller y participan en él –en su mayoría estudiantes de la Escuela de Artes Escénicas de la UArtes– lo que tienen de trabajo y en la técnica fue la premisa y la primera parte de la propuesta. “Es como el entrenamiento. Es brindarles herramientas muy básicas en la misma corpórea para que después ellos decidan si les funciona o si ya lo vieron, o si hacen danza, telas y demás, y que lo jueguen. Todo juega en escena en tanto esté justificado”, expresó.
María Fernanda Monroy mencionó también que de los procesos creativos es, finalmente, el director quien tomará las decisiones pertinentes y dará una línea de investigación, pero el actor está entrenado. “Nosotros sabemos del teatro o lo entendemos desde el diálogo entre todas las disciplinas, tanto escénicas y de trabajo corporal, y en todos los sistemas significantes que hay alrededor”.
Reveló que los ejercicios son un poco abstractos y los van a destantear. Es un proceso que a ellos mismos les pasó y se cuestionaban para qué les servía y los llevó a preguntarse para dónde iban con ellos. “Hay que trabajar con esa incertidumbre. La expectativa es que ellos entren en crisis, tengan el material, construyan, deconstruyan, vuelvan a armar y desarmar y que, al final, tengan como resultado no irse siempre sobre seguro, sobre una misma línea todos los montajes porque no todo se resuelve igual. Hay procesos escénicos que se resuelven desde diferentes puntos. La expectativa es que ellos vean que todo es posible en tanto que respondan a un por qué”.

Monroy anotó que el taller se hacen cuestionamientos en torno a lo que cada uno está haciendo, para qué lo va a hacer, ¿cómo lo va a decir y para quién. “Son respuestas muy concretas, pero el resultado, aunque sea muy abstracto, sí tiene una base sólida”.
Junto con Monroy, de Barón Negro vinieron a los encuentros de Inter[•]actos: Juan Carlos Casas, Harlem Tapia, Víctor Sasia, Jesús Cázares, Leonardo Cabrera y Alfred Pérez. El taller “Proceso creativo a partir del laboratorio escénico” lo iniciaron el lunes 14 de julio, en la Sala Experimental de Danza del MZ14 Centro de Producción e Innovación UArtes, donde se desarrolló hasta el jueves 17.
El miércoles 16, en la cuarta jornada de Inter[•]actos, la agrupación mexicana presentó la obra “Escuela de mujeres”, una adaptación irreverente de la obra clásica de Molière; premiada en México, esta puesta en escena busca ridiculizar al machismo y empoderar a la mujer mostrando los vicios de una sociedad patriarcal. Tendrá lugar en la Plaza Pública del MZ14 Centro de Producción e Innovación UArtes.

Biografía y trayectoria
Barón Negro Laboratorio Escénico se forma en el 2007 con estudiantes de la Licenciatura en Artes Escénicas de la Universidad Autónoma de Querétaro, México, siendo “El Pozo y el Péndulo” su primer proyecto beneficiado por APOYARTE 2008, un programa de apoyo económico para grupos de artes escénicas que otorgaba el Instituto Queretano de la Cultura y las Artes, ahora Secretaría de Cultura.
El interés de la agrupación radica en perfeccionar el lenguaje del cuerpo, prepararlo y entrenarlo para las exigencias escénicas que las nuevas teatralidades demandan y, sobre todo, para desarrollar una técnica que permita realizar un teatro que envuelva al espectador a partir de una imagen poética sustentada por el propio drama del cuerpo: su fragilidad, su lucha por sostenerse, por mostrar u ocultar las emociones.
Un teatro, indica Barón Negro Laboratorio Escénico, donde la palabra surja porque el cuerpo no la puede contener más. Un teatro donde todo sea preciso, latente, honesto. Un teatro hipnótico donde el espectador pueda encontrar la más acertada comunión entre la palabra y el cuerpo, entre el mensaje y la manera de expresarlo y permanecer así en la historia y que la historia permanezca en el espectador.


Texto: Carmen Cortez/Dircom. En imágenes, el desarrollo del taller “Proceso creativo a partir del laboratorio escénico” y la presentación de la obra «Escuela de mujeres».