El 8 de octubre del presente año, personal administrativo de la Universidad de las Artes y representantes de la Empresa Pública Politécnica Nacional realizaron un recorrido técnico para la recepción provisional de las instalaciones del antiguo diario El Telégrafo, ahora restaurado en su totalidad y que se será entregado finalmente dentro de los próximos seis meses.
“En este momento empezamos un periodo de prueba. Es decir, usar el edifico y detectar fallas o daños que requieran atención del contratista que por seis meses sigue siendo responsable de la obra previo la recepción definitiva”, comentó Betty Arias, Directora del departamento de Planificación de Infraestructura física de la UArtes.
Esta obra patrimonial fue ejecutada por la Sociedad General de Construcciones entre 1922 y 1925. Los relieves escultóricos fueron realizados por el artista italiano Enrico Pacciani, el diseño interior y exterior por el arquitecto y escultor chileno Hugo Faggioni.
“Para nosotros es un compromiso con la universidad y la ciudad, comprendimos la importancia que tiene para los guayaquileños y los ecuatorianos este patrimonio. Ha sido un trabajo mancomunado con los funcionarios de la Universidad, un trabajo de mucha responsabilidad. El que la UArtes ocupe este espacio responde al nivel de compromiso que la universidad tiene para con el desarrollo profesional de las artes”, señaló Mauricio Salazar, Gerente General subrrogante de la Empresa Pública Politécnica Nacional.
Una de las características de la construcción del edificio, es que debajo del mismo existe un sistema de cimentación que se inunda cada vez que la marea del río sube y que permite evitar humedades e inundaciones. Este edifico está libre de moho de humedad y solamente requirieron reforzamiento dos piezas estructurales.
La restauración de este patrimonio empezó en diciembre de 2018. En este momento el antiguo edificio de diario El Telégrafo cuenta con salas de danza, aulas de posgrado, oficinas para el personal administrativo de la UArtes, salas de conferencia y para eventos artísticos o académicos y muchos otros espacios que revitalizan este patrimonio de la ciudad. Una de las mayores sorpresas es que el Reloj, ícono del puerto, volverá a intervenir el paisaje sonoro del centro, pues este también fue restaurado y está en su última etapa de mantenimiento.
El Telégrafo albergó a renombrados escritores y pensadores que reflexionaron sobre el gesto periodístico y la virtud política de la palabra, por lo tanto y respondiendo a su importancia histórica, la Universidad de las Artes desea junto a la comunidad guayaquileña celebrar la memoria para formar un puente simbólico entre la creación artística y la transformación del Puerto en su Bicentenario.