Logo-UArtes-white
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Ketgly Solórzano y su primer lugar en el XLIX Salón Nacional de Pintura de Ambato

Tiene 23 años de edad y Ketgly Solórzano Mayeza ya experimenta la emoción de haber logrado dos reconocimientos a un talento que descubrió en su niñez y que ha ido creciendo tras su ingreso a la Escuela de Artes Visuales de la Universidad de las Artes. El primero lo obtuvo en el 2018 como Artista Revelación, en el Salón de Pintura de Azogues. Y el segundo, el reciente 1 de marzo en la cuadragésima novena edición del Salón Nacional de Pintura Luis A. Martínez de Ambato.

Fue su segunda participación en el salón ambateño, comenta la joven artista. La anterior fue en el 2017 con la primera de las obras de una serie sobre la figura femenina que viene desarrollando y a la que denominó “Miradme, acaso no soy una reina”. Lo tituló así inspirada en un discurso que la activista afroamericana Sojourner Truth dio en 1851, en la Convención de los Derechos de las Mujeres de Ohio, en Akron, Estados Unidos. “Ella preguntó: ¿Acaso no soy una mujer?, pues se sentía ignorada por ser negra, frente a las atenciones que recibían las mujeres blancas”.

Aunque hace dos años no ganó el salón de pintura de Ambato, Ketgly asegura que ver su obra expuesta junto con los trabajos de otros artistas con mayor currículum fue su premio.

La pintura con la que Ketgly obtuvo en este año, y en su segundo intento, el primer lugar del XLIX Salón Nacional de Pintura Luis A. Martínez de Ambato es un óleo sobre lienzo, de 1.50 x1.50 cm, titulado “Cajita de sorpresa”. Allí se aprecia a una niña dentro de una caja de cartón. La modelo es su prima Milady, a quien eligió para retratar porque su serie sobre la figura femenina trata de los abusos contra la mujer, un tema delicado para el que no quería imágenes duras, ni hechos explícitos. “Mis cuadros tienen en común el recurso lúdico del juego y son los espectadores quienes le dan un sinfín de interpretaciones”.

Su participación en los salones de pintura son el resultado de su constante búsqueda de oportunidades, explica Ketgly. Como la mayoría de los jóvenes, ella acude al internet y las redes sociales, allí se informa, aplica y logra -ya sea por contenido, técnica o temática- que sus trabajos pasen a concurso.

La estudiante de Artes Visuales admite que a ella misma le sorprende que todo se haya dado tan rápido. Lo menciona porque del 2017 a la fecha su propuesta pictórica está a la vista de muchos. Y aunque no descarta probarse en una de las ediciones del certamen nacional de pintura Salón de Julio Fundación de Guayaquil, su inmediata parada es la Casa de la Cultura del Guayas, donde desde hoy, jueves 7 de marzo, participa en la muestra colectiva del Salón de la Mujer Reivindicación & Feminismo 2019. Lo hace con un collage al que ha llamado “Juego de muñecas”.

De su proceso creativo Ketgly no da mayores detalles porque no hay mucho que contar, dice. Lo único que necesita para inspirarse es tener su espacio y marcar sus tiempos. Al inicio convirtió la sala, el comedor y todas las áreas posibles de la casa de sus padres en su taller, ahora cuenta con uno propio, donde se pierde cuando emprende un proyecto como la serie sobre la figura femenina, el cual no tendrá término “porque pintaré muchos cuadros acerca del abuso en contra de la mujer”. 

Y para no sentir presión ni estrés, Ketgly agrega llevar la carrera de Artes Visuales a su ritmo, pues toma las materias con las que puede estudiar y seguir pintando y exponiendo. “Me siento agradecida con la UArtes porque los docentes son verdaderos artistas que no solo comparten sus conocimientos académicos, sino también sus experiencias como tales”.

También agradece a sus padres por apoyarla. Y es que primero quiso ser veterinaria y luego comunicadora, “pero mi papá vio que lo mío era la pintura y la fotografía y me animó a seguir la carrera”. Concluida la universidad, ella aspira a seguir sus estudios en el extranjero.

Comparte esta nota