“El baile del sombrerito se baila de esta manera…”. Docentes, estudiantes, activistas culturales y educadores pertenecientes a universidades, unidades educativas, organizaciones comunitarias, organizaciones culturales y educativas repetían este estribillo mientras hacían una ronda. Uno a uno iban leyendo el contenido de un pequeño papel celeste, con frases alusivas al tema que los congregaba; se trataba de amorfinos compuestos escritos por los propios participantes en el Taller de Prácticas Contrahegemónicas: Pedagogías y Territorios.
Desde los ventanales de la Plaza Pública de MZ14 (9 de Octubre y Panamá), los transeúntes detenían su marcha atraídos por lo que ocurría al interior del edificio patrimonial, rescatado y convertido en una Plataforma de Creación Artística y Cultural. El rector de la Universidad de las Artes, Ramiro Noriega, se sumó a uno de los varios ejercicios que tuvo la actividad, organizada por el Departamento Transversal de Teorías Críticas y Prácticas Experimentales y la Dirección de Vinculación con la Comunidad de la UArtes. El Taller inició el martes 26 de noviembre y concluyó el jueves 28.
Justamente, en el diálogo que el rector mantuvo con los participantes se destacó la proyección de la UArtes como una universidad pertinente, abierta y conectada con la acera, que la gente pase y vea lo que ocurre; el mundo académico es muy conservador, de allí la importancia del vínculo con la sociedad para que la docencia y la investigación se pueda explorar de manera profunda, considerando que ese diálogo entre la Universidad y las comunidades es estratégico y genera compromisos.
Durante los dos primeros días, el Taller permitió mapear y reconocer experiencias y metodologías de educación en/desde/con comunidades y dialogar en torno a las relaciones de las pedagogías críticas, la educación popular y la academia. Asimismo, se comentó en torno a metodologías de trabajo para la planificación, la gestión y la evaluación de trabajo en comunidades.
En el tercer día del taller “Prácticas Contrahegemónicas: Pedagogías y Territorios”, se propició una minga para pensar sobre los modelos de vinculación con la sociedad que aseguren una educación superior en artes articulada y pertinente. En la mesa de discusión se plantearon distintas preguntas, entre otras: ¿qué modelo de vinculación con la sociedad podemos imaginar que garantice una educación superior en artes pertinente y que articule la docencia, la investigación y la vinculación con la sociedad?
Se propuso también el debate en torno a las posibilidades de responder, desde la vinculación con la sociedad, a los principios rectores de la Universidad como la equidad, inclusión, pertinencia, decolonialidad, interculturalidad y a las problemáticas estructurales relacionadas con el racismo, la discriminación, los consumos, la violencia basada en género, las problemáticas en torno al ambiente; y, por otra parte, se reflexionó en torno a las posibilidades de construcción de indicadores para el seguimiento, la evaluación y la medición de impacto en los entornos comunitarios e institucionales a partir de los procesos de vinculación con la comunidad.
Este espacio de trabajo evidencia y materializa el espíritu institucional de la Universidad de las Artes para la construcción de diálogos de saberes y la valoración de actores diversos, ubicando la voz y la participación de las comunidades en el centro de los debates sobre las posibilidades de hacer educación para la transformación social.
En el marco de las reflexiones en torno a los procesos que desarrolla la Universidad de las Artes desde la gestión de vinculación con la comunidad y su orientación hacia la construcción colaborativa de conocimientos, con base en los diálogos de saberes, se planteó la necesidad de pensar en relación a las posibilidades de una educación para la vida, de la articulación necesaria de la Universidad con el sistema educativo y con los entornos comunitarios, con base en las reflexiones de las pedagogías críticas.
Asimismo, este encuentro de trabajo evidenció la necesidad de generar instrumentos que permitan mostrar el impacto de los procesos de vinculación con la comunidad en la transformación individual, en la formación de las y los estudiantes, de docentes, personal administrativo y de las mismas comunidades e instituciones, así como la valoración de su participación.