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El catálogo como nuevo espacio expositivo

Los catálogos producidos durante la clase de Poéticas Visuales I surgieron de la necesidad que tenían los alumnos de visibilizar los procesos artísticos que se gestaron durante el periodo de adaptación a las nuevas formas de aprendizaje y producción. Los estudiantes (de la Escuela de Artes Visuales de la Universidad de las Artes) encontraron en el soporte del catálogo un medio generador de nuevos lenguajes, aprovechando lo positivo de la virtualidad: el gran alcance que tienen las obras de ser conocidas por diversos públicos, traspasando fronteras, así como ir alimentando su línea de investigación personal.

El profesor Marco Alvarado estuvo a cargo de la materia y brindó una guía constante para la producción de esta diversidad de obras que fueron motivadas por su convocatoria a realizar el primer catálogo virtual. Eso permitió a los alumnos Re hacer y Re significar lo que ya tenían establecido como una muestra u exposición de arte y se abrieron así las miradas a nuevas y refrescantes posibilidades de creación.

Acerca de la motivación para esta primera convocatoria dentro de su cátedra, Marco Alvarado señala: La materia de Poéticas Visuales I es una asignatura teórico práctica de reflexión e investigación en arte, perteneciente al área de procesos creativos. Este taller es conducido para que cada estudiante consiga identificar y argumentar los intereses que podrían delinear su arribo al campo artístico y así trazarse guías de investigación que le ayuden a tejer poéticas y sentido, sobre todo cuando estamos ante el umbral de nuevas y forzadas formas de ciudadanía. De tal manera, esta convocatoria buscó visibilizar el pensamiento, las miradas y las singularidades que gestan los jóvenes artistas ante la complejidad de situaciones que hoy, por primera vez, compartimos como civilización. También les animamos a manifestar estas búsquedas y reflexiones a través de diversos ámbitos de investigación y producción de arte; desde lo transdisciplinario y exploratorio.

Las propuestas de los estudiantes

En la misma publicación de Comunidad Visuales se proporcionan detalles de cada una de las propuestas de los estudiantes. A continuación gran parte del contenido:

De Territorios Domésticos, Andrea Mejía Alarcón señala que su trabajo “se activa con la interacción de percepciones y estímulos que de alguna manera generan los espacios que habito, como algo que circula por debajo de la piel y de los muros y que nos introduce a una atmósfera territorial de lo íntimo escurridizo e inaprensible”.

De Fanesca Pedagógica, Ivanna Santoro explica que “es un ensayo ilustrado que aborda el tema de la institución-museo, su papel y compromiso social, político y educativo. Situándose en el contexto actual de emergencia sanitaria por el COVID-19, problematiza las pedagogías museológicas, la virtualidad y el arte como conocimiento tomando como partida los planteamientos de Luis Camnitzer. El trabajo fue realizando a la par de una propuesta educativa donde se trabaja la idea del arte como conocimiento, realizado desde la virtualidad; poniendo en práctica las ideas planteadas en el texto”.

De Espacios de Especies, Andrea Moreira dice: “Desde pequeña he considerado los recuerdos del espacio físico como algo necesario. Cuando me cambiaba de casa, la recorría toda por última vez, para que se graben en mi cabeza cada centímetro de los anaqueles, los armarios, las puertas, el corredor y todas esas cosas que se instalaban ya en un pedazo de mi vida. Me parecían realmente importantes, como ese armario de madera en el que me aventuraba por las tardes para escalarlo y alcanzar mis juguetes”.

De Paradoxum Progress, Daniel Ochoa escribe: “Me interesa configurar una propuesta estética que pueda converger o contener un cúmulo de sensaciones, percepciones y tensiones en torno a problemáticas del mundo actual. En este sentido, considero que el mismo acto de crear es una postura político y más aún cuando se plantea la pintura como trabajo reflexivo intrínsecamente humano e intuitivo en contraste a la automatización de las actividades y la producción abismal de mercancías”.

Sobre El Sello de un Mundo Ordinario, Rebeca Silva anota: “Es una pieza de video arte, con la que pretendo representar mi visión de cómo los avances tecnológicos van a afectando al humano en su cotidianidad y en su relación con el otro. Actualmente el ser humano, por su apego más a las máquinas, de manera silenciosa y paulatina, va perdiendo enlaces sociales incluso desde el nacimiento y la relación con los padres. Por eso me parece alarmante la manera en que se va normalizando y fortaleciendo estas nuevas dinámicas y las formas de pasividad y sumisión social con que se reciben”.

De Timewwarp, César Delgado Paladines manifiesta haber “buscado referencias en prácticas realizadas por comunidades virtuales, que actuán como puntos de encuentro, interacción y entretenimiento. A partir de estos he propuesto alternativas de relación entre las dimensiones virtuales y reales de la vida contemporánea, mediante conexiones y procesos no convencionales que reconfiguren la percepción de los elementos del tiempo, la comunicación y la interactividad”.

Para Lo que queda, Kymberly Yagual trae a colación los recuerdos y su fragilidad, temáticas que trata en su propuesta. “Dado que los elementos que complementan nuestra vida cotidiana se configuran como contenedoras de nuestras memorias, y resultantes activadores para traerlas al tiempo presente. En ese sentido, me fijo en la instancia más cercana de nuestra existencia, que es el lugar donde habitamos, que puede resultar cambiante o desaparecer, llevándose parte de nuestras vivencias ancladas en aquellos espacios y, por ende, nuestros recuerdos. Por ello me cuestiono esta perdurabilidad dependiente de un objeto, lugar y hasta nuestra propia memoria proclive a deteriorarse, llegando a relacionarla con el pelo humano como fibra sensible y una extensión del cuerpo que se separa de sí, simbolizando la detención del tiempo por su perennidad”.

De Territorios Corporales, Emmanuel Mora destaca que consideró “que el cuerpo es una construcción social que se manifiesta de forma fragmentada, a través de fragmentos que operan como signos, eluden la memoria como identidad y se mimetizan en las operaciones sublimadas del consumo. Porque es en la sociedad de consumo que el cuerpo se activa en un espacio sin habitarlo, sin vivir en él, como entidades suspendidas, mutiladas en su experiencia sensorial y privadas de su dimensión simbólica, afectando a la dimensión significante del cuerpo, de tal modo que retuerce parasitariamente sus propios significados”.

De Cotidiana, Fernanda Baldeón manifiesta que “el feminismo en el cotidiano, lo que es ser mujer hoy en día y el dejar ser a las demás mujeres como deseen ser. Compartir, hablar de todo, que todo es para todas, nada es exclusivo del hombre, somos tan humanas como ellos, no es competencia, es igualdad. Despojándonos de temas tabúes y llevando nuestra rutina en casa y en la vida como se nos antoje. Sin vergüenza, sin cánones dictados especialmente para nosotras, con total libertad, sin sacrificios ni vocación de mártires, a través del conocimiento, la única herramienta y la más efectiva”.

Texto y fotos tomados del blog Comunidad Visuales: https://visualesuartes.wordpress.com

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