Logo-UArtes-white
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Recuperación de narrativas orales de “La quebrada 
de Guillén”, proyecto en espera debido a la pandemia

Continuar sin claudicar. La expresión parecería haber salido de uno de los tantos libros que ha leído. Mery Guillén, estudiante de la Escuela de Literatura, dice acuñar la expresión porque el proyecto de vinculación con la sociedad, que la enrutaba hacia el trabajo de titulación y que inició con mucho entusiasmo en el 2019, ha observado algunos inconvenientes debido a la pandemia por COVID-19.

InfoUArtes la entrevista con el propósito de conocer de cerca uno de los procesos que, para obtener la licenciatura, deben cumplir los estudiantes e incluso los docentes-tutores de la Universidad de las Artes. Al proyecto en mención su gestora lo tituló “La quebrada de Guillén” y consiste en recuperar las narrativas orales del sitio, ubicado en la parroquia Calderón, de la provincia de Manabí.

Se encuentra a una hora de capital manabita, Portoviejo, y Mery Guillén lo empezó a consolidar en el primer semestre del 2019; cuenta con una investigación permanente y su tutora es la docente Siomara España. Ocho meses le tomó prepararlo, tiempo que incluye la socialización y confirmación que debió realizar con los habitantes de la comunidad Quebrada de Guillén. La estudiante de Literatura lo estructuró en dos fases y se marcó como tiempo de ejecución dos años. Para la primera consideró la investigación, que debió interrumpir por la emergencia sanitaria por COVID-19. La segunda parte tiene que ver con la creación, los talleres a implementar y la respectiva difusión, lo cual se mantiene también en un compás de espera.

Aquí es donde la lucha se ha tornado más fuerte, pues Mery Guillén confiesa que no ha podido desarrollar a plenitud lo previsto y que ha debido restringir sus alcances, pues no puede realizar la vinculación con la comunidad que la UArtes impulsa. “Eso por un lado y, por el otro, no existen tutores suficientes para guiar a los estudiantes pasantes dentro del proyecto”, una necesidad agravada por la merma del presupuesto a las universidades, medida adoptada por las autoridades gubernamentales, expresa.

La terminación del proyecto contemplaba la visibilización de las narrativas orales de la comunidad y la materialización de un proyecto editorial, ilustrativo y didáctico, como primer ámbito para su tangibilidad. Sobre la Quebrada de Guillén no se conocen fuentes bibliográficas. Tampoco existen mapeos satelitales, ni hay información de su historia, costumbres y tradición oral, expresó la estudiante proponente: “es una comunidad –como otras 26– cuya tradición oral dentro de Calderón no tiene soporte escrito”. 

Junto con Alba Tobar Vite, la cineasta del proyecto, Mery Guillén convivió con la comunidad desde el 21 de febrero hasta el 10 de marzo de 2020 y empezaron la primera fase del proyecto, recopilando algunas narraciones orales de 13 familias, material audiovisual, fotográfico y muchas aventuras. 

De los recorridos realizados por el sector, la estudiante de Literatura pudo darse cuenta de otras posibilidades para afianzar la vinculación con la comunidad, como la incidencia sociocultural y el desarrollo de investigaciones arqueológicas y antropológicas, ya que, por anécdotas de los habitantes, siempre se han encontrado restos de huesos humanos, alambiques, vasijas, entre otros”.

Hay necesidades en la comunidad. Además de una educación de calidad, está el tema de la educación en artes. “En las entrevistas me topé con algunos talentos empíricos que poseen fuerzas, autoeducación y pasión y están muy deseosos de acceder a cursos gratuitos en su propio espacio y tiempo. Por lo que, en la segunda fase del proyecto se buscará realizar talleres para animar las actividades culturales con niños, niñas, adolescentes y mujeres; y, formar una conexión entre la Universidad de las Artes y esta comunidad”, explicó Mery Guillén.

Con Wilmer Guillén Panchana (representante de la comunidad), la estudiante UArtes tenía previsto crear vínculos para tender redes de cooperación. Lamentablemente, muchas de las acciones se han ido postergando por la pandemia, como los talleres pensados desde los conocimientos que posee la misma comunidad y que son transdisciplinarios, pues tienen que ver con la Literatura y las Artes Visuales, Sonoras y Escénicas.

Comparte esta nota