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“Ruedo, miro, caigo”, la exposición de Daniel Ochoa que recoge lo vivido en el evento “Sin trámites ni permisos”

Para el 21 de agosto pasado “Sin trámites ni permisos”, el estudiante Daniel Ochoa, de la Escuela de Artes Visuales de la Universidad de las Artes, preparó una actividad artística marcada por una patinada en la Plaza Colón y varios concursos en torno al skate, como el “mejor truco en la caja”. Todo lo vivido y experimentado aquel día quedó registrado en una grabación que lo encaminaría a la presentación de la muestra “Ruedo, miro, caigo”.

La inauguró cuatro días despúes –el miércoles 25– y en cada una de sus piezas recogió todas sus experiencias personales como patinador. Una narrativa ambigua en la que se integran, además, fragmentos de realidad, huellas, registros históricos y problemáticas mundiales. Todo formando parte de una propuesta que llega a confrontar. Esta se mantendrá abierta hasta el 1 de septiembre próximo.

Del día de la inauguración de “Ruedo, miro, caigo”, su autor revela guardar en la retina el recibimiento y acogida que tuvo, así como la concurrencia registrada entonces y que sigue teniendo. Sobre su concepto, el artista expresa que a su trabajo le quiso añadir un tono contestario y de demanda social. Como parte estratégica de esta articulación, él mantiene su decisión de vincular a la comunidad skate con sus procesos artísticos. Así, la patinada de “Sin trámites ni permisos” ha quedado expuesta en la muestra, al igual que las cajas y todos los recursos materiales utilizados la noche del 21 de agosto.

Hasta el momento, Daniel Ochoa ha dado dos de los tres pasos que en diálogo con InfoUArtes dijo daría en sus procesos artísticos. El siguiente es la publicación de un fanzine, trabajo realizado en unión con la Editorial Sociedad Anómica, en autogestión colaborativa con auspiciantes que recogen su proceso de investigación y bocetos.

Ruedo, miro, caigo se puede visitar de lunes a sábado, de 14:00 a 18:00 en Mendiburo 230 entre Córdova y Baquerizo Moreno (a la vuelta de La Culata). Quedan todas y todos invitados.

Texto: María Fernanda Hidalgo, estudiante de la Escuela de Literatura.

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