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Kristina Butler, becaria del Programa Fulbright, se despide de la UArtes con la presentación de “Sueños de Zazá”

A la Universidad de las Artes Kristina Butler llegó como una de las dos becarias del Programa Fulbright, para tomar clases como oyente y desarrollar sus proyectos de investigación (la otra becaria es Libbi Ponce). Han transcurrido ya diez meses de su estadía y el tiempo para su labor investigativa ha concluido; prácticamente se despide de la Universidad de las Artes y del país y lo hace con la presentación de los resultados su trabajo.

Su título es Sueños de Zazá, reflejos de la colaboración creativa y tiene lugar este jueves 2 de diciembre, a las 17:00, en el Salón Patrimonial del Centro de Producción e Innovación MZ14.

Previa a esta puesta en escena, InfoUArtes contactó a Kristina Butler para conocer detalles de su permanencia, indagaciones, aprendizaje, procesos, clases a las que asistió como oyente y también de las que impartió, así como de las actividades artísticas desarrolladas. Aquí su texto:

“La beca Fulbright tiene como meta el intercambio cultural. Para cada becario es diferente, pero en mi caso consistió en realizar un proyecto de investigación sobre música ecuatoriana en diez meses, con la afiliación a un instituto.

Como becaria creé mi propio proyecto de investigación con la ayuda de la Universidad de las Artes y de acuerdo a mis intereses, capacidades y recursos disponibles. En el proceso, di algunas clases magistrales a estudiantes de la UArtes y la Universidad Técnica Particular de Loja. Además, me involucré en el escenario musical de Guayaquil. Más que nada, mi proyecto integralmente tiene que ver con el intercambio cultural, dado a que traje mis conocimientos y experiencia a cada ensayo y sesión de grabación de música ecuatoriana. 

Ha sido un reto muy enriquecedor en diferentes aspectos. Fue un verdadero cambio de paradigma estar del otro lado como músico y no como estudiante. Fue la primera vez que pude dirigir varios grupos instrumentales de alto nivel. Tuve que tomar muchas decisiones artísticas, logísticas y manejar a grupos de personas y eso es bueno, ya que como músico actualmente hay que ser multifacético. Para la mayoría, no es suficiente solo tocar o cantar si realmente se desea tener una carrera llena. Al coordinar ensayos entre muchas personas, colaborar creativamente sobre la marcha y mucho más, pude probar lo que es ser un músico a tiempo completo en nuestro mundo actual, o al menos en Guayaquil.

A pesar de que me costó adaptarme al principio, como es normal, luego lo tuve claro y pude enfocarme en cómo desarrollar mi proyecto y en esta nueva aventura que estaba empezando en mi vida. Sabía que era una gran oportunidad y que tenía que aprovecharla al máximo. El empezar a crear y expandir mi red, tanto social como profesional, significó tener más oportunidades de crear música con músicos de Guayaquil y avanzar con mis objetivos del proyecto, pero lo más importante, me ayudó a sentirme como en casa. 

Los primeros tres meses tuve que replantear mi proyecto de investigación. El desarrollo de la idea original se complicó debido a la pandemia. El entender que realmente quería interpretar y aprender nueva música aclaró mi proyecto actual, lo que es grabar canciones ecuatorianas que eran poco grabadas y poco conocidas. Pasé todo el mes de mayo buscando partituras que quería interpretar. Elegí las partituras de un archivo de más de 500 PDFs que tiene el equipo de investigación Archivística y Patrimonio Musical de la UArtes. Elegí cinco canciones, tomando en cuenta que el compositor sea ecuatoriano, que la melodía tenga un estilo único y que la letra aborde un tema relevante a Ecuador (por flora o fauna, o nombrando a Guayaquil, por ejemplo) Estoy muy emocionada por compartir los audios de estas mismas canciones porque, de acuerdo a lo que pude investigar, son los primeros.

Esto no solo significa que el sonido es nuevo, es decir, la melodía, sino que crea una ventana para visibilizar la poesía y las historias que cuentan las canciones. Cada una tiene un carácter distinto, gracias a los estudiantes de la Escuela de Artes Sonoras que estuvieron involucrados: arreglistas, instrumentistas, técnicos de sonido e ingenieros de posproducción. No tendría un álbum de gemas si cada una de estas personas no hubiera dedicado su tiempo y habilidad a este proyecto. Los audios de este disco estarán disponibles en la biblioteca virtual de la UArtes. 

Gracias al profesor Juan Carlos Franco por tenerme como oyente en su clase Historia de la Música Ecuatoriana. Me ayudó mucho a sentar las bases para mi proyecto, lo que me dio confianza en los próximos pasos. Aunque no pude integrarme en el grupo de investigación del doctor Rafael Guzmán, su indagación previa fue fundamental, dado a que elegí las cinco canciones de su archivo. Además, el doctor Guzmán siempre me ayudó con cualquier duda que tenía a lo largo del proceso de mi proyecto, por lo que le estoy muy agradecida”.

Kristina Butler también agradece a Andrey Astaiza, director de la Escuela de Artes Sonoras, y a Susan Togra, de la Dirección de Relaciones Internacionales de la UArtes. Han sido pilares para el desarrollo de su beca en nuestra institución de educación superior.

Además de ser investigadora independiente, Kristina Butler es soprano y posee dos títulos: uno en español y otro en música, con especialidad en Flauta y Canto. Se graduó en el St. Olaf College en Northfield, Minnesota. Tiene una extensa trayectoria y entre sus experiencias más destacadas cuenta su participación en un concierto efectuado en la Basílica de San Pablo, en Roma, junto con el coro Together in Hope Choir, donde debutó como solista en So That the World May Believe (Kim André Arnesen), en octubre del 2018. Gracias a su licenciatura trabajó con la Banda Sinfónica de St. Olaf College, con la flauta en la sección de viento y como líder de la sección de sopranos.

Del programa y el relacionamiento

El pasado 14 de mayo el rector de la UArtes, doctor William Herrera Ríos, firmó una Carta de Intención con la Comisión Fulbright Ecuador, la cual, justamente, permite promover la movilidad de becarios estadounidenses a nuestra institución de educación superior –sean artistas, investigadores, académicos y/o especialistas– para compartir e intercambiar conocimientos culturales, académicos y artísticos.

En calidad de entidad receptora de los becarios, la UArtes provee un espacio para que ellos desarrollen sus propuestas de proyectos y/o colaboración conjunta de formación técnica, actividades académicas y artísticas de mutuo interés, fortaleciendo el intercambio cultural y entendimiento de ambos países y beneficiando a la comunidad universitaria de la UArtes.  

El Programa Fulbright es líder mundial en intercambios educativos internacionales. Se estableció en 1946 y llegó a Ecuador en 1956 mediante un acuerdo ejecutivo entre los gobiernos de Estados Unidos y Ecuador, para aumentar el entendimiento mutuo por medio de intercambios educativos.

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