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Conclusiones de un primer encuentro iberoamericano que reunió a 9 países

Luego de dos días de diálogos, reflexiones y análisis de temas vinculantes en mesas de trabajo y paneles de discusión concluyó la tarde de hoy, jueves 31 de octubre, el I Encuentro Iberoamericano para la Evaluación de la Calidad de las Educación Superior en Artes, el cual congregó en Guayaquil a representantes de 9 países. Junto con Ecuador, España, México, Colombia, Argentina, Chile, Perú, Costa Rica, Colombia y Cuba.

Previo a la firma de la denominada Declaración de Guayaquil, “por una evaluación y acreditación especial de la educación superior en artes, en el espacio cultural iberoamericano”, los participantes se congregaron en el salón Simón Bolívar de la Gobernación del Guayas, donde dieron a conocer sus conclusiones.

Ana Capilla, representante de la Organización de Estados Iberoamericanos y coordinadora de Educación Superior, ETP y Ciencia, indicó que desde la OEI se busca favorecer una armonización en estándares, en procedimientos a nivel de Iberoamérica. “Es una base firme en la construcción de un espacio común en el que haya más movilidad y relaciones entre nuestras instituciones de educación superior, incluyendo las universidades de las artes”, dijo y agregó que la línea de trabajo desde la organización -marcada en el programa presupuesto aprobada por los ministros de educación en Guatemala en 2018- se refiere al reforzamiento de los sistemas de calidad.

Mariluz León, del Instituto Superior de Artes (ISA) de Cuba, calificó al encuentro como un espacio idóneo para valorar “lo que hemos construido desde nuestra Universidad de las Artes y para pensar en lo que tenemos por construir. Gracias por la oportunidad de estar aquí y por quienes están pensando en mejorar realmente la posibilidad de visibilizar el espacio académico y la formación de los artistas”.

En representación del Consejo de Aseguramiento de la Calidad (CACES) y de su titular Gabriel Galarza, el consejero Mauro Cerbino reveló que en estos años lo que era el Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (CEAACES) tuvo que enfrentar la problemática de evaluar conservatorios de música y otros institutos superiores técnicos y tecnológicos que tienen carrera de artes. “Hemos dado cuenta de la necesidad de pensar en las artes para tener modelos acordes, idóneos, adecuados para este campo del saber. Hemos identificado problemas en el país que no se deben repetir, anotó y se comprometió a proponer en el ámbito del pleno del CACES la confirmación de una o más comisiones con profesores que pertenecen al campo académico y “nos permitan a los consejeros tener un mejor modelo para evaluar a las artes”.

Mauro Cerbino aclaró que no dependerá solo de él porque es uno de los seis consejeros, pero “al menos voy a promover la composición de estos comités más específicos para tratar este campo”. Es una deuda con el país y el sistema de educación superior, “pero también debemos la necesidad de pensar que nuestras instituciones de educación superior incluyan las artes no como algo auxiliar o agregado a la producción de otros conocimientos y saberes, sino articulados y vinculados”.

Sandra Torlucci, rectora de la Universidad Nacional de Argentina (UNA), calificó al encuentro como un hito que se encuadra en un camino que empezaron en algún tiempo “y me parece que está llegando a un punto de consolidación importante que auguran otros encuentros,  sustanciales también”. Todas las universidades, más los conservatorios y las escuelas de enseñanza de educación artística nos constituimos en sujetos políticos en la educación superior y eso lo estamos viendo como un logro que fortalece el sistema de educación superior. “Transdisciplinariamente tenemos mucho que aportar”.

Miguel Flores Covarrubias, de la Universidad Veracruzana y representando al Consejo para la Acreditación de la Educación Superior de las Artes de México (CAESA), mencionó que en México “sí tenemos un organismo acreditador de artes y aunque la universidad que represento no tiene el nombre artes, en sus genes y origen tiene un fuerte compromiso con las artes. Con todas estas cosas a favor nos vemos en la necesidad de unimos a otros actores que tienen nuestras mismas condiciones, porque una vez que abandonas esa burbujita que puede ser tu universidad u organismo te das cuenta de que al mundo todavía le falta enriquecerse de las artes”.

Hay cuestiones como la vinculación, la investigación, la internacionalización que van a poder consolidarse en cada una de nuestras instituciones si nos sentamos a vernos entre nosotros, a dialogarnos entre iguales. “Es la intención de nuestra participación, seguir colaborando y mantenernos firmes e insistiendo en la importancia de las artes, para las artes mismas y para la sociedad en conjunto”, dijo.

Alberto Dibbern, secretario ejecutivo del Sistema Iberoamericano de Aseguramiento de la Calidad en Educación Superior, creado a través del mandato que dieron los presidentes de la región en Cartagena de Indias, saludó con alegría la decisión de asumir el desafío de evaluar y acreditar a partir de ciertos márgenes necesarios de calidad. “Todos los procesos surgen de una autoevaluación, cuando la practiquen se darán cuenta de que es positiva porque nos da la oportunidad de conocer las instituciones. No es solo la responsabilidad y el desafío de iniciar procesos, sino transmitir esa responsabilidad a los Estados, que deben garantizar la educación”.

Ramiro Noriega, rector de la Universidad de las Artes de Ecuador, se refirió a un campo artístico más transversal. “Las universidades asumimos el deseo de hacerlo mejor. Este equipo logró un grupo de trabajo dedicado al campo de los conocimientos desde las artes, relevantes para la transformación activa de todo tipo. Invito a seguir trabajando juntos para asumir la inmensa decisión de la educación artística en Iberoamérica”.

Andrea Torres, estudiante de Literatura de la UArtes, leyó la Declaración de Guayaquil y antes de concluir recordó que en 2018, a propósito de la lectura del Manifiesto de Guayaquil, “las y los estudiantes, haciendo uso de nuestra voz como un ejercicio ciudadano, nos pronunciamos respecto a hechos coyunturales que acaecían en el continente. Queremos aprovechar este espacio para decir que estamos conscientes de que las artes no son apolíticas y de nuestro rol histórico. Como en Ecuador, Chile y el resto del mundo somos las y los estudiantes quienes ponemos el cuerpo en las calles, pero somos también quienes ponemos las manos en mingas y en corredores humanitarios. Hay nombres de fallecidos en el paro que no debemos olvidar: Raúl Chilipe, Marco Otto, José Daniel y José Rodrigo Chaluisa, Inocencio Tucumbi, Vega Caizaguano y Silvia Marlene Mera. En su nombre exigimos verdad, justicia y reparación”. La alumna concluyó con una frase de las “Catilinarias” de Juan Montalvo: “Desgraciado del pueblo donde los jóvenes son humildes con el tirano, donde los estudiantes no hacen temblar al mundo”.

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