En el I Encuentro Iberoamericano para la Evaluación de la Calidad de las Educación Superior en Artes, el consejero del CACES ofreció la conferencia magistral: “La investigación y la vinculación con la sociedad y su importancia en el aseguramiento de la calidad”.
A William Herrera, secretario académico de la Universidad de las Artes, le correspondió presentar hoy (jueves 31 de octubre) a Mauro Cerbino, consejero del Consejo de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (CACES), de quien, dijo, conoce la UArtes y sus programas de producción artística. En el I Encuentro Iberoamericano para la Evaluación de la Calidad de las Educación Superior en Artes, ofreció la conferencia magistral “La investigación y la vinculación con la sociedad y su importancia en el aseguramiento de la calidad”.
Mauro Cerbino inició su intervención asegurando que como país tenemos una obligación y desafío. “Obligación porque necesitamos en el campo de la Educación Superior orientar la reflexión hacia qué modo nos planteamos la pregunta que ya no nos formulamos y que es fundamental cuando hablamos de la calidad de la educación superior, de carrera, de programas. Obligación porque (desde) hace unos 20 años se viene hablando de la calidad en educación superior con diferentes intensidades”.
Lo que hizo un grupo de personas del anterior Consejo de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior en el momento de abrir una reforma al campo de la educación superior fue repensarla, agregó.
“Nos preguntábamos si el modo de hacerlo respondía a una reflexión interna. Teníamos la obligación de repensar qué entendemos por calidad de educación superior. La ley en 2010 definía en groso modo la calidad como la búsqueda de la excelencia”, anotó Mauro Cerbino e indicó su impresión de que también en Ecuador, así como en otros países, se ha entendido la excelencia con base a la dimensión de lo masivo. Criterios meritocráticos con condiciones de competencia entre estudiantes, docentes y administrativos. El modelo neoliberal no es meramente económico, es societario; modelo para pensar y definir nuestro modo de estar juntos, refirió.
Indudable es que el sistema de educación ha mejorado. La calidad es algo que tiene que ver con autorreflexión. “Lo que hemos tenido que hacer es limitar la influencia de que la calidad se la pensara en términos de indicadores (…). Debe existir equilibrio de las tres funciones; que hagamos 33% de docencia, 33% de investigación y 33% de comunidad. Ninguna de las tres funciones debe pensar sin la concurrencia de la otra. Hemos dicho equidad con calidad. No puede haber calidad sin equidad. Sin pertinencia no hay calidad. Sin estas condiciones, el diálogo de saberes, pertinencia y equidad no puede haber calidad”.
La calidad no es un asunto de elaboración de informes, sostuvo Mauro Cerbino. Es reutilizar la constatación, ver los niveles de la calidad. Esta debe ser discutida académicamente.
Pensar en la calidad significa que los académicos y estudiantes discuten al interior de la misma institución.
Mauro Cerbino sugirió que para un proceso de autoevaluación distinto se debe tener en consideración cuatro condiciones. Primera, las instituciones deben participar con todos sus estamentos en la autoevaluación. Segunda, la autoevaluación debe ser permanente; informa a la evaluación externa y no lo contrario. Tercera, autorreflexiva, no es autocomplaciente; si se necesita de una exterioridad, son los pares, otros profesores, obviamente no son aquellos que evalúan para la acreditación, sino de poder promover una vigorosa discusión. Y cuarta, la capacidad de incluir a grupos internos de interés; la sociedad.
Una evaluación no en términos de obligación y cumplimiento con organismos, sino para el desarrollo de la conciencia. Nos reorientarnos a abrazar nuevos desafíos. Una universidad capaz de plantear epistemología, por y con la sociedad, dijo.