El proyecto de investigación práctico y teórico que Miguel Alejandro Palacios Zambrano propuso como tesis de grado parte de la improvisación en movimiento y su capacidad para generar tejidos/textos que puedan desarrollarse y entretejerse entre ellos hasta devenir en un trazo en y para la escena. Así lo explica el ahora egresado de la carrera de Creación Teatral de la Escuela de Artes Escénicas de la Universidad de las Artes.
A su tesis la tituló “La composición de tejidos dramatúrgicos a través de herramientas de improvisación en danza contemporánea en el ejercicio escénico Fracasos” y la sustentó de manera presencial, pues hizo la defensa en febrero pasado, antes de que se registrará la emergencia sanitaria por la pandemia del COVID-19.
El tema surgió, anota Miguel Palacios, por su interés por la danza –como acción, lenguaje y pensamiento–, “así como por mi interés por desarrollar procesos de creación dramatúrgicos desde la improvisación, el movimiento y el juego”.
La investigación le tomó alrededor de un año. “Al tratarse de improvisación y dramaturgia, el proceso partió de cero y fui recolectando materiales en varios periodos de experimentación. La tesis, además, se alimentó de proyectos y encuentros paralelos (Monotemáticos, Otro Festival, Interactos)”. Hubo, finalmente, dos presentaciones artísticas Tras la primera (Fracasos) el proyecto se reestructuró y clarificó sus objetivos en base a sus descubrimientos, que serían aplicados en la segunda presentación (Fracasos 2) y tras ello las conclusiones finales de su indagación.
De los tres miembros del tribunal de tesis, solo la docente Sara Baranzoni tuvo inquietudes y concluyó que el trabajo final de Miguel Palacios había sido hasta ese momento uno de los mejores que había leído y que merecía ser estudiada por otros compañeros. “Las otras dos jurados, Lorena Toro y Lorena Delgado, al haberme acompañado durante todo un año de investigación, experimentación, aciertos, fallos y demás, me felicitaron y reconocieron el esfuerzo y dedicación implicado en el proceso, sin preguntas”.
En la imagen, Miguel Palacios el día en que sustentó su tesis.