¿De qué manera se puede usar herramientas de la Expresión Corporal/Danza de Contacto Improvisación para mejorar las habilidades Kinésico-espaciales de los niños y niñas invidentes? Alexandra Mishell Banda Almeida, estudiante de la carrera de Creación Teatral de la Escuela de Artes Escénicas de la UArtes, se formuló esta interrogante que la llevó a investigar y a desarrollar su tesis de grado.
La tituló “Mecanografías Kinestésicas. Indagación de metodologías y pedagogías para el trabajo artístico con personas invidentes” y le tomó seis meses concluirla. En este tiempo, anota, pudo empaparse de información bibliográfica (artículos, tesis, libros, multimedia, etc.) que le permitieron ahondar más profusamente sobre el tema. También buscó contactos de personas e instituciones que estuvieran desarrollando trabajos o proyectos con invidentes.
En esa búsqueda, que confiesa al principio fue infructuosa debido a que no obtuvo respuesta, principalmente de entidades con las que intentó establecer nexos, logró la apertura al diálogo con tres docentes que habían trabajado o que estaban trabajando con personas con ceguera. “De estas entrevistas una me sirvió de guía y aclaró las dudas que surgían durante el proceso. Fue la de María Brozas Polo, artista que había desarrollado en España un taller de Contacto Improvisación con una alumna ciega, lo que, básicamente proponía, en mi tesis”.
Junto con la investigación, Alexandra Banda desarrolló un pequeño laboratorio auto-experiencial, en el que llevó a la práctica los ejercicios que, posteriormente, serían incluidos en la propuesta contenida en su trabajo final.
Debido a su falta de visión es que la ahora egresada se animó a desarrollar el tema. Explica que si bien no va más allá de usar de lentes, “el tener que quitármelos durante el desarrollo de mis clases prácticas me suponía un conflicto debido a la pérdida del grado de visión que me ocasionaba. Esto fue despertándome dudas acerca de la invidencia y la forma en que los ciegos y ciegas perciben el espacio. Desde mi disminución visual empecé a darme cuenta, especialmente cuando comencé a practicar Danza de Contacto Improvisación, que podía lograr una agudización de mis otros sentidos, es decir, encontraba formas perceptibles a través del tacto que me permitieron vivenciar lo que teóricos que han desarrollado análisis alrededor de la práctica denominan ‘mirar con la piel’”.
La defensa de su tesis se registró el 16 de octubre, vía zoom. Los miembros del jurado, Mashol Rosero, Santiago Harris y Sara Baranzoni, su tutora, direccionaron sus inquietudes más a nivel subjetivo. “A la forma en que esta investigación me había cambiado/afectado y hacia lo que, una vez realizado esto, proyectaba a futuro”. Alexandra Banda lo señala, pues su tesis, tal como estaba planteada, iba a desarrollarse –inicialmente y mediante veedurías– en el Centro Municipal de Ciegos 4 de Enero y en un posterior taller, que se realizaría con algunos niños y niñas del plantel.
El obligado confinamiento debido a la pandemia por COVID-19 anuló esa posibilidad y su trabajo derivó en una investigación teórica y una propuesta de ejercicios prácticos, tomando herramientas del Contacto Improvisación y la Expresión Corporal, direccionados a niñas y niños invidentes (aunque dentro de la tesis se aclara que puede ser usada también por adolescentes o personas adultas, de así requerirse).
El cambio de cronograma, si bien en un principio supuso un conflicto para Alexandra Banda, debido a la frustración que le generó, el jurado recalcó que la tangente que tuvo que tomar el proyecto se convirtió en una oportunidad para ahondar más profundamente en el tema y poder sustentarlo desde una perspectiva más sólida, “postura a la que me acogí bastante, pues a futuro, cuando pueda llegar a desarrollar el taller práctico con niñas y niños, toda esta información me permita acercarme a la práctica y a la invidencia de una forma más sensible”.
Añade que durante su defensa, se recalcó también la poética alcanzada en la escritura, es decir, la elaboración de un tejido que provocaba en los lectores y lectoras un devenir orgánico a través de la información e imágenes textuales propuestas y que llevaban a pensar en la tesis como un producto artístico en sí mismo. “Es una investigación que está enlazada con mi autobiografía y la forma en que la práctica del Contact (y el hecho de haber estudiado teatro en general) me ha permitido acercarme a mi cuerpo, a mis emociones y a la vida misma de forma distinta”.
Además de aplaudir la iniciativa de la temática, Alexandra Banda recibió felicitaciones al trabajo por la simpleza y empatía alcanzada respecto a la problemática planteada. Por su trabajo recibió la nota máxima: 10.