“Realización cinematográfica individual. Irrupción de la subjetividad de los personajes en el desarrollo y escritura del guion para el largometraje Xíon”
Este es el título del proyecto de tesis de Joyner Salazar González, quien recientemente obtuvo la licenciatura de la Escuela de Cine de la Universidad de las Artes, la cual contiene un estudio que parte del desarrollo del guion de un largometraje titulado Xíon.
Escribir ficción es una vocación que la tiene desde sus años en primaria, indica. “La creación de personajes que recorren realidades salidas de la imaginación es, además de ser un ameno reto, una forma de liberarme de los problemas y el estrés del contexto en el que vivo”.
Joyner Salazar dice que su proyecto gira en torno a la subjetividad de los personajes y la irrupción subjetiva en una narrativa tradicional, que se distingue porque son momentos en la historia en los que un personaje adquiere poder o control sobre la trama producto de un manifiesto deseo o capricho.
Entre los referentes teóricos utilizados en su trabajo, Joyner Salazar menciona a Robert Mckee con su texto El guion: Sustancia, estructura, estilo y principios de la escritura de guiones. Como referentes cinematográficos usa películas ecuatorianas de directores como Sebastián Cordero o Carlos Naranjo, y referentes internacionales como Gus van Sant. “Este estudio provee una subjetividad con obras cuyo entendimiento de personajes guían la trama”, agrega.
Xíon es el alias por el cual, en los oscuros callejones, se la conoce a Xiomara García (19), una joven que sobrevive en el extremo más peligroso de la ciudad. Entre una relación abusiva con Lucía (27), su apasionada amante y mercader ambiciosa, y la mafia que controla las calles, su único escape son unas pequeñas píldoras experimentales.
Al respecto, Joyner Salazar explica que el punto de vista de los personajes es tan importante detallarlo como el del propio guionista o autor. Esto va ligado al desarrollo del guion de Xíon donde se pretende una mezcla entre lo que demanda la historia del personaje y lo que como autor se concede de a poco a la protagonista: poder de decisión sobre la trama.
El autor de este proyecto manifiesta que Xíon es un personaje que sobrevive en un contexto marginal donde sus interacciones son predeterminadas en el guion para que motiven una causa-efecto, pero en algún punto esta protagonista toma conciencia de sus deseos y se aleja del control de la narrativa fomentando la apertura a un universo personal.
Para Joyner Salazar, Xíon es un guion que pretende experimentar con formas no tradicionales del lenguaje cinematográfico para el fin de irrupciones subjetivas. Experimentaciones que en la historia del cine vinieron de la mano de cineastas que ejercen una gran influencia sobre este proyecto.
Considera que nuestras películas no cuentan con los grandes e incluso masivos presupuestos que tienen otros países, particularmente la industria del cine en Hollywood; pero eso lejos de considerarse un limitante es en realidad un reto con el cual cineastas latinoamericanos producen obras de calidad con un bajo presupuesto.
De eso, al fin y al cabo, se trata, hacer películas. Nuestro país no es la excepción y, dentro del escaso apoyo al sector cultural, sigue contribuyendo con excelentes productos cinematográficos. Así, sumado a los anteriores antecedentes, es preciso mencionar dos cineastas referentes cuyas obras cinematográficas son precursoras de una estética con recursos que en su momento fueron novedosos, discutidos y se volvieron parte de las varias referencias al cine de vanguardia en Xíon.
Y es que el cine que al autor de este proyecto le interesa desarrollar es aquel en el cual halla una libertad de experimentación con los elementos narrativos, estéticos o técnicos sin alejarse de una narrativa tradicional. Como autor, expresa Salazar, cuando estoy ante una idea para un guion, no son secuencias en la mente que muestran una locación, un círculo social o un paisaje, sino que siempre aparecen primero los personajes. Y a medida que permiten ser descubiertos aparece tras de ellos, en segundo plano, su contexto.
El objetivo general fue alcanzado con buenos resultados, primero por la redacción de un primer borrador de largometraje y luego porque integra aspectos que son propios de estéticas de películas que buscan una participación activa del espectador mientras su narrativa es mayormente tradicional.
Dentro de los objetivos específicos se cumple con que el guion, dentro de su trama, contenga irrupciones subjetivas de un personaje que por momentos toma control de su universo ficticio en pro de ser parte de aquellos aportes en la narrativa del cine ecuatoriano donde las películas poseen una estética rupturista.
Finalmente, afirma Joyner Salazar, resta decir que Xíon es un guion que fue importante en su desarrollo como cineasta, por la dificultad que representa el aventurarse a escribir por primera vez un borrador de largometraje que no se limitó solamente a cumplir con los parámetros de un proyecto de tesis sobre un producto artístico individual, sino que es una historia que pretende seguir trabajando con miras a que en el futuro pueda tener la oportunidad de llevarla a nuestras salas de exhibición comerciales y alternativas independientes.
“Esta es una película que desearía ver en el cine, tal vez una ópera prima, y particularmente me intriga ver cómo funciona su protagonista. Xíon (Xiomara García) me tomó en cierta forma de sorpresa por su accionar, puesto que a pesar de ser concebida como una protagonista convencional que responde a un hilo conductor causal, fue con sus visiones, su abandono de la trama y su control caprichoso de la realidad que terminó por llevarme, como guionista, a una frontera indeterminada, pues sentí como si tuviera que seguir su voluntad. Y así fue”, indica.







