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Paulina Romero y “La Persistencia del Furni”

La Persistencia del Furni gira en torno al gameart, netart y arte digital, elementos que se ponen en diálogo con la fisicidad del proyecto que presentó Paulina Alexandra Romero Cedeño, de la Escuela de Artes Visuales de la Universidad de las Artes, como tesis de grado. Este, agrega, también se basa en la comunidad virtual Habbo Hotel.

“Mi experiencia personal en la comunidad de Habbo se remonta diez años atrás. Mantengo una relación emocional muy estrecha con este juego, el cual eventualmente se convirtió en parte de mi producción. En ejercicios de clase empezó siendo un referente estético, visual; me llamaba la atención por el pixel art en proyección isométrica que es característico de Habbo. Más adelante se convirtió en un elemento conceptual para confrontar problemáticas en torno a la arquitectura, tensionando el material tangible con los datos/imágenes virtuales e interviniendo el espacio público. Así fue como encontré en esta experiencia y en esta comunidad un potencial para desarrollar un proyecto que genere un diálogo constante entre el espacio físico y el espacio virtual”, explica.

Su investigación, añade, tuvo antecedentes en ejercicios de clase de los últimos semestres de la carrera, “por lo tanto ya tenía sentadas algunas bases para iniciar mi proyecto. Sin embargo, desde mayo de este año empecé a trabajar específicamente en las obras que serían parte de La Persistencia del Furni, estas se dividían en piezas virtuales y piezas físicas. Me valí de la plataforma en cuestión para construir las obras virtuales, con bases en la apropiación y el ensamblaje (que se presentaron en un recorrido virtual guiado y se quedarán de manera permanente en la plataforma); de manera simultánea trabajé las piezas físicas para las cuales usé materiales como baldosas, cenefas de cocina, acrílico con textura. También colaboré con un carpintero para unas piezas de madera que fueron colocadas como intervención en el espacio público, fotografía, acuarela y acrílico para una serie de pinturas que serían parte de una obra con realidad aumentada: desarrollé desde cero una aplicación en el software Unity”.

La defensa de su trabajo final la sustentó vía Zoom. “Tanto el jurado como mi tutor fueron parte fundamental de mi proceso. En las diferentes instancias realizaron sugerencias que aportaron de manera significativa. Creo que una de las cosas puntuales que mencionaron fue cómo podía vincular ambas partes de mi proyecto: virtual y físico, que en un principio se encontraban aún distantes, pero la inclusión de la plataforma virtual en la museografía de la exposición física pudo conectar estos puntos. Destacaron, además, la realización del recorrido virtual, lo cual resultó en una experiencia colectiva pedagógica y lúdica sobre la plataforma. Este recorrido reunió a los miembros del tribunal de tesis, compañeros de mi carrera, amigos del juego e incluso alumnos de un colegio, de esta manera se complementó esa experiencia con las obras físicas, el diálogo y las tensiones eran constantes”.

Paulina Romero asegura que la exposición virtual encajó con el contexto actual de confinamiento, dando una capa de sentidos sobre los espacios del arte y de exposición. “También realicé una exposición física en una habitación de mi casa en Rocafuerte, Manabí; nuevamente el contexto me empujó a tomar esta decisión, aunque la exposición física fue visitada por un reducido público para mantener las medidas de bioseguridad. Consideré esto muy necesario, ya que las interacciones del público eran imprescindibles para que los diálogos entre los virtual y lo físico surjan”.

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