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La construcción del personaje Margarita de Mario Vergara

Con el objetivo principal de crear un personaje materno basándose en conceptos propios de la escritura de guion, Mario Andrés Vergara Marcillo, ahora licenciado de la Escuela de Cine de la UArtes, presentó como trabajo final de tesis un proyecto de realización cinematográfica individual al que tituló El personaje: elemento principal en la construcción del guion cinematográfico, Margarita.

Este trabajo, explica el autor, es complementario del guion cinematográfico Margarita. En este se desarrollarán puntos claves para el diseño y desarrollo de los personajes principales, tales como caracterización, profundidad, dimensión, subtramas y contexto.

Los personajes son muy importantes en la creación de un guion cinematográfico, ya que ellos pueden ser el vehículo o el puente con los que el autor canalizará sus obsesiones y así darse esa “comunicación”, de la que habla Andréi Tarkovski con el espectador.

Aparte de intentar descubrir cómo hacer personajes identificables y complejos, esta investigación es también un trabajo introspectivo, un pretexto para dialogar sobre la importancia del cine, sobre la definición del mismo, y para saber cuáles son las obsesiones o los temas que el autor ha canalizado en los personajes en Margarita.

Mario Vergara señala que ha habido ocasiones que al terminar de ver una película o terminar de leer un libro, no se puede dejar de pensar en el protagonista o en un personaje en particular. Incluso pueden pasar años y olvidarnos de la trama y/o el subtexto de una obra, pero no de un personaje.

Como por ejemplo el increíble Guasón de El caballero de la noche (Christopher Nolan, 2008), que era como “un perro siguiendo autos”, que solo quería ver arder el mundo; o Lady Macbeth, de Macbeth (William Shakespeare, 1623) que influye, con una frialdad que da miedo, en su esposo, para que Christopher Nolan, el Caballero de la Noche (EE.UU. Warner Bros Picture), 110 min, cometa crímenes horrendos; o el propio Rodia Raskolnikov de Crímen y castigo (Fiódor Dostoievki, 1866), que se comienza a volver loco después de matar a una vieja usurera porque quería poner a prueba una teoría; o el mismísimo Norman Bates, de Psicosis (Alfred Hithcock, 1970), que había cogido una filia a su madre y era tan intensa que guardaba el cadáver de ella en el sótano de su casa.

Aunque hayan pasado años de haber visto las películas mencionadas o haber leído los libros citados, y no recordar en algunos casos de qué iban o de qué realmente hablaban, aún recuerdo los personajes descritos anteriormente. Y como dice Linda Seger: “Los grandes personajes son esenciales si se quieren crear grandes obras”, expone el egresado.

En general, en el cine, en la publicidad y la sociedad, representan la figura de la madre como una figura ideal, como alguien sublime, perfecto, bondadoso, amoroso, alguien que daría la vida por sus hijos, pero creo que la figura de la madre es una figura muy interesante para explorar, agrega.

Agrega que el personaje es uno de los elementos más importante en el desarrollo del guion, y es que, a través de este, el autor puede canalizar esas emociones, esos recuerdos que quiere de una u otra manera desprenderse o tratarlos.

En Margarita, dice, utilizó a los personajes principales para concluir con las obsesiones que ha venido desarrollando a través de estos últimos años, que comenzó con su primer cortometraje: Relación conflictiva entre madre e hijo. “No sé si algún espectador (en un futuro) o un lector (en estos instantes) se pueda identificar en algo, por lo menos en algo, en los personajes, en los diálogos, en las escenas. Si pasa eso, si alguien me dice que se pudo sentir identificado o que recordó algo a partir de mi historia, estaría satisfecho”.

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