En la ceremonia de graduación 2022 de la Universidad de las Artes, Jennifer Asencio no solo recibió el título que la acredita como licenciada en Danza por la Escuela de Artes Escénicas. Ella también recibió el reconocimiento magna cum laude por su alto promedio general de grado y tuvo la designación de hablar a nombre de sus compañeros de cohorte.
El solemne acto tuvo lugar en el Pasaje Illingworth del campus centro de la UArtes, el sábado 10 de diciembre. Allí, ante familiares propios y de los demás graduados, las autoridades y comunidad universitaria, Asencio hizo un repaso de la etapa que concluía.
Dijo que está, para cualquier joven, estaba cargada de expectativas, confusiones e incluso miedo. “Entrar a estudiar en la Universidad de las Artes no está exenta de aquello, la presión social de más de un allegado por elegir una carrera en artes se choca con el anhelado sueño de hacer de su disciplina artística una profesión y estilo de vida”.
Entonces, anotó, llegó a la UArtes y se dio cuenta de que no estaba sola, de que era el punto de unión de muchas personas que, a lo largo y ancho del territorio, al igual que ella, apostaron por esta propuesta educativa. “La mayoría de mis compas arribando de diferentes lugares de esta ciudad y del Ecuador es el recuerdo más vivido y emocionante del primer día”.
En sus hoy amigos, continuó, se sentía la extrañeza en sus ojos… “el haber volado lejos de sus nidos y dejado el calor de los suyos para aventurarse en esta travesía en Guayaquil, ciudad que ahora ancla múltiples anécdotas de esta etapa en la memoria y que en esta mañana también acoge a nuestros familiares, quienes con esfuerzos de todo tipo depositaron su confianza y nos apoyaron”.
En sus maletas también cargaron las distintas perspectivas de lo que es el arte y cada una de sus ramas “y ahora me alegra saber que durante todo este tiempo no hemos dejado de agitar el pensamiento para construir nuestros propios discursos. Varios nos zambullimos no solo en una crisis conceptual del arte, (sino que) esta atravesaba nuestra ética, personalidad, gustos y posturas frente a lo social y político”.
De todas estas transformaciones individuales y colectivas fueron testigos los patrimoniales edificios de la UArtes, acotó, los cuales, si bien fueron levantados en su momento con fines muy distintos, “conllevan las cartas históricas de un pasado muy sombrío inclusive. Es menester pensar que ahora se imparte el arte que detona la creatividad y sensibilidad humana que se necesita en estos tiempos de violencia irreverente. Y es que si algo he aprendido también en estos años es no serle indiferente al otro”.
Asencio detalló cómo sus compañeros han hecho lucha siendo frente y representación de minorías, nacionalidades, grupos vulnerables, estudiantiles. “Han puesto al servicio sus talentos en diferentes acontecimientos que han tenido plena repercusión: octubre del 2019 (en la protesta nacional entonces registrada), periodo de pandemia (por la COVID), recortes presupuestarios, junio del presente año (paro nacional)”.
En este sentido, precisó, “este centro de estudios se ha vuelto casi fortaleza de varios y es importante mantener vivo aquel interés, recordar siempre que ese lugar debe ser de confort y seguridad para sus estudiantes y, claro está, gestar siempre el desarrollo educacional artístico que nos resalte en cualidades”.
Una apasiona de la danza, la cual es su escudo y abrazo
Emocionada y con voz entrecortada, Jennifer Asencio expresó que ella, una apasionada en las artes escénicas, entró a la carrera de Danza, la cual descubrió “es escudo y abrazo cuando el cuerpo y mente no se logran soportar. Cada semestre que avanzaba disfrutaba enormemente de lo que aprendía, los contenidos me desafiaban y alguna vez una llega a pensar si soy lo suficientemente buena para seguir esta senda…”.
Afortunadamente, añadió, siempre tuvo el cálido acompañamiento de sus compañeros y maestros. “A estos últimos los felicito y doy gracias porque aquí encontré a más de un artista docente aplaudiendo genuinamente la brillantez y genialidad de sus estudiantes. Alentar y conducir con tino a los artistas e investigadores jóvenes a descubrir sus propios lenguajes, estilos, metodologías y estéticas, son aquellos que con mis compañeros estamos de acuerdo que valen oro. Ahora puedo decir que estaba en mi lugar correcto”.
En su intervención, la hoy licenciada UArtes trajo a la memoria que antes de entrar a la universidad su maestra en danza le decía claramente que las aulas de la institución no la harían artista como tal, “ahora confirmo que el artista se sostendrá medularmente en el ejercicio personal de su hacer, en práctica y pensamiento. De mantener viva la llama creativa mientras vamos respondiendo las preguntas que nos exige el mundo”.
Al finalizar, Asencio expresó el deseo de que ninguno de sus compañeros de carrera, de aulas y de esta quinta promoción de graduados pierda la capacidad de sorprenderse, “de sostener la voluntad de crecer cada día, que crean en su ingenio y sus dones, que hagan valorar su trabajo y el de sus colegas y que por cada senda que les lleve la vida, su espíritu y ser gocen de plena alegría y libertad”.