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En la primera jornada del I Encuentro de Arte y Migración en Latinoamérica

Teniendo como moderador al doctor Juan Francisco Benavides, docente del Departamento Transversal de Teorías Críticas y Prácticas Experimentales de la Universidad de las Artes, se dio inicio la mañana del miércoles 14 de abril de 2021 a la primera de las tres jornadas virtuales del I Encuentro de Arte y Migración en Latinoamérica. Intervinieron entonces Juan Pablo Ordóñez y Melina Washima, quienes dieron detalles del proyecto “Ámame, Ñukanchik People”.

Organizado por el Grupo de Investigación EmigrArte de la UArtes, en la partida del encuentro se indicó que Ecuador, así como el resto de países latinoamericanos, ha sufrido la problemática de la migración, la cual se profundiza cuando esta altera las construcciones de identidad.

Desde inicios del siglo XX los movimientos artísticos latinoamericanos se encontraban preocupados ante el problema de la influencia extranjera, especialmente de los centros culturales como Europa, ante los que se veían entre dos alternativas, resistir a toda su influencia (muralismo mexicano) o devorar todo lo que les sea útil (antropofagia brasileña).

El arte se ha encontrado constantemente frente a estos dilemas provocados entre otras cosas por la migración. Los artistas se alimentan desde sus fundamentos primarios de estos conceptos, de ideas, de situaciones vitales, de experiencias sociales y, evidentemente, el desplazamiento hacia otros territorios y el contacto con otras culturas, permite que la mirada artística y la producción de cada nación se encuentren en constantes procesos de cambios.

Estos conflictos no son nuevos, pero en estas últimas décadas los hemos vivido de manera acelerada, las grandes migraciones que provocaron las crisis de los años setenta con los refugiados políticos de Chile y del sur del continente hacia diferentes países latinoamericanos, la salida de una gran cantidad de ecuatorianos a diferentes lugares del mundo durante los años ochenta y más aún, el feriado bancario que provocó un movimiento de desplazamiento de grandes grupos de ecuatorianos a otros territorios; esto en contraste con la llegada de una gran cantidad de venezolanos y cubanos al Ecuador durante la década anterior.

A partir de las migraciones se han suscitado cambios en los países, refirió Juan Francisco Benavides al dar la bienvenida a un espacio donde las artes desdibujan las fronteras e invitan a reinventarlas y resaltó el poder mantener contacto con artistas de diferentes medios, que es otra de las migraciones que el arte ha tenido hasta mediados del siglo 20. Todavía se concibe al arte, como la pintura y la escultura, en espacios sumamente cerrados. Ha tenido que provocarse migraciones hacia otros parámetros artísticos, incluso disciplinas que anteriormente no se consideraban tan artísticas, como la grafía; han migrado hacia este mundo del arte creando y desarrollando, además, posibilidades para que nuevas disciplinas se vayan integrando, apareciendo y desarrollándose. Todo es sumamente importante, es algo que nos vincula y convoca y, obviamente, nos pone en medio de interrogantes que dan pie a este tipo de debates.

Benavides comentó así las razones por las cuales se originó y creo el Grupo de Investigación EmigrArte de la UArtes. Entre sus integrantes mencionó a David De Los Reyes, Yulianela Pérez, quien es, además directora del Departamento Transversal, que apoya y de alguna manera oficia el encuentro. Indicó que al igual que Claudia Furiati y él mismo, que tiene doble nacionalidad, pues es un ecuatoriano que vivió durante mucho tiempo en México, son migrantes. El grupo también lo integra Xavier Patiño. Es muy variado e interesante, ocupado en la construcción teórica –muy importante para nosotros–, pero, además, entiende el arte desde su propia práctica, dijo.

En sus participaciones, Juan Pablo Ordóñez y Melina Washima presentaron dentro del proyecto “Ámame, Ñukanchik People” las videocartas de migrantes a sus familiares y viceversa, ese compartir y ese diálogo igualmente diverso. Y es que dentro de las mismas familias hay muchas visiones. Ellos son ecuatorianos establecidos en Portugal, donde Melina realiza un doctorado; ella llegó del cine, contó, y él del perfomance.

La migración se vive colectiva, pero individualmente, se anotó. De allí que las videocartas revelan la situación del migrante, descubre las razones por las cuales decide dejar su país de origen para establecerse en otro, buscando sostener a su familia y sostenerse. En las cartas nos encontrarnos con una práctica tan común entre los familiares sobre las vivencias de sus seres queridos; un audiovisual construido por alguien para enviárselo a alguien es un ejercicio de comunicación, no es un video que tiene una direccionalidad específica y una construcción narrativa también específica.

Del encuentro el docente Juan Francisco Benavides destacó la invitación hecha a artistas y directores de cine como Anabel Rodríguez, de Venezuela; Miguel Beltrán, de Cuba; y Fernando Mieles, de Ecuador. Tenemos participantes de todas partes. En estos tres días esperamos un cúmulo de conocimientos, de prácticas, de aprendizajes, indicó.

El encuentro de la tarde de esta primera jornada fue con Yulianela Pérez, quien hizo unas “Reflexiones sobre las artes desde los flujos migratorios en el Ecuador” y Santiago Poza, quien habló de “Retrato de un Pueblo”, una exposición que presentó en diciembre de 2020; él realiza en la UArtes la Maestría de Fotografía y Sociedad en América Latina. Intervino como moderador David De los Reyes.

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