“Guayaquil Archipiélago”, un importante espacio para iniciar diálogos públicos

En la bienvenida que el rector de la Universidad de las Artes, Ramiro Noriega, dio hoy (miércoles 10 de julio) a los ponentes internacionales, docentes y estudiantes de la UArtes, en el marco de las actividades artísticas y académicas de “Guayaquil Archipiélago”, resaltó la importancia de la creación de esta institución académica en el contexto educativo ecuatoriano, en especial para iniciar diálogos en los ámbitos públicos y en relación a lo que somos.

Sucedió en el auditorio del Museo Antropológico de Arte Contemporáneo (MAAC), donde se desarrollará la tercera de las jornadas de la cita, organizada por la UArtes, para diagnosticar el devenir tecnológico urbano y proponer una alternativa a la fragmentación que afecta las grandes ciudades como Guayaquil. Es parte de la etapa guayaquileña del proyecto “Real Smart Cities”. La imagen del archipiélago sugiere la promoción de la relacionalidad, la solidaridad y el encuentro entre barrios y sectores –a menudo percibidos como aislados y, por ende, islas–como motor de la inteligencia social y urbana, una inteligencia a la vez ética, estética, creadora y crítica.

En su intervención, Ramiro Noriega profundizó también en el proceso constituyente de Montecristi, donde el país se dio la misión, una vez más, de repensar sus fundamentos. “En este proceso aparecen las mejores preguntas que nos podemos hacer sobre lo que somos, como lo que entendíamos nosotros sobre las identidades en el Ecuador”.

Agregó que en la década del 70, después del proceso dictatorial, sale con un debate profundo sobre quién es ciudadano, quién es el sujeto electoral. La condición para poder votar era saber leer y escribir, lo cual representa no menos del 30% de la población. Por ello, luego hubo un referéndum afirmando, negando esta condición y este “constituye ya una revolución en términos identitarios en el Ecuador”.

El rector de la UArtes indicó que cuando Jaime Roldós Aguilera asume el poder se presenta ante la nación hablando en kichwa. “La Constituyente del 2007, en alguna medida, se gesta en esas palabras de Jaime Roldós, porque coloca el problema de la nación en términos plurales. Y Montecristi trata esa tensión años después de manera constitucional”.

En Montecristi, continuó, se reafirma la idea de que el Ecuador es esencialmente plurinacional y por ello debe trabajar con una versión del mundo divergente, plural y compleja. “No sé si todos entendemos la enorme complejidad de pensarse pluralmente, donde no hay un solo destino posible, sino muchos. Y todos estos son necesarios e indispensables. Montecristi arroja un tema adicional, otra tensión, esa plurinacionalidad está directamente asociada a la interculturalidad. Un gran desafío si se quiere atender el futuro, ya que ha tenido enormes dificultades de ser tratado por fuera de los espacios y pueblos y nacionalidad, como si no tuviera relación con otras formas de diversidad”.

Ramiro Noriega destacó que son estos temas los que se deben debatir en el campo universitario, que no deben ser espacios corporativos ni conservadores. “Por ello la importancia de estas conferencias, son alternativas para ser incidentes, de transformar la educación de raíz. La importancia de la Universidad de las Artes que intenta vislumbrar la existencia de otra educación, de otro sistema de conocimiento, que se podría resumir en la educación del siglo XXI”.

Junto con el rector de la UArtes intervino el profesor Noel Fitzpatrick, invitado de Dublin, quien resaltó la importancia de dedicar fondos para el arte, ya que permite, de diferentes formas, producir conocimiento. “Permite pensarnos en las grandes preguntas filosóficas y las interrogantes actuales. Por ejemplo, cómo la tecnología impacta la sociedad y la gran responsabilidad que se tiene con las generaciones más jóvenes. Hoy es un momento importante para el proyecto. En esta fase empezamos a ver las concepciones, que se convierten en manifiestos, y esto se transforma en expresiones artísticas, y partes de proyectos sociales”.

Las intervenciones de Noriega y Fitzpatrick abrieron los diálogos de “Ciudades, datos, algoritmos” –en el que Sara Baranzoni, docente de la Escuela de Artes Escénicas que lideró la organización de la cita, abordó el tema “Archipiélago: el ritmo de la ciudad”– y “Pensar (a través de) el archipiélago I”.

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