La visión que tienen los iluminadores del uso tecno-estilístico de la luz en escena de Guayaquil es lo que Aracelly Joselyn Sánchez Moreta, estudiante de la carrera de Creación Teatral de la Escuela de Artes Escénicas, propuso como tema de tesis de grado. La tituló “Iluminación escénica en Guayaquil 2016-2019” y la sustentó el 23 de abril de 2020 vía videoconferencia.
“He podido conocer a varios técnicos que trabajan en el sector de la iluminación de Guayaquil, de quienes he aprendido la mayor parte de lo que hoy es mi conocimiento sobre iluminación, sobre todo la parte técnica. Todo se transmitió de forma oral. Esta tesis logró poner por escrito este conocimiento relacionándolo con referentes bibliográficos especializados”, detalla.
A su trabajo final le dedicó prácticamente dos años. El primero, indica, fue pasivo, destinado a recolectar varios referentes bibliográficos, algunos de los cuales leyó. “También aproveché cada trabajo de iluminación que hacía para acercarme a los futuros entrevistados y seguir un poco preguntando y aprendiendo de ellos y bosquejar qué tema en común podría plantearme”.
El siguiente año, anota, fue más activo. “Cuando inició el semestre de la unidad de titulación, en noviembre de 2019, junto a mi tutora, Paula Rodríguez, definí utilizar una estrategia de investigación cualitativa fenomenológica, en la cual es más importante la calidad del muestreo y no su cantidad. Realicé ocho entrevistas semiestructuradas. Luego hice un análisis descriptivo, que es lo que más tiempo ha tomado; darle una línea argumentativa a toda la información que me dieron los entrevistados”.
Para la sustentación de su tesis, Aracelly Sánchez comenta que pensó en realizar un ejercicio escénico con el método que se utiliza para iluminar en Guayaquil, que es lo que halló en su investigación, pero con una estética propia. “Cuando se me anunció vía email que debido a la emergencia sanitaria por COVID-19 la defensa no iba a ser presencial pensé en el tiempo de luto que muchos están pasando. Fue complejo, me sentí un poco egoísta al aceptar, pero al tener el privilegio de contar con las herramientas necesarias para realizarla de manera virtual y dado lo complicado y aventurado que han sido para mí estos cinco años de carrera, tomando en cuenta que no podemos saber si mañana seguiremos vivos o no, decidí hacerlo apostando a que luego de todo esto podré seguir indagando en esta investigación y llevándola a la práctica ya sin el peso que implica estar inmerso en el ámbito académico”.
Añade que el jurado de tesis le hizo notar la importancia de incorporar su experiencia en la investigación. Le preguntaron por qué la consideraba pertinente y respondió que como universidad era importante relevar el conocimiento que ya existe en el medio al que hace tan poco tiempo se insertó la UArtes. “Y me parece que desde las otras áreas y artes es necesario esto, pues hay mucho de esas experiencias que pueden nutrir el ámbito académico y viceversa”. Su tutora mencionó lo interesante de ir creando núcleos de investigación por áreas.
Aracelly Sánchez dice no pensar mucho en el futuro. Opta eso sí por seguirse preparando. “El 4 de mayo iniciaré un taller online sobre iluminación escénica con Daniel Zalamea y sigo registrando un poco cómo ha sido la luz en estos días para poder llevarla a la escena”.
En la foto, el ejercicio de graduación de la obra Pluma y La Tempestad en la cual Aracelly Sánchez diseñó la iluminación.