Con interesantes artículos como “Madeinusa: neobarroco, fiesta y profanación en Los Andes”, escrito por el poeta y profesor de la Universidad de Cuenca, Galo Alfredo Torres; y, “Ni pienso ni existo. Una lectura moral de Pelo Malo, de Mariana Rondón”, de la investigadora Sandra Caula, se encuentra en su sitio web y en el de UArtes Ediciones la más reciente publicación de la revista cuatrimestral Fuera de Campo, especializada en cine y perteneciente a la Universidad de las Artes.
Se trata del Volumen III, Número 3, el cual es solamente digital. Arturo Serrano, director editorial de Fuera de Campo, explica que, a pesar de la emergencia sanitaria por la que atraviesa el país y que llevó a una cuarentena nacional para evitar la propagación del COVID-19, no hubo problemas con su elaboración: “Todo el trabajo de la revista siempre ha sido online, el envío de los manuscritos, la recepción de los manuscritos y la corrección”. Sin embargo, por esta ocasión no habrá una publicación impresa.
Agrega que el volumen contiene varios ensayos con miradas hacia producciones latinoamericanas. Junto con los ya mencionados, en el segmento Artículos, consta el titulado “Comportamiento de la audiencia guayaquileña frente a las nuevas plataformas de exhibición de producción cinematográfica”, de la autoría de Martha Murga y Jack Coronel. Y en el espacio Miscelánea: “Ocho espectadores en busca de una autora. Reseña del filme La mala noche (Gabriela Calvache, 2019)”, escrito por la curadora y docente de la UArtes, Amalina Bomnin; “El retorno del documental fiscal acusador”, de María Emilia García; y, “Sobre la utilidad de la historia del cine para los realizadores. Una entrevista con David Bordwell y Kristin Thompson”, del equipo editorial.
Arturo Serrano menciona también que ya se encuentran en la edición de la siguiente entrega de Fuera del Campo, la cual circulará, asimismo, de manera digital. Desde su primer número, la revista dejó sentada su concepción: convertirse en un espacio donde los investigadores en cine de todo el mundo –especialmente de América Latina– puedan publicar los resultados de sus investigaciones en un contexto tan riguroso como el de las academias norteamericanas y europeas, pero con una actitud más amigable hacia productos que responden a las necesidades del investigador de esta región.
Para leer el reciente número de Fuera de Campo: