Juan José Andrade es el autor de El mercado mundial de los jugos de fruta, un proyecto expositivo que presentó previo a la obtención del título de licenciado en Artes Visuales por la Universidad de las Artes y que lo lleva a analizar el comercio de este tipo de productos, levantando ficciones que colindan con la economía, la nación, la comida, los viajes, los envíos, el exceso, los consumos, las excreciones, los líquidos.
“Mi interés por las historias entrecruzadas ha derivado de la carga narrativa de estos objetos, por lo que los procesos de consumo se ven interrumpidos por una refracción de ese desecho; como si en esa acción de descartar se revelara una narrativa potencial, una primera violencia”, indica Juan José Andrade en el documento de su tesis, la cual sustentó ante el tribunal de defensa integrado por los docentes Jorge Aycart, tutor del proyecto expositivo; Armando Busquets e Ilich Castillo.
El mercado mundial de los jugos de fruta genera experimentaciones en torno a las relaciones entre el proceso artístico y el sistema digestivo. Analiza, asimismo, el deterioro de las obras de arte, la digestión de conceptos, el consumo de organismos y la inevitable excreción de objetos, desde obras previas y de referentes del mundo del arte.
El documento intenta situar un caso expositivo específico, para profundizar sobre problemas como la producción y la pérdida; el funcionamiento de estos procesos pretende generar una analogía entre las experimentaciones plásticas (fotografías, esculturas y videos) y las excreciones orgánicas de los organismos.
Lo tituló El mercado mundial de los jugos de fruta por el hallazgo que hizo de un libro estadístico con igual nombre en la bodega de un edificio. La situación de olvido y residuo que supone este encuentro se relaciona con el de la exposición en una frutería específica de la ciudad de Guayaquil, ya que las cuatro obras que componen la muestra buscan suspender su condición material para situarse en relación con los gastos innecesarios y los regalos.
El proyecto expositivo se compone de cuatros partes. La primera, articulada bajo la idea de compost, un repositorio de palabras e imágenes que naufraga en una página de internet y que constituye una pieza de texto para la muestra. La segunda, “Pira”, consiste en la cremación del libro estadístico en el mercado y la inyección de tintas oscuras en algunas frutas. La tercera, “Feto”, es un video que contiene apuntes audiovisuales en relación con los líquidos. Y, la cuarta, una serie de fotografías bajo el nombre de “Bolos aéreos y los Panales debajo del páramo”, que registran, respectivamente, el avistamiento de masas de pulpas de fruta volando y la cadencia de viajes truncados.
Su intención, anota Juan José Andrade, es evidenciar el potencial de una obra de arte como un espacio y tiempo suspendido, señalando a la masa oscura, ausente y presente a la vez. Los trayectos sin sentido del proceso artístico arriban al espacio expositivo despojados de certezas.
En El mercado mundial de los jugos de fruta su autor pretende generar conexiones innecesarias entre el libro encontrado y una bitácora de apuntes constituida por dibujos, fotografías, objetos y videos.