Con Danza contacto improvisación y la educación física escolar, Patricio David Albarracín Castro presenta en su proyecto de investigación teórica un panorama de la danza de contacto a partir de sus orígenes y de sus alcances estéticos, políticos y éticos.
El ahora licenciado de la carrera de Creación Teatral, de la Escuela de Artes Escénicas de la Universidad de las Artes, también formula en su tesis de grado una revisión histórica y curricular de la educación física escolar en el contexto ecuatoriano, en donde se otorga especial atención a la relación de este campo con la esfera social, así como al lugar del cuerpo en el devenir histórico.
Los miembros del tribunal de defensa fueron los docentes María del Pilar Aranda, tutora del proyecto de investigación; María Sol Rosero y Santiago Harris Hermida.
Tomando como eje transversal a la corporeidad, Patricio Albarracín articula postulados de esta forma de danza con algunas de las propuestas pedagógicas de la educación física ecuatoriana vertidas en el Currículo Nacional Obligatorio.
El Contact-Improvisation es tomado como punto de partida para repensar o profundizar cómo esta asignatura escolar está proponiendo asumir lo corporal, tanto a nivel intrapersonal e interpersonal como social. El objetivo es formular una perspectiva crítica y propositiva sobre los procesos escolares de enseñanza aprendizaje en torno a la corporeidad.
El objetivo general del trabajo es desarrollar una perspectiva crítica y propositiva en torno a la educación física escolar a partir de las perspectivas que ofrece la Danza de Contacto Improvisación. Con la educación ecuatoriana como contexto, se ensaya un aporte específico al respecto del lugar del cuerpo y la corporeidad en los procesos de enseñanza aprendizaje de esta área del conocimiento escolar.
El exestudiante de Creación Teatral plantea las siguientes conclusiones de su trabajo: Existe un parcial acceso a lo que comprendería la unidad curricular (su discurso curricular y su implementación práctica).
Este trabajo se enfocó en el discurso curricular como la guía a nivel nacional, como la realidad que todas las instituciones deberían tener o a la cual deberían tender. Sin embargo, en Ecuador –así como en gran parte del mundo– esto es mucho más complejo.
La parte práctica del currículo fue inaccesible debido a su compleja realidad marcada esencialmente por tres factores: el capital financiero, el capital humano y la multiplicidad de realidades posibles para un área educativa, en un país con cuatro regiones climáticas, con conos urbanos tan diferentes a los sectores rurales, con escuelas unidocentes, «del milenio», particulares, fiscales, fiscomisionales, etc.
El currículo de educación física escolar ecuatoriana tiene una concepción holística del cuerpo, reconoce la multidimensionalidad del ser humano y se plantea estrategias educativas complejas a fin de desarrollar de la mejor manera las diferentes dimensiones de la corporeidad.
Hay un importante enfoque inclusivo que orienta esfuerzos hacia el respeto y la convivencia de las diferentes capacidades que un cuerpo puede tener y asienta sus objetivos en prácticas corporales basadas en el placer, el juego, el respecto, la convivencia, entre otros principios.
Se podría concluir que hay un camino trazado que se alimenta de tendencias actualizadas al respecto de la corporeidad y la pedagogía del cuerpo, sin embargo, se podría decir también que perdura una postura tibia con respecto a la generación de espacios donde se supere integralmente el discurso moderno.