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Un estudio del devenir animal en “Los papeles salvajes” de Marosa Di Giorgio

Para su tesis de grado, previa a la obtención del título de licenciada en Literatura, Jenniffer Zambrano Valarezo presentó como tesis el proyecto de investigación teórica “El devenir animal del sujeto femenino en Los papeles salvajes de Marosa Di Giorgio”.

Ante los docentes de la Universidad de las Artes, Paolo Vignola, su tutor; María Paulina Briones y Andrés Landázuri, ella sustentó que para estudiar Los papeles salvajes, colección completa de poesía de la autora uruguaya Marosa Di Giorgio, empleó algunos conceptos de los filósofos Gilles Deleuze y Félix Guattari. “Esto a partir de la sospecha de que en el universo que construye Di Giorgio se generan ciertas dinámicas que manifiestan una alianza determinada entre los sujetos femeninos y los animales. Estos sujetos mantienen un vínculo intenso, a veces secreto, en el que surgen formas y lenguajes que permiten, pero también refuerzan, estas relaciones. Además, en esta misma línea, tomamos fragmentos de una ficción de la filósofa Donna Haraway para continuar con la reflexión en torno a la simbiosis humano-animal, que está presente en la totalidad de la obra de Di Giorgio y que nos lleva a cuestionar las jerarquías establecidas arbitrariamente en este mundo, pero también nuestra constitución como seres humanos, esto es, nuestra identidad”.

Agrega que prácticamente desde el propio origen de la filosofía, los animales han sido parte de la reflexión teórica del hombre. “Si indagamos adecuadamente, podemos seguir el rastro de cómo han sido representados en cada momento y cómo, cada vez, esta representación estaba sujeta a los cambios sociales que se suscitaban. Los animales, entonces, eran una de las maneras en que el hombre, al compararse con ellos, reivindicaba su inteligencia y, por lo tanto, su poder. Sin embargo, el que esta idea de superioridad coincidiera con la del hombre, blanco, heterosexual era esclarecedora respecto al funcionamiento de estas estructuras de poder. Tuvieron que pasar varios siglos hasta que la idea de hombre, tal y como se conocía, comenzara a difuminarse. Las nuevas búsquedas para construir identidades no se basaban en las contraposiciones de dos partes que parecían excluyentes entre sí, sino que se pensaba al hombre en conjunto con lo animal (y lo natural, etc.)”.

A causa de estos cambios, la mirada hacia los animales se fue transformando en gran medida y ya no se los calificaba de autómatas, que carecían de la capacidad de sufrir, “como alguna vez planteó René Descartes en el Siglo XVII. Enmarcados en este contexto de apertura hacia nuevas definiciones y conceptos, comenzaron a aparecer pensadores reflexionando asiduamente sobre este tema. En la actualidad se puede encontrar un espectro más amplio de obras, autores, revistas, conferencias y actividades relacionadas con ellos”, explica.

Marosa Di Giorgio, refiere Jenniffer Zambrano, es una de las autoras que escribe en medio de estas transformaciones gracias a las cuales fue posible concebir la poesía de la manera en que ella lo hizo. “No obstante, aunque afirmemos esto, lo cierto es que apenas en los últimos años han aparecido estudios y análisis de su obra, que, al menos durante un tiempo, no recibió la atención que merecía. La coyuntura actual, además de permitir que estudiemos libremente la obra de esta autora, lo exige. El giro animal, el posthumanismo, y una serie de corrientes contemporáneas nos obligan a voltear hacia este tema y a esta autora casi dejada de lado”.

En particular, señala la autora de la tesis, “lo que nos concierne en este análisis es contemplar bajo qué parámetros ocurren las relaciones entre las especies y, sobre todo, las razones que hay detrás. Sea por un devenir animal por el que los personajes transitan continuamente o por la necesidad de generar parentescos con otras especies, nuestro interés radica en descubrir los intersticios que permiten estas conexiones”.

La línea que separa lo femenino de lo animal en la obra de Di Giorgio se torna difusa y los cuerpos de estos seres se transforman, mutan hasta ser indistinguibles, demostrando una similitud en cuanto a las situaciones de ambos, es decir, semejanzas en las formas en que habitan el mundo, en los procesos que atraviesan sus cuerpos y los espacios a los que han sido relegados. Pero estas analogías entre lo femenino y lo animal no solo nos muestran las condiciones a las que estos seres están sujetos, sino que, al mismo tiempo, debido a estas aproximaciones, se consigue subvertir las jerarquías del mundo como lo conocemos.

“Es, por todo lo dicho, que reflexionaremos, a partir del uso de herramientas filosóficas, sobre las implicaciones que tienen estas relaciones en la obra de Di Giorgio. Qué significa ese devenir, ese giro del orden en los mundos que ella imagina, y de qué manera nos hace pensar la contemporaneidad. Así pues, el propósito de este trabajo es profundizar en las temáticas ya indicadas, mediante una selección de textos específicos de Los papeles salvajes, que nos son útiles para seguir con el problema”, indica.

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