Logo-UArtes-white
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Maestría en Políticas Culturales y Gestión de las Artes, meta lograda por Rosa Armijos

Realizar la Maestría en Políticas Culturales y Gestión de las Artes fue un sueño que Rosa Armijos Acosta había alimentado por mucho tiempo. Se convirtió en realidad en diciembre de 2020 cuando culminó su preparación en la Universidad de las Artes y obtuvo el título de cuarto nivel. Indica que como egresada del Colegio de Bellas Artes Juan José Plaza, artista plástica, gestora cultural y docente ser magíster era la pieza clave que le faltaba completar en el ámbito profesional.

Lo comenta para compartir la experiencia, así como la investigación que realizó para obtener el masterado, y porque en la UArtes las postulaciones para esa maestría y la de Fotografía y Sociedad en América Latina se mantendrán abiertas hasta el 19 de febrero próximo.

“Me siento muy orgullosa de la UArtes, su equipo de docentes comprometidos con lo académico, la investigación, la praxis y sus valores éticos, los cuales han sido parte fundamental para mi desarrollo profesional”, expresa Rosa Armijos, quien para obtener el título de Máster en Políticas Culturales y Gestión de las Artes presentó como tesis el tema “Los rituales de la muerte en tiempos de pandemia en la ciudad de Guayaquil en el 2020”.

Se trata de una investigación que surgió el 1 de marzo del 2020 cuando en rueda de prensa la entonces Ministra de Salud Pública del Ecuador, Catalina Andramuño, confirmó el primer caso de muerte en Guayaquil debido a la pandemia por COVID-19. Es así que la muerte se presenta como una bofetada, una deshonra, dice. “El pánico, el miedo, la ansiedad, la incertidumbre se apoderan de los ciudadanos y sobre este cumulo de sentimientos los organismos gubernamentales imponen reglas y normas de cómo debíamos asumir la muerte de nuestros seres amados, queridos o conocidos. De un minuto a otro la cosmovisión del guayaquileño sobre las prácticas funerarias, los cultos mortuorios o cualquier imaginario sobre el rito a la muerte se anularon, se quebrantaron”.

Agrega que los líderes políticos no consideraron los procesos mortuorios y señala lo que dicta el Plan Nacional del Buen Vivir Toda una Vida, en cuanto a que los ecuatorianos tienen derecho a una muerte digna, a la protección y reconocimiento de la cosmovisión del mundo de las ideas para salvaguardar el patrimonio material e inmaterial. Por tanto, “es un derecho que tenemos los ecuatorianos de que se den las garantías necesarias para que se respete el entendimiento que se tiene sobre los procesos que embargan a la muerte y su significado frente a la vida”.

Entre los datos que acuñó para su investigación constan los números y las situaciones varias que hasta entonces había ocasionado la pandemia en Guayaquil: 1.762 fallecidos, 41 cuerpos desaparecidos, una desatinada decisión de entregar ataúdes de cartón, una promesa de hacer fosa común, el silencio de los ricos, el grito de dolor de los pobres, la incineración de cuerpos entrados en descomposición en los suburbios, los colchones tirados en las esquinas, los contenedores refrigerantes para cadáveres fuera de los hospitales, la prohibición de abrazarse para llorar, los entierros rápidos sin flores ni plegarias. Todos son solo algunos de los rituales de muerte en tiempo de pandemia en el Guayaquil de 2020.

Rosa Armijos añade que en tiempos de crisis se quebrantan, violentan, anulan los rituales funerarios para que prevalezca la vida, prescindiendo del valor de la muerte como un proceso que se encuentra omnipresente en ella, anulando el papel de los ritos como vínculos entre el ser humano y su cultura, en donde la identidad es un factor que favorece la paz y le da sentido a la vida. “Es necesario crear planes, políticas, programas que contribuyan al ejercicio de los derechos culturales en todo momento, pero especialmente en épocas de crisis sanitarias. Que se otorgue a las víctimas de desastres como este su valor frente a la angustia, al desasosiego y a la desesperación y que puedan encontrar el regocijo en los rituales funerarios. Esa sería la mejor manera de rendirle tributo a la vida”.

La magíster en Políticas Culturales y Gestión de las Artes indica más cifras. Son las del tiempo que le tomó recabar el contenido de su tesis: siete meses de indagación (de marzo a septiembre) y cinco meses exclusivos de investigación (de marzo a julio). La metodología que aplicó tuvo enfoque cualitativo y analítico crítico, y las herramientas utilizadas: revisión de medios masivos de comunicación y las publicaciones en redes sociales con la intención de confrontar estos tipos de informaciones. Consultó y entrevistó a especialistas en el tema, y dio cuenta de los pronunciamientos que se hicieron por esas vías.

Rosa Armijos también señala como importante la revisión de material teórico sobre los símbolos y su importancia. Lo ritual y los comportamientos sociales ante la muerte fueron fundamentales. “A través de la plataforma Zoom realicé entrevistas a historiadores e investigadores como Parcival Castro, Wilmar Ordoñez y Fernando Mancero”.

Maestrías UArtes

Junto con la Maestría en Políticas Culturales y Gestión de las Artes, la Universidad de las Artes propone otras tres: Fotografía y Sociedad en América Latina, Escritura CreativaComposición Musical y Artes Sonoras.

La información de cómo postular, del perfil de ingreso que debe tener el profesional que busca postularse y de lo que obtiene al concluir su preparación académica, así como las asignaturas, la duración y los costos están en el sitio web de la UArtes (https://www.uartes.edu.ec/sitio/).

Comparte esta nota