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El CEPAM participó en uno de los diálogos de la Semana Cero

En la última jornada de la Semana Cero de la Universidad de las Artes, que se inició el lunes 29 de abril y concluyó hoy, jueves 29 (mañana viernes 30 no habrá actividad por el feriado del 1 de mayo), los diálogos virtuales estuvieron dirigidos a tratar temas sobre la violencia contra la mujer y el procedimiento a seguir en casos de acoso, discriminación y violencia de género; a conocer en detalle el Club Ecológico; y, a participar en la presentación del tercer número de la Revista F-ILIA, editada por el Instituto Latinoamericano de Investigación en Artes.

Así, a las 10:00, en la primera de las citas mencionadas, hizo su presentación la psicóloga Anabelle Arévalo, quien es gestora de servicios integrales del Centro Ecuatoriano para la Promoción y Acción de la mujer (CEPAM). Esta es una organización sin fines de lucro creada en 1983 para velar por la atención exclusiva a mujeres que han sufrido o sufren de maltrato, discriminación y cualquier tipo de violencia que atenta contra su integridad y sus derechos como personas vulnerables en la sociedad.

Contando con la participación de 18 personas conectadas, entre ellas, estudiantes y miembros de la Secretaría de Bienestar Universitario de la UArtes, se dio espacio al diálogo abierto para que las y los estudiantes manifestaran sus inquietudes. La psicóloga del CEPAM indicó que es muy difícil para una mujer denunciar una situación de violencia porque existe un pensamiento patriarcal ya establecido. Acercarse y denunciar es de valientes, refirió ante la interrogante de una estudiante respecto a los casos reportados. “Las amenazas se vuelven reales y se cumplen. Aquello de ‘si me dejas te mato’ ya no solo es manipulación, sino no existieran los femicidios”, dijo y reveló que, lamentablemente, existen victimas de femicidios que tenían la denuncia en la cartera y no alcanzaron a tocar el botón de pánico.

En la presentación de estos denominadores comunes en casos de violencia y acoso, la gestora de servicios integrales del CEPAM también explicó sobre el conjunto de acciones y situaciones de manipulación por parte de las parejas de estas víctimas, que terminan siendo afectadas emocionalmente y que por temor deciden permanecer en silencio, dejando la puerta abierta a más actos violentos donde se perpetúan el daño físico y emocional.

Una de las conclusiones que dejó la expositora fue la de reconocer que la importancia de defender a la mujer para la CEPAM radica en examinar las conductas machistas que existen en las relaciones y en la sociedad marcada por el patriarcado. Los escenarios llenos de acciones que son vistas de forma usual y que son aceptadas como normales y que llevan a ese mismo escenario violento donde la manipulación puede llegar a convertirse en un femicidio, como el de tantos ocurridos ya en un país, donde recientemente se empieza a visibilizar la vulnerabilidad de la mujer. Este entramado de situaciones dentro de un país patriarcal conduce a la revictimización de la mujer.

“Si empiezas a interrogarla, no la estás apoyando”, señaló al mencionar uno de sus puntos de qué es lo que se debe hacer frente a una situación de violencia con una mujer que se atreve a contar lo sucedido. “No ayudan comentarios como ‘¿por qué permitió que le pase esto’?, ¿por qué no se alejó de él?, ¿por qué no se separó?”, pues son interrogantes que solo logran hacer sentir responsable a la víctima”.

En la presentación, Anabelle Arévalo explicó sobre la “Ruta de atención integral CEPAM”, denominación de los servicios prestados por la organización una vez que recibe a la víctima de acoso o violencia. Esta se divide en la recepción, que es donde se muestra la fuente de referencia: denuncia propia, vía telefónica u otras instituciones; una entrevista de acogida, en la que se recopilan información de la víctima, como sus datos personales y socioeconómicos; valoración de riesgo a los que se enfrenta la víctima; identificación y análisis de la demanda; y, un registro informático. La víctima es, a su vez, derivada a una entidad judicial, fiscalía o unidades especiales de violencia, a fin de que el caso sea llevado a instancias legales.

El CEPAM, agregó, ofrece atención especializada directa con la víctima, decisión que depende únicamente de ella, pues tras dialogar y conocer su caso se le sugiere recibir atención psicológica o de algún grupo de apoyo entre compañeras víctimas de violencia.

La Universidad de las Artes es una institución que se encuentra en total apoyo con su comunidad y con las mujeres estudiantes, en especial que se sientan en una situación de peligro. Es por este motivo que organizaciones invitadas, como el CEPAM, que enfrentan estas situaciones a diario se manifiesten de forma enfática, a fin de guiar a las estudiantes que requieran ayuda o que conozcan de algún caso en particular.

Desde la Secretaría de Bienestar Universitario se informó que a través del protocolo ADVG se procede a intervenir en los casos particulares de acoso de forma única y confidencial con las estudiantes y los estudiantes. Manuel Ayavaca, como trabajador social de la UArtes, es el encargado de recibir este tipo de denuncias y tomar las debidas acciones para defenderlos del agresor. Estar presente en este tipo de presentaciones permite involucrar a las estudiantes y a la comunidad universitaria en un vínculo más cercano.

Manuel Ayavaca, presente en la cita, puso a disposición su dirección de correo institucional manuel.ayavaca@uartes.edu.ec

Al cierre de la actividad, Anabelle Arévalo puso disposición de todas y todos números de emergencias y entidades dónde una mujer en caso de violencia puede acudir, entre ellos, Casa de Acogida Hogar de Nazareth recepción@hogardecristo.org.ec , Amiga ya no estás sola beagonpm@guayaquil.gov.ec, Fundación María Guare fmariaguare@gmail.com, y CEPAM aarevalo@cepamgye.org.

Texto: María Fernanda Hidalgo, estudiante de la Escuela de Literatura/Carmen Cortez

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