Diego Benalcázar, quien es docente de la Escuela de Artes Sonoras, participó como invitado en la sesión número 9 del Órgano Colegiado Superior (OCS), en cuyo orden del día estuvo el análisis y aprobación del expediente de las carreras de Producción Musical, cuya coordinación académica está a su cargo; de Artes Musicales y Sonoras y de Artes Visuales. Él expuso los criterios y procesos que llevaron a la actualización de las mallas curriculares.
(Lo que se dijo en el pleno) En la carrera de Producción Musical y Sonoras hay tres itinerarios: Producción Sonora para Cine y Medios Audiovisuales; Innovación y Nuevos Medios; y, Sonido en Vivo, con cuatro asignaturas cada uno. Diego Benalcázar hizo referencia al problema que surgió al no haber tenido límites con sus itinerarios, llegando a los cinco. Esto provocaba que los estudiantes, siendo pocos, se dividieran en clases muy pequeñas. La implementación de estos tres itinerarios se consolida al ser los más elegidos en la carrera. En el quinto semestre, se hallan tres materias que son como una introducción a cada una de las opciones de itinerario, para que los interesados puedan escoger de forma más precisa cuál es el apropiado. El itinerario se escoge en sexto semestre
También explicó que la malla en sí contiene un cambio significativo y es la unificación de ambas carreras dentro de la Escuela de Artes Sonoras. Esto se logró a través de un tronco común de las Teorías Musicales. Esta unificación puede apreciarse en diferentes áreas de la malla, tales como el Área Transversal, que no ha visto ningún cambio con respecto a otras carreras; el Área de Ejecución Instrumental, donde sí se ha hecho un cambio acorde a la necesidad que tenían los estudiantes, que es subir de dos semestres a cuatro semestres las clases de Instrumento Principal (en esta clase los alumnos trabajan con el instrumento que utilizaron en sus audiciones para entrar a la carrera). En esta misma área tenemos la materia de Instrumento Complementario (clase donde se aprende a utilizar un segundo instrumento que complemente el principal) y el Área de Teoría Musical, justamente del tronco de transversales, donde encontramos las materias de Lenguaje Musical I, II y III, Armonía I y II, y Arreglos I y II, mismas que se encuentran en la Escuela de Artes Musicales y Sonoras.
La siguiente es el Área de Producción Musical, donde existen flujos que van desde el primer semestre hasta el último, desde Introducción al Sonido de Grabación, Estación de Audio, Técnicas de Grabación I y II, Mezcla I y Mezcla Avanzada, y luego también Producción Musical I, II y III. Uno de los cambios establecidos es el hecho de que antes solo había Producción Musical I y II, pero se agregó el tercer nivel para aquellos que cursen el último semestre. También está el Área de Acústica, con Matemáticas, Acústica Musical, Taller de ElectroAcústica, y Acústica Arquitectónica, que complementan la enseñanza con la Producción Musical.
La Unidad de Integración Curricular, señaló Benalcázar, está compuesta por siete créditos; dos créditos se toman en séptimo semestre, con la materia de Investigación en la Producción Musical (donde se desarrolla el anteproyecto), y cinco créditos en octavo semestre con el Proyecto de Titulación, ocupando el semestre entero para esta tarea, junto a las materias que lo complementan. Por ejemplo, se encuentran las clases finales de cada uno de los itinerarios, donde el estudiante puede apoyarse para el desarrollo de su proyecto final, así como la clase de Producción Musical III, junto con la clase de Industria y Gestión Musical, donde el estudiante puede desarrollar el método de distribución o la campaña de su proyecto fonográfico, audiovisual o de su investigación.
En diálogo con InfoUArtes, Diego Benalcázar, quien se manifestó feliz con lo obtenido, dijo que ha sido un arduo trabajo de profesores, estudiantes y administrativos para la realización de este expediente y este demuestra todo lo que se ha desarrollado y evolucionado en la carrera dentro de estos cinco anteriores años. Esto va en función también al desarrollo de la carrera y la industria.
Tras las resoluciones adoptadas por el OCS, se envía al Consejo de Educación Superior que da el visto bueno y ofrece una vigencia para poder ofrecer cupos en esta nueva malla. “Una vez que el CES apruebe lo que hemos ofrecido, nosotros tendremos que hacer una planificación para la homologación de ciertos semestres que pueden entrar en esta nueva malla de personas que ya hayan entrado a la universidad los primeros semestres”.
El coordinador académico de la carrera de Producción Musical y Sonora mencionó que sus funciones consistirán en mantener todo en orden si se aprueban las resoluciones por el CES para que la nueva malla entrante tenga una transición fluida.
Con respecto a la situación futura de estudiantes actuales, afirmó que habrá un punto de quiebre “en el cual nosotros evaluaremos si se suman a la nueva malla o se quedan con la anterior, tomando en cuenta su bienestar. Los nuevos alumnos entrarán ya con la nueva malla en rigor, si es aprobada por el CES. “Tenemos que planificar todo de forma meticulosa por medio del plan de homologación, el cual tendrá que hacerse para no perjudicar a nadie”.