“Bitácora de cuerpos”, así es como los estudiantes de Creación Teatral de Nivelación titularon junto con su docente, Vanessa Guamán, a la presentación que realizaron en el lobby del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC). Ocurrió este miércoles 26 de febrero, en las jornadas artísticas y creativas que marcaron el cierre del programa de la Universidad de las Artes.
Tras la bienvenida y las intervenciones de Juan José Rocha, director de Acompañamiento para el Éxito Académico, y de Blanca Rivadeneira, jefa de Nivelación, los alumnos se tomaron el lugar para con el movimiento de sus cuerpos narrar sus experiencias durante el proceso formativo. Llegar, conocerse, hacer amigos, compartir, hurgar en las pertenencias guardadas en sus mochilas y compartir; al final, lo aprendieron se fusiona con un intercambio de saberes que los impulsa a seguir alcanzando metas.
Vanessa Guamán corrobora lo que la escena transmitió. “Ciertamente, los estudiantes narran su historia de llegada y conocimiento, lo cual se llevan en la maleta. Es parte de un proceso que se cierra con las jornadas y que da inicio a otro. Es uno de los temas que trabajo con mis estudiantes: hay ciclos y hay que cerrarlos para iniciar otros. Ese ciclo que concluye, nos deja algo y es por ello que queda la pregunta abierta de qué es lo que se llevan en la maleta, lo cual no vemos”, explicó.

Para Guamán, la Nivelación concluida es la quinta “y esta vez me arriesgué a trabajar ese tipo de temas, porque antes era mucho más corporal. Ahora hay corporalidad, pero también una narrativa. Creo que es interesante. Yo trabajo basándome en lo que los estudiantes me pueden dar. La propuesta viene a partir de cómo he trabajado con ellos durante las clases”.
El trabajo de sus estudiantes, así como su compromiso e incluso sus nervios interesan a la docente, pues los hace sentirse libres. “Para mí es mucho más importante que ellos lo disfruten. Que aprendan a actuar, eso será después. Lo primero es que se conecten entre ellos y que puedan trabajar con sus cuerpos y emociones. Que se conecten para que después puedan crear”.
Entre los 18 intérpretes de Creación Teatral que participaron en la muestra escénica estuvo Gastón García, quien dijo valorar todo el proceso. Anotó que la “Bitácora de cuerpos” que protagonizaron puso en evidencia cada movimiento y desenvolvimiento que fueron teniendo y aprendiendo. “Ha sido increíble, para mí un proceso personal de descubrimiento que me permitió darme cuenta de que puedo tener mucha elasticidad en mi cuerpo, lo cual a veces uno mismo no se lo cree. El momento de demostrarlo y explotarlo al máximo fue único y espectacular”.
Los movimientos de la Danza
También de Artes Escénicas, en la jornada del cierre de Nivelación la carrera de Danza tuvo su exposición de resultados. Vestidxs de negro, los intérpretes presentaron en el lobby del MAAC improvisaciones, danza contemporánea, consigna de posiciones, baile con instrumento en vivo. Lo hicieron al ritmo de la agrupación musical de los alumnos de las carreras de Artes Sonoras. “Nos desplazamos al son de ‘Gracias a la vida’ (versión rítmica del tema que popularizó la argentina Mercedes Sosa), también hicimos secuencias en sillas y en la escalera”, indicó Maholy Govea, una de las ejecutantes, quien se manifestó satisfecha y agradecida por el proceso formativo de la UArtes. Era el inicio de una carrera en la que buscará profesionalizarse, agregó.

Tamia Sánchez, su docente –graduada de pregrado en la UArtes y próxima a concluir la maestría de Artes Escénicas, también en la universidad– manifestó que, para la puesta en escena y acorde con lo aprendido durante el proceso, se hizo un trabajo conjunto con las artes sonoras y la danza. “Lo que propusimos fueron improvisaciones a partir de algunos instrumentos y algunas consignas de movimiento, para que vayan probando (los estudiantes) cómo es trabajar con música en vivo y la relación entre el sonido y el movimiento”.
La danza siempre ha estado conectada con la música, añadió. “La Nivelación ha sido un proceso de compartir saberes. Los alumnos vienen trayendo cosas que comparten con los docentes. Algunos han tenido algunas formaciones en academias y vienen incluso del mundo de las competencias y aquí descubren que la danza también puede ser movimientos, quizás más sutiles, conectar con el cuerpo y comprender sus necesidades, comprender su respiración, comprender el conectar con los otros y estar presentes”.
Hay toda una comunión entre mente, cuerpo, espíritu y memorias, entonces, el proceso resulta muy nutritivo de lado y lado. “Yo también aprendo mucho de ellos y me actualizo mucho, por ejemplo, de la música que ellos escuchan y de las canciones que bailan. Compartimos y aprendemos mutuamente”, concluyó Tamia Sánchez.








