“¿Qué traes en la cabeza?”

No era la primera vez que la Escuela de Literatura celebraba el Día Mundial del Libro y Derechos de Autor con una actividad integradora, en la que los estudiantes pudieran compartir sus poemas y junto con sus docentes llegar a la cita ataviados con aquello que sustentara su temática. En este 2025, el “Roba Libros”, que tuvo lugar justamente el miércoles 23 de abril, la fecha conmemorativa, observó algunas novedades.

Fue organizado por los estudiantes, con apoyo de sus docentes; tuvo como tema la interrogante “¿Qué traes en la cabeza?”, a fin de que las y los participantes dieran rienda suelta a su imaginación y llevaran sombreros de formas y estéticas diversas; y brindó espacio para que los alumnos impulsaran sus emprendimientos en varios de los stands que se ubicaron en la Sala Multifuncional de la Biblioteca de las Artes.

Los que no llevaron sombreros, dijeron llegar con ideas, creaciones literarias y, por sobre todo, con un libro que debían dejar en una larga mesa. Allí, las obras no solo se fueron ubicadas, sino asignadas con un número que constó en numerosos papelitos que se depositaron en una funda para ser luego cantados. Los participantes debían estar atentos al llamado para retirar la publicación que, al azar, tenía su números. Y como la dinámica era “Roba Libros”, “hay que cruzar los dedos para que nadie lo reclame”, expresó una de las alumnas.

Previo a esta actividad, que centró lo programado, varios estudiantes compartieron sus poemas. Valeria Martillo, de segundo semestre de Literatura, compartió dos que, dijo, los creó al calor de experiencias cotidianas, como encontrar a alguien en un bus o hallar un celular perdido en la calle. A uno lo tituló “Pasajero en números desconocidos”, al otro aún no le ha dado nombre.

Paola Salazar, por su parte, leyó el poema “Vida blanca”, que expresaba el desahogo de una mujer ante un desamor, y Cecibel Cortés, de segundo semestre de Literatura, “Mamá, te he traicionado”.

En tanto la lectura de los poemas se daba, en los stands se ofrecían diversidad de productos. En uno, denominado “La maga”, había llaveros, bloques de notas y separadores de libros. Objetos utilizados en el día a día, mencionó Jéssica Cevallos, de segundo semestre de Literatura.

Recorriendo el lugar, atento al más mínimo detalle y requerimiento estuvo el estudiante Gabriel Delgado, quien lideró el equipo organizador del “Roba Libros” y participó con un stand donde expuso las publicaciones de Entrópica, la editorial que creó con compañeros en la UArtes y que haciéndose eco de la temada de la cita publicó el fanzine “El hechizo del roba libros”.

Para propiciar la participación e involucrarse en la gestión cultural, el funcionamiento y el acto de emprender no solo de alumnos de Literatura, sino de Artes Visuales es que realizaron una miniferia dentro de la Sala Multifuncional de la biblioteca, contó. “El programa de ‘Roba Libros’ se armó para poder convivir y que ocurran diferentes actividades al mismo tiempo”, dijo.

Ana Paula, de octavo semestre, llevó a la mesa de su stand separadores de páginas o marcapáginas hechos artesanalmente y origami. También con objetos elaborados artesanalmente participó con un stand Carla, de primer semestre de Educación Artística e Intercultural.

Junto a los estudiantes, el docente Johnny Guerra, de la carrera de Educación Artística e Intercultural, ubicó un improvisado y particular stand. Lo caracterizó como uno donde se leen las cartas, pero no. Aunque él llevó un sobrero alargado y a su espacio lo llamó “El loco del tarot”, lo que tenía dispuestas sobre una tela roja eran tarjetas para invitar a la comunidad a la clase demostrativa y a la exposición pública que iba a dar ese día y el siguiente en el Pabellón Araceli Gilbert del antiguo Palacio de la Gobernación.

En suma, el “Roba Libros” 2025 resultó un punto de encuentro para estudiantes y docentes, donde los alumnos pudieron expresarse y compartir sus poemas, donde se premió la creatividad al confeccionar y decorar los llamados sombreros raros y donde se dio espacio a los emprendimientos estudiantiles, muchos de ellos ligados con lo literario.

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