“Los Inconsolables–La última carta de Úrsula” es la obra con la que el grupo Camino Rojo (de Ibarra) llegó al II Encuentro Escénico, Memoria y Actualidad, organizado del viernes 8 al jueves 14 de noviembre por la Escuela de Artes Escénicas de la Universidad de las Artes.
Su presentación se dio en la segunda jornada de la actividad (sábado 9 de noviembre), que para esta edición la coordinó la carrera de Danza, y el escenario fue Muégano Teatro. Allí, bajo la dirección de Rodrigo Herrera Rosas e interpretada por Paola Cabrera, Carlos Cortez, Laura Domínguez, Antonio Landeta y Fernando Gómez, la pieza que fusiona la danza con el teatro provocó una serie de sensaciones y emociones, según comparte Doménica León, estudiante de Artes Visuales de la UArtes.
En un entorno de tinieblas personajes con máscaras de grandes picos hicieron alusión a la muerte, otros seres no menos tenebrosos –con y sin disfraces– también aportaron con ese propósito y con exponer una violencia contra la mujer que lacera, que genera impotencia, que produce taquicardia. Son sensaciones que se acentúan cuando la denuncia llega, pero no es atendida, receptada sí, pero no asumida. “Sentí rabia, tristeza, tensión, ver lo que está pasando y no poder hacer nada”, comentó Doménica León.
Los integrantes de Camino Rojo también participaron en el conversatorio que se desarrolló el domingo 10 de noviembre en la Galería 4ta. Pared de la Biblioteca de las Artes.
Camino Rojo es el primer grupo independiente de danza teatro en Ibarra. Nació en 2010 como propuesta alternativa para el desarrollo local de las artes escénicas locales. El elenco lo integra un ensamble de bailarines y actores; es fundado por Rodrigo Herrera, Paola Cabrera y Carlos Cortez.