Docentes investigadores de la EAS publican en revistas académicas del país y el exterior

La investigación es una constante para los docentes de la Universidad de las Artes y varios de los catedráticos de la Escuela de Artes Sonoras, empezando por su director, el doctor Andrey Astaiza, cuentan con publicaciones recientes de los estudios que han realizado en revistas académicas y obras en cuyas ediciones abordan temáticas afines a las artes, unas, e incluso de temas generales, otras.

Al igual que el doctor Astaiza han publicado los doctores Ernesto Mora, Luis Pérez Valero,  Rafael Guzmán y  Juan Carlos Franco. El director de la EAS escribió en la edición de la CLACSO (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales) titulada Golpe a la educación superior. El abandono de las universidades estratégicas del Ecuador. Coordinada por Freddy Javier Álvarez, en esa obra analizó “La responsabilidad del artista fuera del escenario”, entendiendo que para el artista-docente esta va más allá del escenario tradicional “y que su labor es también la de acortar la brecha que existe entre la realidad y la utopía”. Al inicio de su trabajo menciona que la Secretaría de Vínculo con la Comunidad de la UArtes tiene actividades y proyectos en 15 provincias con 7 grupos de atención prioritaria y que 4.122 ciudadanas y ciudadanos acceden a educación continua en artes en 152 cursos. Estas actividades, anota, están enmarcadas en 93 convenios nacionales con 89 organizaciones comunitarias o culturales, 99 unidades educativas y 35 instituciones públicas, sumando 160 proyectos del 2015 al 2020. “Es decir, la labor que lleva a cabo la Universidad de las Artes con y en la comunidad, tanto urbana como rural, excede las expectativas de una escuela de bellas artes que históricamente se ha vinculado socialmente en el escenario habitual y que termina con el aplauso final”.

Luis Pérez Valero vuelve a escribir para Contrapulso, una revista académica especializada en estudios en música popular. Es semestral y la publica la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Alberto Hurtado, de Chile. El docente de la EAS escribió en el segundo  volumen (en el 2020) el artículo “William Moylan. Recording Analysis” y ahora, en el número 3 de la edición, acerca “del libro de la cumbia, resonancia, transparencia y trasplante de las cumbias latinoamericanas”; es un análisis, una retrospectiva.

Es de anotar que el volumen 3 de Contrapulso incluye un dossier que aborda el papel que ha desempeñado la música popular en el acontecer político de la región desde la década de 1970 hasta el presente, considerando casos de Chile, Argentina, México y comunidades latinas en Estados Unidos. Incluye, además, artículos de temas libres en español y portugués y reseñas de publicaciones recientes.

Juan Carlos Franco es junto con Ariadna Reyes Ávila autor de “La música y las artes en el proceso de formación de las identidades”, artículo que trata sobre los colonos pioneros en el noroccidente de Pichincha. Consta en las páginas de Traversari, revista de investigación sonora y musicológica de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión.

En parte de su escrito, el docente UArtes señala: “Finalizaba el siglo XIX e iniciaba el XX y las últimas voces de una cultura se apagaban definitivamente. Eran los yumbos del noroccidente de Pichincha. Antes de la invasión española dominaron un extenso territorio enclavado entre montañas, selvas, valles, innumerables cascadas y ríos cristalinos y caudalosos. Primero las epidemias, luego la sobreexplotación eclesial, finalmente las fugas y probablemente su asimilación a la cultura mestiza marcaron su definitiva extinción. A sus antiguos dominios arribaron colonos, algunos de ellos fueron testigos de su desaparición. Los pioneros colonos configuraron una identidad cultural que evocaba la memoria de un pueblo ancestral. Los que progresivamente iban llegando trajeron sus tradiciones culturales que se convirtieron en la fuerza subjetiva sobre la que establecieron su adaptación a una región desconocida y adversa. Circularon diversas y extraordinarias manifestaciones culturales como la polca, el cañirico, los tonos de San Pedro, la danza del caderazo con música bomba, también distintos géneros musicales de la denominada ‘música nacional’ y la puesta en escena de géneros dramáticos. Así, milagrosamente el arte afianzó la identidad de los nacientes pueblos mestizos”.

Para Calle 14, revista de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas (Colombia), Rafael Guzmán Barrios escribió el artículo “El Móvil I de Harold Gramatges”. Especializada en la investigación en el campo del arte y concebida como un medio de circulación de saberes y conocimientos producidos por las comunidades académicas, la publicación reseña que su autor implementó el modelo analítico de Molino-Nattiez, recurrió al uso de gráficos y tablas que lo auxiliaron a valorar las macros y las microestructuras, y también se apoyó en otras herramientas como la teoría de conjuntos. “Trataré de demostrar que el Móvil I continúa la tradición pianística cubana, a pesar de la incorporación de los nuevos recursos musicales de los 60”, explica el docente UArtes.

En Mangroves of Latin America (Manglares de América), revista de la Universidad Espíritu Santo, el docente Ernesto Mora Queipo escribió junto a Jean Carlos González Queipo, Dianora Richard de Mora y Borja Guerrero Bocanegra el artículo “The Lords of the Mangrove. Ancestral knowledge of the Añú on the banks of Lake Maracaibo (Venezuela) (Los Señores del Manglar. Conocimiento ancestral del Añú a orillas del lago de Maracaibo)”. En parte del fundamentado e investigado texto se lee: La abundancia de afluentes de agua dulce en la cuenca del lago de Maracaibo ha hecho de sus costas un espacio ideal para la desarrollo de manglares, un hábitat ideal para el desarrollo de culturas palafíticas, como la de los añú (o paraujanos) que, así como los manglares, se han beneficiado del agua dulce que fluye en esta cuenca. La disponibilidad de estas generosas propiedades de manglares y las diversas especies acuáticas, terrestres y anfibios, que habitan en ellos ha proporcionado a los paraujanos recursos suficientes para la subsistencia.

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