A inicios de la emergencia sanitaria del COVID-19, en los meses de marzo y abril del año pasado, el Observatorio de Políticas y Economía de la Universidad de Artes realizó una encuesta para investigar las condiciones laborales de trabajadores/as de la cultura en Ecuador. Sus resultados fueron publicados a mediados de 2020 en el Termómetro Cultural (http://observatorio.uartes.edu.ec/investigaciones/) y permitieron suscitar una discusión necesaria en el sector cultural: las condiciones de trabajo de trabajadores de la cultura son particulares y mayoritariamente precarias, debido a la vigencia del pluriempleo y a la inestabilidad del ingreso.
La encuesta en 2020 recolectó una muestra de más 2.500 respuestas y en este segundo levantamiento de información ha debido enfrentarse a problemas que evidencian la emergencia que atraviesa el sector cultural ecuatoriano. Por un lado, la fatiga y desmotivación de los trabajadores de la cultura, que tras un año de pandemia son incrédulos ante la posibilidad de encontrar respuestas efectivas a su situación en las políticas públicas emanadas de agentes gubernamentales. Por otro lado, la constatación de que la reducción de la asignación presupuestaria de las instituciones culturales ecuatorianas merma las capacidades de gestión y de atención al sector cultural. Un caso específico es, por ejemplo, la no renovación de los servicios de distribución masiva de correos electrónicos a la base de datos del RUAC ha dificultado recoger las respuestas de los más de 14 mil trabajadores de la cultura inscritos en este programa.
La importancia del ejercicio de levantamiento de información propuesta por el Observatorio de Políticas y Economía de la UArtes permitirá actualizar algunos de los datos más significativos obtenidos en 2020: el 51 % de los encuestados declara ejercer una doble actividad cultural secundaria, coexistencia que ha sido una constante. La capacidad de ahorro de los trabajadores de las artes y la cultura es limitada o nula, el 60% de los encuestados no ahorra y el 30% ahorra menos de USD 100. Este factor se agudiza al analizar la cobertura a algún sistema de salud y se reproduce casi el mismo porcentaje, pues el 59% de los encuestados reporta no tener cobertura de salud, solo el 21% tiene seguridad social o seguro social voluntario –el cual es pagado por el mismo trabajador de la cultura–, y el 6% paga seguro privado.
La segunda medición de condiciones de trabajadores de la Cultura ha incorporado nuevas variables que permitirán analizar los roles de género, características sociodemográficas y preguntas más específicas sobre el impacto en condiciones laborales y económicas por consecuencia del COVID-19.
La encuesta estará disponible hasta este presente mes de mayo. Invitamos a los trabajadores de las artes y la cultura, a las organizaciones gremiales y a los colectivos nacionales a llenar y circular de manera masiva la encuesta, misma que ya a disposición en el siguiente enlace: https://forms.gle/1j9dVfSX4VQSvLtV7