Con dos funciones en la Plaza Pública del MZ14, los pasados 18 y 19 de febrero, la obra PAUSA dejó ver los resultados de un trabajo que demandó a sus intérpretes –estudiantes del octavo semestre de la carrera de Danza– enfrentar un proceso creativo que pone a disposición las diferentes herramientas adquiridas durante su formación. El público que acudió pudo, además de disfrutarla, ser parte del retorno a una presencialidad que se va dando de a poco.
Uno de los dos directores de la obra, el docente UArtes Luis Miguel Cajiao, es quien da detalles del proceso mencionado. Este, indica, “implicó jornadas de aprendizaje, reflexión e investigación a nivel corporal, coreográfico, compositivo y espacial, con el uso de elementos escenográficos; un acercamiento de los estudiantes al ámbito profesional de producciones escénicas, dirigiendo sus esfuerzos a la construcción de una puesta donde las dinámicas colectivas son esenciales para el desarrollo de un universo imaginario que se compartió con el público”.
PAUSA se presentó, agrega, como una mirada sensible a los momentos de la cotidianeidad humana. La simpleza de la vida en un instante compuesto de afectos, espacio, tiempo, armonía y caos. “Hacemos una pausa y somos testigos de nuestro transitar por la vida, nuestra soledad, relaciones y conflictos. Sin detenerse, el tiempo se acelera dejando cada momento en el pasado, en la memoria, como si fuéramos parte de una ilusión”, expresa Cajiao, quien compartió la dirección con Cristina Baquerizo, docente invitada.
De la experiencia, Baquerizo señala: Al inicio un misterio, una lista de 15 estudiantes sin cara aún, bailaban en mi cabeza y construían imágenes sin sonido, sin espacio, todo muy abstracto. Un proceso de creación siempre deja mucho aprendizaje. PAUSA dejó lo suyo en mi corazón, mente y cuerpo, ver a 15 estudiantes ya siendo bailarines que apuestan por un montaje escénico con todo el compromiso y la pasión que se requiere para pararse y bailar frente a un público fue algo muy motivador y emocionante. El haber compartido una dirección también fue una experiencia de mucho aprendizaje, nunca antes había co-dirigido una obra y en este contexto fue muy acertado, ya que se puso en práctica nos solo desde los intérpretes, sino también desde la dirección, el sentido de trabajo en equipo en el cual toda la energía está dirigida hacia un objetivo en común “la obra”.
En PAUSA, intervinieron como intérpretes Darla Alarcón, Milena Albán, Jennifer Asencio, Adrián de la Cruz, Jackson Erazo, Isone Flor, Alisson Mieles, Dennis Ortiz, Valeria Quizhpe, Tomás Sandoval, Janina Santana, Ronny Tabango, Gabriela Vargas, Leslie Véliz y Odalys Vergara. La música es de Luis Andrés Hinojosa; como técnico de Iluminación y sonido participó Remigio Vásconez; y, en la fotografía, Sebastián R. Vargas.
A su experiencia como intérprete en PAUSA, Jennifer Asencio la califica como entrañable y satisfactoria. Regresar del confinamiento a las aulas de clase, entrenar y gestar un montaje colectivo resultó emocionante para ella, sus compañerxs, la carrera y la Escuela de Artes Escénicas de la Universidad de las Artes en general.
“Desde inicios del pasado semestre empezamos a generar material creativo según las consignas de nuestro profesor Luis Miguel Cajiao y la maestra invitada. Construir cada una de sus escenas fue un proceso que nos duró días y semanas. Durante ese tiempo también se empezaron a tomar decisiones técnicas de montaje, como el espacio a estrenar, las luces, las sesiones con el músico de la obra, la utilización de elementos y plataforma”, dice y añade que como estudiantes les nutre conocer un poco más de cerca lo que hay que tener en cuenta para la práctica de la escena, tal como ocurre en el plano profesional.
Pese a que los ensayos y fechas de estreno se retrasaron por el rebrote del COVID-19, en enero pudieron presentar el trabajo al que tanto tiempo habían dedicado. Asencio destaca la conexión que como intérpretes tuvieron con un público presente, por ello incentiva a los estudiantes y profesorxs a seguir apostando por las prácticas de creación y puesta en escena de obras colectivas. “No solo por enriquecer y demostrar los conocimientos adquiridos, sino para avivar el espíritu creativo que nos llena como artistas y recuerda porqué escogimos este camino”.