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Harry Merchán Quimí y la conquista del Salón de Octubre; su propuesta es resultado de un proceso investigativo

Harry Merchán Quimí, estudiante de la Escuela de Artes Visuales de la Universidad de las Artes, ganó el Primer Premio Adquisición del Salón de Octubre de Pintura Independencia de Guayaquil, que organiza la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo del Guayas (CCENG) y que en este año llegó a su sexagésima cuarta edición.

La premiación se realizó el pasado 6 de octubre en un acto solemne con el cual se dio por inaugurada la muestra y que tuvo lugar en el Museo de Artes Plásticas Manuel Rendón Seminario de la CCENG. No obstante, luego de varios días Harry Merchán confiesa sentirse tan nervioso como cuando supo que conquistó el primer lugar, reconocimiento que compartió con Paúl Calderón Taipe (con “Acompañadas”, un óleo sobre lienzo). “Quedé en shock”, dice con timidez, afirmando aún no creerlo.

Su participación fue anecdótica. La obra en concurso, a la que tituló “Introducción a la cancha de tierra” y trabajó en acrílico, grafito, acuarela y lápiz de color, la concibió como una propuesta híbrida de dibujo y pintura totalmente opaca sustentada en una investigación sobre educación y hogar, que inició en la asignatura Poéticas Visuales 1, dictada por el docente Marco Alvarado.

Casi no la envía, expresa Merchán. La trabajó en dos semanas, tres horas al día, y debía enviarla digitalmente antes del 15 de septiembre, lo cual logró contrarreloj. La respuesta que recibió fue solo un agradecimiento por participar porque no había sido preseleccionada. Sin embargo, al minuto le llegó un segundo correo de disculpas, indicando que sí había pasado la preselección.

El siguiente paso era enviarla en físico, pero no contaba con el presupuesto para enmarcar los 148×110 cm de su propuesta. Era híbrida de dibujo y pintura trabajada en papel envejecido, razón por la cual debía llevar marco y vidrio. Tenía apenas $ 15 para un enmarcado que costaba más del doble de ese valor. Intervino entonces su padre, quien se las arregló para que le prestaran el dinero faltante. Merchán seguía contrarreloj, pues quedaban pocas horas para que se cerrará la recepción de obras.

Allí surgió el segundo inconveniente: ¿cómo la traía de su natal Santa Elena a Guayaquil si dinero no tenía? Por suerte, anota, una prima paterna decidió apoyarlo y vinieron con su “Introducción a la cancha de tierra” en una camioneta. Llegaron con las justas, comenta el estudiante artista, pues su obra fue la última en ser recibida.

La vida del artista es complicada, reflexiona, mas reconoce que no le ha ido tan mal porque da clases de pintura y dibujo. Al hacer una retrospectiva de su vida, Harry Merchán expresa que al salir del colegio lo que quería estudiar era arquitectura porque le gustaban las matemáticas y el dibujo. Un amigo quería estudiar música y le habló de Universidad de las Artes, inquietándolo. Lo logró, indica, puesto que se puso a averiguar qué tenía que hacer para matricularse y venir al Guayas a estudiar. En el 2018 consiguió el ingreso e inició su preparación académica.

Que estaba nulo en cuanto a técnicas y que poco a poco, cual esponja, fue absorbiendo todos los conocimientos que sus docentes le compartía. Con todos se siente sumamente agradecido. De tanto valor ha sido su aprendizaje, que en el segundo semestre decidió intervenir en la escena y es así que empezó a participar en certámenes de pintura.

En el 2019 intervino en el Salón de Jóvenes Valores del Teatro Centro de Arte de Guayaquil, una convocatoria con temática libre y dirigida a artistas de 18 a 25 años, donde obtuvo la segunda Mención de Honor. En el 2020, se postuló al Primer Salón Nacional de la Casa de la Cultura, denominado “Santa Elena, magia y cultura”, donde quedó en tercer lugar. Y, en el 2021, en la siguiente edición de ese mismo concurso, ganó el primer lugar. “Se denominó Identidad Cultural, lo organizó la institución pública Derechos Humanos, Ambientales y Culturales Mochica Sumpa y participaron varios artistas de la provincia”, refiere.

Harry Merchán sostiene que lo suyo es la pintura, el video y la animación, pues gusta del movimiento. También expresa haber mejorado mucho en investigación y contenido y que tener un proceso de indagación es fundamental en un artista. Al igual que en concursos de pintura, ha participado en exposiciones, como la colectiva “Geofagia”, que tuvo lugar en el Centro de Producción e Innovación MZ14 de la UArtes, donde llevó un stop motion. Como artista multidisciplinar y ya pensando en su titulación, dice que cuando llegue la hora trabajará su tesis en varios medios: dibujo, pintura, escultura y videos.

Opinión del maestro Joaquín Serrano y el sustento del estudiante de su obra ganadora

De los progresos de Merchán como estudiante y artista, así como del recientemente ganado primer lugar, el maestro Joaquín Serrano, docente UArtes, comenta: El acierto de un premio compartido dentro de la 64.a edición del Salón de Octubre, curatoriado por la doctora Inés Flores, evidencia el valor del proceso y las particularidades de dialogar desde lo vivencial.

Como docentes y formadores se evidencia este tipo de improntas en obras como la adjudicada al estudiante Harry Merchán, quien comenzó su ciclo expositivo en el MAAC a partir de la experiencia de “Solo de Dibujo” (2018) y que se ratificaría con el primer premio del Salón Mochica Sumpa, ambos resultado de una gestión desde el quehacer pedagógico en la UArtes que aborda otras cualidades creativas, conservando en el trabajo la impronta de una enseñanza compleja y especializada que partió de un ciclo continuo desde lo curricular de Artes Visuales hasta sus niveles de experimentación avanzados propuestos en la malla de la escuela.

El diálogo del InfoUArtes con Harry Merchán concluye con un texto que él escribió acerca de “Introducción a la cancha de tierra”: Los atributos que deambulan en mi investigación se encuentran en mi cotidianidad. Son la educación y el hogar, y todo lo que a estos conceptos subyacen. Mi interés por la creación visual de esta propuesta se ha direccionado en el dibujo y la pintura como herramientas de transacción ideológica, enfocada en su primera etapa dentro del imaginario doméstico, barrial y educativo. Por medio de un análisis mimético en la portada de un libro escolar por unidad, me apropio de su presentación infantilizada y cuestiono las convenciones en las que se cuenta el mundo a través de figuras simples y elementos planos. Ofrezco una posibilidad de paisaje que se desequilibra por la perspectiva y se confunde por sus ocupantes; un espacio general alternativo de mi barrio (a quien llamo cancha de tierra) que acompaña en la mirada, una realidad particular.

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