Dentro de la Universidad de las Artes, los estudiantes han hallado en la transdisciplinariedad un método, una estrategia, una posibilidad para el desarrollo de procesos creativos, artísticos, investigativos. El trabajo de titulación de Diego Paúl Andrade había sido uno de los primeros en ser permeado por lo transdisciplinar, siendo él estudiante de la Escuela de Cine e integrando la música en su tesis.
El ahora alumnus UArtes ha mantenido su línea de trabajo con la música, desempeñándose como compositor y productor de “El Jaguar de los Andes”, un tema dedicado a la Selección Ecuatoriana de Fútbol. La idea nació en marzo del presente año, cuando la clasificación de Ecuador a la Copa Mundial de Fútbol era prácticamente un hecho.
¿Cómo inicia este proyecto? Andrade responde que se trató de un emprendimiento a partir de un método para crear conceptos desde cero, llamado Design Thinking, aplicable en cuestiones artísticas y comerciales de índole empresarial. “Se propuso hacer un prototipo (canción) para levantar fondos y terminar con una obra audiovisual (videoclip) de carácter cinematográfico. Etapa que continua inconclusa”.
Antes de la realización del tema fundó productora
Previo a la realización del tema, funda la productora DMT en 2020, con el fin de participar en concursos de proyectos cinematográficos/guion dentro y fuera del país. Al analizar las canciones existentes alrededor del tema de la selección, Andrade y su equipo llegaron a la conclusión de que todas las producciones no cubrían un aspecto importante: un género musical que pueda identificarse más con la ecuatorianidad.
Con la obra se vislumbraba el incursionar en temas como la identidad nacional, cosa que favorecería a los creadores de música para que se consuma lo local. Fue este el motivo por el cual “se escogió hacer una canción con un ritmo afro y otro mestizo (bomba y pasacalle) y que se complemente con una obra audiovisual conceptualizado con símbolos y estrategias”.
Andrade explica el proceso de realización: “Para diseñar la melodía se decidió usar un leitmotiv que ya se encontraba en la mente de las personas, pero, que al trasladarlo a otro compás iba a resultar irreconocible, no así para la mente subconsciente”. La presencia de la bomba (tambor), la marimba, el requinto y los brasses a modo de banda de pueblo, fue elegida simbólicamente como parte de la instrumentación. “Estas tácticas de composición son, justamente, para llamar la atención del escucha”.
El jaguar es la imagen por su fuerza y presencia
En cuanto a la letra, buscaron una imagen como concepto para el seleccionado nacional, que representara la fauna ecuatoriana denotando fuerza y presencia, y el jaguar encajaba dicha idea. La intención no era crear una canción que hiciera alusión únicamente al máximo evento futbolístico del mundo, sino que, además, fuera “una canción para el país y así nombrar las bellezas del Ecuador, añadiendo la temática del futbol equitativamente”.
Tras componer letra y melodía, cuenta el compositor, se escribió un chart. Los arreglos y grabación estuvieron a cargo del productor musical y alumnus UArtes Ronnie Hidalgo, en un estudio de la ciudad de Quito. Se contrataron a los músicos que iban a participar, mientras que la cantante seguía sin definirse. Se hicieron algunas pruebas con vocalistas y se grabó una referencia.
A mediados de agosto obtuvieron noticias de la cantante esmeraldeña Karen Sosa, quien había ganado un festival de cantautores en Rusia, lo cual llamó la atención del equipo. “Decidí contactarla para hacerle la propuesta ya con el tema producido, a lo cual aceptó rápidamente, y así fue como nació esta canción hecha íntegramente con datos, estrategias y objetivos”, revela.
Sería interesante, dice, que la canción sea conocida a nivel nacional para que identifique al ecuatoriano y robustezca el orgullo por el país sin nacionalismos ni banalidades. El tema actualmente participa en el concurso “La canción del Mundial”, promovido por Teleamazonas, el cual convocó a artistas de todo el país.
La composición y la situación laboral en campo artístico
La propuesta busca influenciar a quien lo escucha y trasladarlo “sinestésicamente” a sentirse identificado con uno o más de los símbolos y peculiaridades que contiene. Es esta la primera vez que Andrade experimenta con dichos métodos de composición, tanto audiovisual como musical, los cuales espera aplicar para próximos proyectos.
Acerca de la situación laboral en el campo artístico, Andrade la describe como “compleja y crítica”, percibiendo un retroceso desde la creación de la universidad hasta el día de hoy. “Muchos creerán que la pandemia fue factor importante, pero no. Muchos graduados de las escuelas no están ejerciendo sus profesiones porque simplemente los mercados e industrias culturales, quizá existan, pero no están consolidadas ni establecidas”.
“Para plantearlo imaginemos esto con el siguiente ejemplo: El Estado invirtió muchos recursos para crear y sostener a la Universidad de las Artes, así como lo hacen con el resto de sectores. Al ver cineastas haciendo publicidad o videos para las redes, en el símil, es como si los médicos especialistas graduados de la escuela de medicina de las universidades públicas trabajen de enfermeros o enfermeras. Sin desmerecer a nadie”.
Entre maestría y proyectos educativos y comerciales
Con su productora DMT obtuvo resultados ganando los fondos del Instituto de Fomento a la Creatividad y la Innovación (IFCI) en la sección de EP + videoclip con un proyecto de música afroecuatoriana llamado “Viva Nigeria” que está en etapa de producción y espera finalizar en febrero de 2023.
Andrade confiesa que ha esperado contar con el apoyo del Centro de Producción e Innovación MZ14 de la UArtes para su proyecto de posproducción y levantar sus fondos. Considera necesario exista una coordinación clara entre las políticas, los funcionarios y la universidad para lograr el desarrollo integral de la industria artística. De todas formas, agrega, se debe seguir produciendo por convicción propia, incluso sin la ayuda de alguien en particular; participar en fondos nacionales e internacionales.
Autoeducación en lo tecnológico, administrativo y jurídico
A pesar del creciente vínculo entre la industria musical y la digitalización, el cual es un camino viable para monetizar el trabajo y poder vivir de ello, Andrade encuentra necesario la autoeducación en temas tecnológicos, administrativos, jurídicos, entre más, para poder ingresar a ese nuevo mundo, adquiriendo nuevos conocimientos y no quedándose atrás. “Siento que hay acefalia o intereses muy reducidos en los órganos representantes de los gremios musicales, percibo que ya no hay movimiento artístico como antes, festivales, conciertos, entre otros. (Quito) Considero se debe a que los recursos han disminuido”.
En la UArtes halló un espacio de apoyo y acompañamiento hasta su egreso, “pude estudiar siendo beneficiario de una beca. Fue una ayuda muy importante, la cual siempre la llevaré presente. Fue un lugar donde aprendí mucho, tuve una gran relación con alumnos y profesores de varias escuelas, especialmente de Artes Sonoras. Sostengo que unidos hacemos más y mejores cosas y que las redes que se formen serán determinantes para lo que se pueda lograr después”.
Texto: Daniella Vera S., estudiante de la Escuela de Literatura.
Fotos: Cortesía Diego Andrade
Puede escuchar “El Jaguar de los Andes” en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=pYZJJDRdKbI
Para información adicional: https://www.eluniverso.com/entretenimiento/musica/el-mundial-qatar-2022-se-acerca-y-ecuador-ya-se-alista-musicalmente-la-esmeraldena-karen-sosa-presenta-el-jaguar-de-los-andes-nota/