La presentación del libro “Cuerpo presente”, de la escritora Siomara España, congregó este jueves 8 de diciembre en la Plaza Pública del MZ14 a un público diverso, pues se dieron cita estudiantes y docentes no solo de nuestra institución, sino de otras universidades, así como escritores, artistas y músicos. Todos queriendo conocer en detalle un poemario en el que su autora, tras una investigación de seis años, da voces a las víctimas de femicidios y transfemicidios suscitados en el país y registrados en las crónicas de los medios impresos.
El rector de la Universidad de las Artes, doctor William Herrera, intervino en la bienvenida a la audiencia, a la escritora y sus panelistas. La poeta, narradora y pianista Sonia Manzano y las estudiantes de la Escuela de Literatura Marián Ibarra y Geovanna Salazar, quienes hicieron la presentación de la obra (Ibarra) y una performance de casos de femicidios y transfemicidos.
El doctor Herrera destacó la obra de España y su contenido, sustentado en hechos reales que se suscitaron y se siguen suscitando causando el estremecimiento y repudio general. Manifestó alegría de que “Cuerpos presentes” tuviera también su lanzamiento en la UArtes, así como ha tenido en otros espacios del país e incluso el exterior. La Mgs. María José Bustos, secretaria Académica de nuestra institución hizo la presentación del evento y sin mayores preámbulo la autora y las panelistas tomaron lugar.
En su intervención, Sonia Manzano señaló que en su obra Siomara España busca y consigue el estremecimiento de todos. “Hace camino textual revelando las tragedias que sufrieran en carne propia las mujeres que conforman el carrusel de muerte que gira con música de fondo empapado con el salino flujo de la nostalgia a través de las páginas de su más reciente entrega lírica. La voz poética con la melancolía propia de una rapsoda griega ubica su discurso en el canon de la literatura clásica (…)”.
A “Cuerpo presente”, agregó Manzano, hay que receptar como un coral trágico, conformado por voces de mujeres que fueron estranguladas, acuchilladas, mutiladas, cercenadas, masacradas a golpes, incluyendo otras barbaridades. La obra porta dentro de sí un cargamento de víctimas de feminicidios; en su poética la autora refleja un cargamento de mujeres a las que llama peces de un naufragio citó: “Soy todas las mujeres de esta orilla, soy todas las mujeres muertas, un espejo roto que refleja el mar de las ahogadas”.
Agregó Manzano que la imagen más común con la que se representa a sí misma es la horizontalidad del cuerpo, esa que reposa con las manos cruzadas por el pecho en cofres mortuorios de cuyo nombre no quiero acordarme, pero, a más de la muerte horizontal, también existe la otra, aunque no en la proporción de la anotada (…) y dio cuenta de las que son provocadas por otros.
La intervención de Sonia Manzano caló en el sentimiento de los presentes por la fuerza poética y denunciativa con la que expuso el contenido de “Cuerpo presente”, Y así, con un público sensibilizado y ávido por conocer del trabajo investigativo que Siomara España realizó durante seis años acerca de los femicidios, los transfemicidios y las mujeres violentadas, Marián Ibarra respondió con la presentación de la obra las tantas inquietudes. Lo hizo tras confesar la sorpresa que significó para ella el pedido de Siomara España de que presentara su obra, la cual, anotó, consta de tres partes: la inicial, la horizontalidad de los cuerpos y la verticalidad de los cuerpos.
Seguidamente, fue la misma autora quien dio detalles de su producción literaria. Dijo que, al principio, pensó solo en recolectar información de las notas de prensa de los periódicos para escribir una crónica o algunos relatos, pero luego se dio cuenta de que siempre había escrito poesía y que ese era su lugar de denunciación, el lugar donde siempre ha podido expresar su voz.
Trató de buscar entonces referentes de otros libros de poesía que hablaron sobre esos temas y no los hubo, lo cual la hizo empezar de cero. También le costó mucho encontrar la posibilidad de que las historias fueran narradas desde las propias voces de estas mujeres muertas asesinadas, esto dentro de su trabajo creativo.
“Fue un proceso muy largo y de pausas largas. Había tiempos en que no tocaba el libro y en la época de la pandemia, desde el primer encierro, iba al libro y no lo podía continuar por todo lo que estaba pasando alrededor (…)”, anotó Siomara España, quien considera que esas pausas que tuvo en el proceso creativo de su obra le permitieron interiorizar y seguir leyendo sobre teoría de género y poesías; volvía a los clásicos, porque clásica es su formación, a sus referentes. Esto le permitía también descansar su parte espiritual porque las historias de “Cuerpo presente” son fuertes y terribles.
Los poemas que escribió son terribles, añadió, pero no deben dejar de leerse, de contarse, de nombrarse. Que hay que señalar y decir, no quedarse en silencio frente a las muertes, los femicidios y transfemicidios. Con “Cuerpo presente” en sus manos, la escritora se preparaba para leer las crónicas de los diarios sobre las cruentas muertes, una suerte de introducción para los poemas que en un acto de justicia literaria dan voz a las víctimas de tanta maldad.
Antes, la autora agradeció a sus antecesoras. A Sonia Manzano, “mujer extraordinaria y generosa con todas y todos los poetas que hemos aparecido en su camino, nunca dejaré de repetirlo”. A Marián por el prolijo análisis que hizo de la obra. Y a Geovanna Salazar por una performance de sillas vestidas con las historias de las mujeres asesinadas, sus nombres impresos en una hoja colocada en el espaldar y el asiento ropas femeninas que emulaban sus presencias. “Están aquí con nosotros, sentadas con ustedes. Ahí están esos cuerpos presentes, esos cuerpos que se vengan con su propio llanto, con su propia voz.
La noticia publicada en 2019 en diario El Universo de Diana Carolina, quien se había separado del conviviente que la acuchilló en el centro de Ibarra, dio paso a la lectura del poema “Cuchillo”. Le siguieron otras historias que, asimismo, llevaron a Siomara España a componer poemas como “Guardarraya”, “Pavimento” y “Manos”. Entre las crónicas y las poesías que resultó de ellas para darles voz y presencia estuvo la de Sharon, “La Hechicera”, cantante popular cuya muerte marcó un precedente; que el femicidio sea legalmente reconocido en el país.