Si mediante Inteligencia Artificial se crea una obra, se componen canciones o se realizan pinturas y fotografías, ¿quién es el autor?, ¿el que puso las instrucciones en esa IA o el que la programó? La pregunta que lo llevó a analizarla con los presentes para hallarle respuesta la planteó el abogado Flavio Arosemena durante la charla que sobre Derechos de Autor dio este miércoles 26 de abril en la Biblioteca de las Artes.
La participación de Arosemena se programó justamente en el Día Mundial de la Propiedad Intelectual y fue una de las actividades de la semana cultural de Lanfor Abierta, una iniciativa que en este 2023 llegó a su segunda edición y con la cual el repositorio de la Universidad de las Artes celebra al libro (cuyo día a nivel internacional es el 23 de abril).
Arosemena es también máster en Derecho del Georgetown University y su ejercicio profesional ha estado dedicado al Derecho de la Propiedad Intelectual. Autor de la obra “Derecho de Autor para Autores y Empresarios” (IEPI, 2011) es el primer ecuatoriano en ser invitado al “Coloquio de Profesores de Propiedad Intelectual”, que anualmente realizan la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) y la Organización Mundial de Comercio (OMC), en Ginebra, Suiza.
En su exposición, Arosemena abordó la importancia que ha ido ganando la propiedad intelectual. No es nueva, tiene muchos años de existir, pero en la actualidad los derechos de autor observa un valor superior, así como las mascas y las patentes. Es mayor que hace 30 o 40 años, dijo el especialista.
Estamos viviendo una revolución a nivel de la Inteligencia Artificial, agregó. Ahora tenemos sistemas de IA que están creando y si lo hacen, de quién es el autoría, reiteró. “Son temas que se están discutiendo legalmente en todo el mundo, incluyendo Ecuador. Es un momento emocionante porque no siempre se viven esos cambios a nivel estructural y de concepto de fondo”.
Arosemena habló de los Derechos Morales del Autor: de paternidad, de divulgación, de integridad y de acceso. Aunque los abordajes sobre Propiedad Intelectual no son del todo desconocidos, sus explicaciones resultaron para muchos un descubrimiento.
Hubo numerosas inquietudes de la audiencia, entre quienes estuvieron no solo estudiantes y funcionarios UArtes, sino también artistas y creativos de diferentes ámbitos, como uno que reveló haber creado junto con amigos el prototipo de un vehículo; suya fue la idea, dijo, pero otros también intervinieron, entonces, ¿de quién es la obra? En el análisis, Arosemena le hizo notar de la posibilidad de pasar de los acuerdos verbales sobre la autoría a los escritos, los cuales no necesariamente deben notarizarse.
“Hay que estar siempre conscientes de lo que se tiene. Hay reglas especiales. En el tema de los acuerdos, por ejemplo, hay algunos para los que la ley exige se hagan ante un notario, otros no y en el mundo de los derechos de autor puede ser sencillo, privado, simple, sin mayores solemnidades ni formalidades, basta con que esté firmado voluntariamente y que quienes lo firmen lo hagan como está la cédula. Son temas que a veces no se aprovechan porque se asume que tiene un alto costo, que hay que invertir mucho y no es así, depende del tipo de creación”.
En diálogo con InfoUArtes y ante la inquietud de cifras en cuanto a lo que más se registra en Ecuador, Arosemena respondió que mayor movimiento tiene la Propiedad Intelectual sobre marcas, que en promedio tienen unos mil registros todos los meses. “También en Derecho de Autor, aunque hay muchas obras que no siempre se registran; tal vez no se notan tanto como las marcas, que son constantes”.
Que falta un poco más de difusión acerca de la importancia de registrar las obras y de tener organizada este tipo de creaciones y aprovechar las flexibilidades. “Registrar una obra de Derecho de Autor no es costoso y sí vale la pena hacerlo”.
Indicó también que en las instituciones de educación superior en artes, donde hay creaciones en todos los ámbitos, es preciso tener una política de propiedad intelectual. Qué obras se registran, cómo se registran, quién es el titular de los derechos, además del autor. “Lo normal en este tipo de casos es que la institución sea la dueña de los derechos económicos y los autores tengan sus derechos morales, porque las creaciones de la institución son suyos, aunque haya autores específicos, que tienen su nombre como autores de las obras”.
Para consultas con el abogado y máster Flavio Arosemena: www.propiedadintelectual.com.ec