“Arte, mujeres y espacio público” tuvo en este año, su V edición, una destacada participación de estudiantes y alumni de la Universidad de las Artes, quienes pudieron compartir sus talentos con las invitadas nacionales e internacionales y mostrar en sus obras parte de su identidad, esencia, total entrega y predisposición por el arte y la libertad que esta les ofrece.
Por los pasillos del pabellón Pablo Palacio del edificio de la Gobernación, sede matriz de la UArtes, se desplegaron pinceles, tarros de pintura y escaleras. Las convocadas para plasmar en las paredes de los espacios dispuestos como grandes lienzos miraban el vacío soñando despiertas con el resultado final de sus propuestas o ideando cómo plasmar su yo y de cómo quedarían sus obras a la vista de la comunidad universitaria y del público en general.
Durante toda una semana, del 2 al 6 de julio, artistas como Rocío Soria, Rafaela Salazar y Amy Jaramillo, entre otras, colorearon sus manos, brazos, rostros y vestimentas con tonos brillantes, como turquesa, rojo, amarillo y rosa, pero también con colores más fríos como el negro y el blanco,
El concepto de las artes visuales cobró vida en los pasillos y, a través de distintas técnicas y estilos, se pudo demostrar una amplia y profunda diversidad de formas de expresión; así mismo, los sentimientos, motivaciones e ideologías escondidos dentro de trazos y pinceladas de todas las mujeres que participaron en esta actividad crearon un lazo invisible entre las artistas, las obras y los espectadores.
La estudiante de octavo semestre de la Escuela de Artes Visuales, Amy Jaramillo, impresionó a quienes pasaban junto a ella con el caligraffiti que estaba pintando con una mezcla de colores en negro, blanco y rojo. Esta técnica con la que la artista confiesa tener especial afinación es caligrafía combinada con graffiti, un estilo que se fundamenta en un juego de letras que se convierten en símbolos. Una obra que empieza como algo simple, pero con el uso de formas geométricas y variaciones en los trazos se vuelve mucho más complejo.

“Yo soy resultado de la pandemia, eso me hizo salir a pintar en la calle, pues siempre pintaba en las paredes de mi casa o donde estaban mis amigos. Nunca me gustó el lienzo”, anotó Amy Jaramillo, revelando las razones por las cuales la caligrafía es tan especial para ella. “Siempre improviso porque de eso se trata más que todo, el caligraffiti más que caligrafía abstracta es ir improvisando en el momento”.
Rafaela Salazar, quien en febrero pasado obtuvo su licenciatura en Artes Visuales, dijo que volvió a la universidad por invitación de la mentalizadora y curadora de la muestra, la docente UArtes María Fernanda López, a quien le expresó sinceros agradecimientos. Con respecto a su obra dijo que trabaja con ilustraciones de animales híbridos, en este caso, las ratas. Señaló también que la ideología del punk es parte de su vida y de su cotidiano y que dentro de esta cultura se utiliza mucho este animal para representar ciertas acciones, personajes o vivencias propias.
“La elección de colores como el blanco, negro y gris los utilizo siempre. Me gusta mucho jugar con la idea de la caricatura antigua, del comic viejo. Es algo que a mí siempre me llamó la atención”, agregó. Como verdadera punkera refirió valerse mucho de la punción del momento, de la improvisación; procura no difuminar ni usar técnicas más prolijas, pues no están dentro de sus intereses. Le gusta el trazo fuerte y que se llegue a ver un poco sucio al final.

En contraste, Rocío Soria Díaz, graduada en pre y posgrado en la UArtes, realizó con vibrantes tonalidades un paisaje en muralismo contemporáneo. Dijo que, a través de su obra, busca amenizar los días, que los espectadores se sientan gusto al verla y que, con la intervención de imágenes, se puedan trasladar hacia lo tradicional, es decir, la pintura.
Gracias a la admiración que manifestó sentir por los artistas ecuatorianos que trabajan con paisajes, Soria Díaz precisó que busca dar a sus trabajos un giro y presentarlos desde lo psicodélico, lo colorido, lo sensible. La paleta de brillantes colores es algo que la caracteriza, lleva trabajando con ella casi diez años y siente debilidad por los tonos pasteles, lo llamativo. “Es muy gratificante, para mí es un honor estar en este espacio y siempre será un honor volver a gestionar las prácticas artísticas dentro de la universidad. Es un orgullo estar en ‘Arte, mujeres y espacio público’, se siente muy bien”, expresó.
Otras expositoras de la UArtes e invitada
De la carrera de Artes Visuales también participaron en “Arte, mujeres y espacio público”:
Nicole Olvera, cuya línea de trabajo e investigación se centra en los medios bidimensionales y obras instalativas, sus obras a nivel técnico se caracterizan por los colores pasteles, los brillos y las texturas. La temática de sus obras trata temas como las relaciones del cerebro a los sentimientos, a los estados y razones del comportamiento humano.
Naomi Moreira, quien es miembro de Casa Colérica, sumerge su práctica artística en la exploración de temas que evocan nostalgia, memoria y situaciones cotidianas; utiliza una variedad de medios, desde la escritura hasta el archivo, así como la pintura y el dibujo; busca capturar la esencia de estas experiencias humanas, motivación que surge de un profundo deseo de establecer conexiones entre su obra y el espectador, utilizando sus propias vivencias como puente. Es su interés crear espacios donde el espectador pueda reflejarse, recortar y reconectar con momentos pasados.
De Casa Colérica es también integrante Valentina Zapata, dibujante e ilustradora que estudió en el Colegio de Bellas Artes. Se interesa por retratar a personas y algunos animales que le gustan, además de entornos pantanosos y acuáticos; gusta en sus trabajos de la saturación y el contraste porque son vibrantes y llaman la atención.
Noelia Sosa Delgado (Sawness) está en octavo semestre y centra su línea de trabajo e investigación en los medios biodimensionales y digitales, junto al modelado y la impresión en 3D; sus obras a nivel técnico se caracterizan por ahondar en la simplificación de las formas, contornos definidos, el juego con la perspectiva, sensación volumétrica conseguida mediante el extraordinario colorido. La temática de sus obras pretende exponer una visión femenina hecha a base de colores pastel, sumándole elementos pop y simbología local ecuatoriana.
Michelle Fajardo Farías (Miokat) está en el itinerario de Prácticas Bidimensionales de la Escuela de Artes Visuales y desarrolla sus propuestas entorno a las emociones plasmadas en el transitar de las calles. Ha participado en varias exposiciones colectivas, como Ecro Expandido I y II, en el CIF del MZ14 Centro de Producción e Innovación UArtes; en la selección “Irrupciones” del Museo Luis Noboa Baranjo; y en la selección oficial del Salón de la Mujer edición 25 de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo del Guayas.
Texto y fotos: Romina Ramírez, estudiante de la Escuela de Literatura/Carmen Cortez y Tyrone Maridueña, Dircom







