La exposición “El corazón de Copil” del antropólogo y fotógrafo mexicano Iván Gomezcésar es parte de la agenda del “Encuentro de ciudades a través de las artes”, que en la presente edición conecta a Guayaquil con Ciudad de México. La inauguración de la muestra, que permanece en la Galería 4ta Pared de la Biblioteca de la Universidad de las Artes, fue una de las primeras actividades con las que se inauguró la cita este lunes 2 de diciembre.
El encuentro, que se extenderá hasta el viernes 6, lo organizada nuestro Vicerrectorado de Posgrado e Investigación en Artes y cuenta con la participación de académicos de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), como el antropólogo y fotógrafo Iván Gomezcésar, quienes mantendrán mesas de diálogo, talleres y presentaciones artísticas.
En la inauguración de “El corazón de Copil”, la vicerrectora UArtes, doctora Olga López, anotó que es una mirada fotoantropológica de la Ciudad de México y citando parte de la descripción de su autor mencionó que la antropología y fotografía guardan una estrecha relación y que México es un buen lugar donde ambos han tenido un fructífero ejercicio. El autor sostiene, sin embargo, que existen diversas maneras de entender esta relación, pues generalmente se considera la fotografía como una base documental para comprobar o apoyar un análisis etnográfico con un soporte visual de investigación.

También de Gomezcésar, nuestra vicerrectora indicó que la muestra se propone argumentar en un sentido diferente que la fotografía tenga un peso por sí sola y que el contenido estético tenga una actitud de interés a partir del respeto, pero también del asombro y la empatía.
El trabajo fotográfico de Iván Gomezcésar expuesto en el interior de la Galería 4ta Pared lo componen cuarenta imágenes con sus respectivas cédulas y títulos cobijados en los apartados Símbolos, Ferias, Religiosidad, Espacios, Asimetrías y Movilizaciones, y el Epilogo “El sueño de la niña”. El autor es junto con Alonso Díaz curador de la muestra y del texto ubicado en el centro del espacio se lee que el enfoque antropológico de la muestra es el resultado de más de dos décadas de investigación con diversos actores sociales, en especial pueblos originarios, comunidades indígenas residentes y barrios populares, que revelan lo que ha sido denominado como el “México profundo”, concepto que abarca una cosmovisión rica en prácticas culturales, historia y resistencia que aún subyace en el corazón de la sociedad mexicana.

Así también, la propuesta estética de la exposición sigue la tradición de grandes maestros de la fotografía mexicana, como Héctor García y Nacho López, quienes inmortalizaron escenas urbanas que revelan las complejidades sociales de su tiempo. “Aquí, la fotografía callejera se convierte en un vehículo que captura el instante fugaz y las paradojas visuales de la vida cotidiana, ofreciendo una narrativa visual que ahondan los significados culturales profundos que subyacen en cada imagen”.
La exposición traza un recorrido a través de diversas temáticas que invitan a reflexionar sobre los elementos estructurales y simbólicos de la ciudad y sus habitantes. Este viaje visual inicia con el diálogo entre símbolos y espacios significativos de la Ciudad de México, en los que la identidad urbana se cruza con la memoria histórica y la cultura popular.
En diálogo con Iván Gomezcésar, la primera inquietud ronda el significado del título que dio a su muestra. Respondió que México es conocido por el símbolo del águila devorando a la serpiente. Es del México-Tenochtitlan, la antigua ciudad que en el 2025 cumplirá 700 años y sobre la cual está construida la Ciudad de México. “Se conoce el símbolo, está en la moneda y en la bandera, pero muy poco se sabe de la leyenda original que decía que abajo de donde está parada el águila está el corazón de Copil, sobrino de Huitzilopochtli, el fundador de los mexicas que llegaron a la cuenca de México. Para mí es un simbolismo de que esta ciudad está montada sobre el sacrificio y la humildad. Lo que quiero transmitir es que ese corazón está renacido de muchas maneras”.

Agregó que, en la Ciudad de México, a veces sin mucha conciencia, hay expresiones simbólicas tanto arqueológicas como de esculturas y museos, las cuales tienen que ver con una antigua ciudad, “pero no podemos quedarnos en la parte muerta, de allí que el recorrido (por la muestra) incluye diferentes aspectos, en la forma de ser ciudad y en la que está expresada”.
Gomezcésar se refirió a la Religiosidad, que es una parte fundamental y donde está el mestizaje expresado con mucha fuerza. La Simetría, que significa que la ciudad tiene muchos dolores y también está su polo contrario: las Fiestas, donde está lo colorido y de cómo estos actores se expresan en esos términos tremendamente importantes “y que nos hermana con muchas otras ciudades América de Latina”.
El expositor dijo que cada fotografía es una historia y/o parte de una historia en cierto grado compleja, “porque quiere decir que esta exposición se nutre de la investigación”. Mencionó también el apartado de Movilizaciones, que en la Ciudad de México está expresado en muchas de las luchas de la gente. “A veces es un lío viviendo allí porque paralizan las calles, pero es muy vital en eso, es un escenario nacional donde se manifiestan las fuerzas políticas y, especialmente, las movilizaciones populares”.


Finalmente citó los Espacios, que recrean cómo se habita la Ciudad de México. “Está, por ejemplo, el Tianguis, que creo es poco conocido. Resulta que en la Ciudad de México todos los días se arman y desarman 1.000 mercados, los cuales van cambiando de lugar. El Tianguis es una palabra náhuatl que quiere decir que hay mercado. Junto puede estar un supermercado poderosísimo, mas no logran derrotarlo, se mantiene. Es un mercado que está basado en familias y es muy antiguo y moderno, venden alimentos, pero también ropa y múltiples cosas. Hay un nivel de solidaridad y de relación: primero entre familia, segundo con otro tipo de comerciantes y tercero con la gente, entre compradores y vendedores.
En el plano profesional y académico, a Iván Gomezcésar le preguntamos qué desarrolló primero, la antropología o la fotografía. Es un maridaje muy común, respondió. “Tal vez la diferencia es que empecé a pensar que la autonomía de la foto podía ser mayor y no solo utilizarla como un documento para mi trabajo de investigación, pues, a veces, es la foto en sí la que alumbra la investigación. Por eso pongo fotoantropología, el primer término es la foto, porque normalmente se dice antropología visual. Yo creo que hay que jugar un poco con la imagen y es muy tradicional en México esta relación entre la antropología y la foto”.

Texto: Carmen Cortez/Dircom
Fotos: cortesía Ruth Cruz, docente UArtes y Dircom
En las imágenes, la muestra en la Galería 4ta Pared. En la segunda de las gráficas, el expositor Iván Gomezcésar, antropólogo y fotógrafo.







