La propuesta fue colectiva y en el concurso Nuevos Coreógrafos del Festival Internacional de Danza Fragmentos de Junio obtuvo el primer lugar. Es la obra “Al que madruga Dios lo ayuda” que coreografió Laising Ching Sánchez, estudiante de la carrera de Danza de la Escuela de Artes Escénicas, quien la interpretó junto a los también creadores Christian Loor, Génesis Fonseca y Milena Solís, sus compañeros de estudio.
El diseño lumínico estuvo a cargo de Jorge Alcoser y en la musicalización intervino Sebastián Navas, estudiante de la Escuela de Cine. Laising Ching manifiesta emoción por la meta alcanzada, pero también mucho agradecimiento. No solo agradece a la Corporación Zona Escena por organizar la cita –que en este año llegó a su XXIII edición–, sino por concebir el certamen y afianzarlo en el espacio.
En la escena dancística del Ecuador no son comunes de ver. Hay concursos de tipo comercial, pero no los que están dirigidos a la creación y a cómo se materializan las ideas, anota Laising Ching, destacando a los intérpretes creadores que la acompañaron en el proceso. “Lo dieron todo e hicimos un gran equipo”.

Con respecto a la obra, “Al que madruga Dios lo ayuda” señala en su sinopsis: En el murmullo del cuerpo que despierta en la rutina, que habita el límite entre el orden y el desborde, la danza deviene grieta: allí donde todo parece estar en su sitio, algo tiembla. “El tema que escogimos, principalmente, es la burocracia. Hacemos uso mucho de la repetición y del gesto; de estos cuerpos que constantemente están en repetición, pero algo empieza a salirse del molde y terminar en colapsos. Jugamos mucho con la sátira, el sarcasmo en la escena y la música”.
Aunque ha tomado parte en varios proyectos escénicos, la estudiante UArtes indica que Nuevos Coreógrafos fue su primera intervención en un concurso nacional de obras donde se califica la narrativa, la cohesión, la coherencia estructural, los elementos. Considera, por tanto, que fue como su primera participación.
Originaria de la ciudad de Quevedo, Laising Ching desarrolló su proceso en la danza mediante diferentes proyectos, talleres, laboratorios e investigaciones que abarcan el movimiento desde diversas perspectivas. Ha participado en obras tesinas como “Retóricas de un transeúnte”, de Doménica Alcívar; “Así de uno en otro y de otro en otro”, de Emilia Burgos; y “Conjuras de la Umiña”, de Darla Alarcón. Explorar el movimiento y la fenomenología del cuerpo son sus intereses.
Segundo lugar y menciones para estudiantes UArtes
De la Escuela de Artes Escénicas, en el concurso Nuevos Coreógrafos intervinieron también otros estudiantes de Danza. Con la pieza de Laising Ching y los intérpretes creadores que la acompañaron sumaron seis las propuestas y de entre ellas hubo reconocimientos.

Doménica Alcívar obtuvo el segundo lugar con “Retóricas del Transeúnte”. Participaron con ella como intérpretes-creadores la misma Laising Ching, Génesis Fonseca, Cristhian Loor y Mauricio Bombón. La sinopsis de la pieza expone las indagaciones de sus proponentes en cómo los cuerpos generan formas de habitar la cotidianidad de la ciudad y las reflexiones en torno al entretejido del movimiento de sus cuerpos dentro del tránsito constante de la ciudad como una consecuencia de la convergencia entre los marcos del cotidiano y de la danza. La música corrió a cargo de Mauricio Bombón y el diseño lumínico de Otty Palma.
El reconocimiento a mejor intérprete masculino lo obtuvo el estudiante Cristian Loor, quien en el concurso Nuevos Coreógrafos participó con la danza contemporánea “5×25 ctvos” de formato corto (dura 10 minutos), y la mención a intérprete femenina fue para Laising Ching.
De la UArtes también intervino la graduada Nadia Shupingahua con “IRNI”, pieza en la que compartió créditos con los intérpretes Cristhian Loor, Dagmar Naranjo, Ximena Pacheco y Joao Robayo; el diseño de vestuario fue de María Aspiazu; la música, de Mauricio Bombón; y la fotografía de Alan Yagual.



El estudiante Bladimir Malaver concursó con “Fauna urbana”, una exploración coreográfica que parte del cruce entre lo urbano y lo animal, descubriendo las semejanzas entre ambos mundos: el instinto, la adaptación, la territorialidad y la búsqueda de refugio. La obra tuvo como intérpretes a Kiara Hidalgo, Efrén Roque, Michelle Cárdenas y Jomara Villamar; en la musicalización, Mauricio Bombón.
Y Michael Santana con “A una lengua”, quien en un diálogo previo a la gala de presentaciones, cumplida el 16 de junio en la Casa Teatro Zona Escena, destacó el trabajo con cuerpos que se deforman, voces que se quiebran y gestos que buscan incomodar. “No es solo una estética, sino una forma de hablar de las heridas de nuestro país: el mestizaje forzado, las historias silenciadas y las identidades rotas”, dijo.
Igualmente, como seleccionados del concurso Nuevos Coreógrafos intervinieron el chileno-ecuatoriano David Arias, con la obra “Otro cielo”. Él es un bailarín clásico profesional, profesor de técnica clásica, intérprete, coreógrafo y productor. Y Evelyn Guachi, artista bailarina, creadora e investigadora, recién egresada de la Licenciatura en Danza Contemporánea de la Universidad Central del Ecuador, con “Refugio del alma”.
Fotos: en la portada y gráfica siguiente son de la obra “Al que madruga Dios lo ayuda”, de la autoría de Yuri Córdoba.
Las otras imágenes son también cortesía de los estudiantes intérpretes-creadores de las piezas que participaron en el concurso Nuevos Coreógrafos del Festival Internacional de Danza Fragmentos de Junio.







