Diálogos en Inter[•]actos sobre “Ficciones del territorio: narrar lo habitable”

En el marco de la V edición de Inter[•]actos, la maestría de Escritura Creativa tuvo dos días de mesas de diálogo con los estudiantes de la Escuela de Posgrados. El jueves 17 de julio se realizó el primer encuentro (titulado “Memorias corporales, afectos y escritura”) y ayer, viernes 18, el segundo, con una actividad que tuvo dos partes. La primera se tituló “Ficciones del territorio: narrar lo habitable” y la segunda, “Memorias corporales, afectos y escritura”. En ambas, las escritoras y académicas Paulina Briones, docente UArtes, y Natalia García Freire, invitada, hicieron observaciones y dieron recomendaciones para el desarrollo de los procesos creativos.

En esta entrega, InfoUArtes reseña la primera de las dos mesas de diálogo de ayer, en las cuales participaron los maestrandos Byron Carrión, Astrid Torres y David Estrella. El primero de los mencionados fue también el primero en intervenir. Contó que había llegado desde Loja y que creó la idea de la poesía bajo la fragilidad de escuchar; a su anteproyecto lo tituló “Meter hilo para sacar hebra”, un poema que nació bajo las constantes supervisiones que conlleva la maestría de Escritura Creativa, teniendo como referente a Maritza Cino, la primera docente emérita de la Universidad de las Artes, como parte de inspiración por llevarlo a conocer la escritura de la autora española Rosa Montero.

Recorrido de la memoria

Byron Carrión explicó con detalles las cualidades de su proceso creativo e interés por el texto poético. Una razón de inspiración lo remontó a su niñez, al ver el trabajo de sus padres con la costura y el tejido, proponiendo desde una mirada poética la dramatización de esas anécdotas bajo el manto de la poesía como un recorrido de la memoria, viendo más allá de narrar lo habitable.

“Lo que intento es que esa tradición familiar siga evolucionando en una incertidumbre de creación mismo porque mi intención no es romper la tradición, es más bien reinventarla y con un lenguaje muy personal, muy doméstico”, manifestó y expuso también el uso del lenguaje cotidiano y de jergas propias de su ciudad natal. Un poema que viaja desde la cotidianidad y la mirada de la niñez recibió como recomendaciones textos de Luis Chávez y Yolanda Pantin.

Novela de autoficción

Astrid Torres, quien es periodista y graduada de la Escuela de Cine UArtes, presentó el proyecto “Lo verde se devora a los niños”. En género novela de autoficción, su propuesta toma experiencias de la autora para transformarlas en eventos. De su trabajo, la autora, con voz pausada, narró: “Huía desesperada, las nubes parecían incendiarse, mi cuerpo tenía miedo de pudrirse en el asfixiante aire que era encantador para los pájaros negros, el motor del bus me ensordecida mientras avanzaba el infierno…”. Natalia García, en el análisis, le sugirió tomar en cuenta el lenguaje que emplea y recomendó a autoras que manejan varios tipos de matices en la literatura e involucran lo animal y humano, como Giovanna Rivero y su obra “Hermano Ciervo”. Paulina Briones apreció el diseño y los colores de la presentación, los cuales dan paso al horror en algunas etapas y también de su escritura; le recomendó temas de libros como la “Fruta podrida” o “Pombero” de la argentina Marina Closs.

Hip-hop y la poesía

David Estrella, licenciado en Cine y Artes Escénicas por la Universidad de las Américas, llegó a Inter[•]actos desde Quito para presentar su proyecto “Puente nueve”. Mencionó a la cultura del hip-hop como una mezcla hibrida entre la poesía crónica y el cine en los espacios urbanos y mostró en fotografía los fragmentos del mural que está llevando a término y donde se visualiza el efecto íntimo de un beso, sumándole el fragmento de la canción “Buena conexión”. Entre todas las canciones que marcaron mi memoria, una destaca por su potencia y conexión… Me hizo sentir parte de algo que ni siquiera conocía, esta canción fue el primer puente entre lo rural y lo capitalino, entre el rap del valle y el rap de Quito.

El maestrando expresó la importancia de una memoria autobiográfica que afirmé la existencia de una voz y una comunidad escrita desde el yo. En este contexto, “Puente nueve” no es solo un punto de encuentro cultural, sino también en una frontera geográfica, la unión entre quito y Rumiñahui, pues son una comunidad que no se considera ni de aquí ni de allá, solo del Valle de los Chillos.

Natalia García y Paulina Briones (en ese orden en las fotos bajo estas líneas) se pronunciaron sobre las cualidades del proyecto y su presentación, destacando puntos como el nombre, el mensaje, la presentación del mural y su concepto; la utilidad de trabajar con herramientas tecnologías y la curiosidad que implica utilizar la Inteligencia Artificial, pero que, sin duda, como estudiantes de la maestría de Escritura Creativa se busca no solo lo manipulable en el tema de lo escrito, sino también dar un giro inesperado y salir de lo convencional mostrando la creatividad y las distintas formas del arte.

Texto: Allison Espinoza, estudiante de la Escuela de Literatura. Edición: Carmen Cortez/Dircom.

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