Rubén Castillo incentivó la creatividad de niños y niñas de la Escuela Cerro del Carmen con el taller “Animé-monos”

Con más de 25 años de trayectoria en el mundo de la animación, Rubén Castillo ha recorrido un camino que va desde los festivales internacionales de cine hasta las aulas de escuelas públicas, sin perder nunca de vista su compromiso con la difusión del arte animado. Su más reciente iniciativa, “Animé-monos”, lo llevó a compartir su conocimiento con estudiantes de quinto de básica en la Escuela Cerro del Carmen, en un taller que inició el jueves 17 de julio, en el aula 105 del MZ14 Centro de Producción e Innovación UArtes.

El taller constó en la programación de Inter[•]actos, los encuentros públicos de artes organizados por nuestra institución. Rubén Castillo es animador, ilustrador, director de arte y docente. A lo largo de su carrera ha participado en numerosos proyectos, entre los que destaca “Castillo y el Armado” (2014), un cortometraje estrenado mundialmente en la sección Orizzonti del 71º Festival de Cine de Venecia y que ha recibido más de 40 premios internacionales.

Entre 2017 y 2021, Rubén Castillo fue docente en la Universidad de las Artes de Guayaquil, y ha impartido talleres de animación para niñas y niños en Brasil, Uruguay y Ecuador. “Ya he trabajado con niños y esta actividad me gusta mucho realizarla con los más jóvenes, porque es un trabajo sencillo y muy gratificante”, comenta con entusiasmo.

En el taller “Animé-monos”, propuesto para Inter[•]actos, guio a niñas y niños de entre 10 y 12 años a través de una experiencia de animación dividida en dos secciones. En la primera, trabajaron con flipbooks, animando tres momentos de un objeto o personaje; para introducir conceptos básicos como la aceleración y la desaceleración, usaron el programa Monkey Jam y recibieron hojas con cintas marcadas para visualizar mejor el ritmo del movimiento. En la segunda sección, la técnica cambió: utilizaron plastilina para modelar personajes u objetos de su preferencia y animarlos cuadro a cuadro, descubriendo así la magia del stop motion.

“Animé-monos” no solo es una clase de animación, sino una ventana para imaginar otros mundos posibles, donde el arte se construye desde las manos pequeñas que dan vida al movimiento.

“La animación es mi vocación”

En diálogo con InfoUArtes, Rubén Castillo señaló que la animación es su vocación “y que los niños y niñas aprendan a animar de una forma lúdica y divertida me parece esencial”.

El taller lo propuso la carrera de Cine “y el principio del cine es la animación”, dijo Castillo, revelando que en Quito está siempre dando talleres a niños y niños, incluso con el Fondo Económico de Cultura, donde justamente iniciará uno el próximo 6 de agosto. 

“El trabajo es de ir descubriendo e incentivando a los pequeños para que descubran su parte creativa. Ellos ven un dibujo animado y vamos viendo luego otras técnicas con plastilina, recortes, collage y animación con personas, llamada pixilación (cinematográfica y propia de la animación, que permite grabar a actores y objetos reales fotograma a fotograma)”.

En la pizarra Castillo había dibujado un charquito de agua con un tiburón y animó a los niños y niñas a dejar volar su imaginación para despertar la fantasía. Esta es la base y después ellos hacen lo que quieran. Yo les explico y digo que jueguen.

Los resultados del taller, que concluyó ayer (viernes 18), estarán en un video que Rubén Castillo editará, con música y sonidos, y enviará a la Escuela Cerro del Carmen. Vale anotar que la Universidad de las Artes desarrolla en el plantel proyectos de vinculación con la comunidad. 

En el plano profesional, Rubén Castillo contó que está por estrenar un corto animado de 11 minutos, es autoral y se llama “Gurisito”, que quiere decir guambrita. 

Texto: Carmen Cortez/Dircom y Eleinn Rivera, estudiante de la Escuela de Literatura.

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