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UAPK viajó a Bucay para levantar información de comunidad Shuar; estudiantes narran la experiencia

Sábado 7 de mayo de 2022. El grupo técnico que conformamos catorce estudiantes y el docente Fernando Intriago, todos pertenecientes al proyecto UAPK, emprendimos un viaje hacia la comunidad Shuar de Bucay, traslado que tuvo dos horas de duración, aproximadamente. Las expectativas para la excursión eran altas, ya que estábamos por salir de la comodidad y monotonía de la ciudad para aprender lo que ofrecerían los paisajes, personajes y destino a conocer.

A pesar de ser un viaje estudiantil, se presentó la oportunidad de conectar con una comunidad diversa de manera genuina sin roles ni títulos, simplemente un cuaderno y una pluma. El objetivo era absorber y enriquecernos del conocimiento de cada detalle e información que se presentaran en el camino y el destino.

Al llegar a río Limón, en Bucay, donde está asentada la comunidad Shuar, establecimos el diálogo con el guía, el profesor de la escuelita local y los representantes de la Fundación Vueltas. Sirvió para conocernos, para hablar de formas de trabajo y animar a la creación de proyectos para la Unidad 2.

Al iniciar el recorrido hicimos dos equipos, a fin de lograr una mejor percepción de la zona. El lugar lo recorrimos con curiosidad, ansiedad y, sobre todo, respeto. Uno de los grupos lo dirigió Tito, quien es profesor de la escuelita y muy activo en el área de educación. El segundo estuvo a cargo del guía turístico de la comunidad.

Tito habló sobre las leyendas, las vivencias, las plantas medicinales, las costumbres y los rituales. Él nos presentó a Nunkui, la mamá de la comunidad, una mujer dulce y llena de vida a pesar de sus 82 años.

El guía tomó otro camino y explicó el origen del Shuar en la zona de río Limón. Luego nos dirigimos a un punto de encuentro a las orillas del río, donde pudimos descansar e intercambiar información. También aprovechamos para apoyar los emprendimientos locales y conectarnos aún más con la gente linda de la comunidad.

En un solo día logramos explorar la mitología Shuar, aquella que es muy amplia y se relaciona con su fauna y presente. Hubo una pregunta que causó un poco de estragos y fue si tenían algún documento que permitiera leer nuevamente las historias narradas, pero nos topamos con una enorme pared cuando la respuesta fue que todo el conocimiento impartido y compartido solo se hallaba en las personas que reproducían esos saberes en ese preciso momento. Esa ausencia de registro estremeció al equipo que, aun así, vio la luz al final del túnel, una oportunidad de regresar con más preguntas.

Pese a ese tropiezo logramos palpar un poco más el corazón de la comunidad Shuar. Fue gracias a Nunkui, quien tras ser presentada se sumó al recorrido. Ella señaló en varias ocasiones las propiedades que poseía cada planta hallada en el camino. Ya sea con anécdotas o cantos nos enseñó las tradiciones que conllevaban plantas medicinales e incluso mágicas. Que podían desde sazonar la más deliciosa comida hasta conseguirnos pareja si así lo deseábamos. Sin duda, ella fue una excelente brújula. El poco conocimiento de la legua impuesta por el colonizador no impidió que con su corporalidad y gestos nos llevara a entender la lengua Shuar. Gracias a este pequeño encuentro, el equipo de UAPK se llevó una de las experiencias más enriquecedoras, tal vez nunca antes vivida.

Hubo, finalmente, la presentación de dos jóvenes de la comunidad, quienes con un poco de nerviosismo nos mostraron una bella danza que relajaba hasta a la persona más tensa. Al finalizar la demostración se nos compartió una bebida a base de Guayusa, cuyo poder mágico era dotar de energía hasta al más desanimado. Y es así como se dio fin a esta corta aventura que, indudablemente, debemos repetir.

Esta salida de campo tuvo como objetivo levantar información, pero superó toda expectativa. La conexión del equipo con la comunidad fue única e inolvidable, dejando en claro que la información no viene de solo recolectar datos, tomar fotos o grabar sonidos, sino también de ser capaces de poder poner en palabras, cuentos, personajes y relatos todos los testimonios de esta comunidad.

Texto: Emilia González y María Ángela Hidalgo (Marita), estudiantes UArtes que integran el proyecto UAPK.
Fotos: Cortesía UAPK. En imágenes, los estudiantes UArtes con los miembros de la comunidad Shuar con quienes mantuvieron los diálogos y de quienes recibieron valiosa información de sus costumbres y tradiciones.

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