Lo organizó COOPI-Cooperazione Internazionale dentro del proyecto “Mejores condiciones de acceso a protección y seguridad para niños, niñas y adolescentes venezolanas/os y sus familias en tránsito y/o residiendo en Ecuador”.
En las instalaciones del patrimonial edificio El Telégrafo se viene desarrollando desde el 4 de octubre pasado un taller de teatro bajo la dirección de Malena Goya Herrera, quien en septiembre pasado sustentó su tesis y obtuvo la licenciatura en Creación Teatral, carrera de la Escuela de Artes Escénicas de la Universidad de las Artes.
El taller lo convocó COOPI-Cooperazione Internazionale, que mantiene vigente un convenio con el estado ecuatoriano y ejecuta el proyecto “Mejores condiciones de acceso a protección y seguridad para niños, niñas y adolescentes venezolanas/os y sus familias en tránsito y/o residiendo en Ecuador”. El objetivo es brindarles asistencia legal y acompañamiento durante su permanencia o tránsito por nuestro territorio; la atención a sus necesidades de regularización, asilo o refugio, así como protección especial e internacional, se basan en las directrices de las Naciones Unidas para el cuidado alternativo. Se ejecuta en Guayas, Manabí, Carchi, Sucumbíos y El Oro, señala Adrián Cedeño Olvera, técnico de Acompañamiento en esta provincia de la organización.
Como parte de sus actividades, la representación de COOPI en Guayas se propuso formar un grupo teatral, entonces surgió la iniciativa de un taller, programando incluso que los resultados del proceso sean vistos en las presentaciones que se realizarán el 9, 10 y 11 de noviembre próximo, en el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC).
Malena Goya explica que el taller que dirige se enmarca en el teatro foro, que es una de las posibilidades del teatro del oprimido, el cual invita a los espectadores a ser parte activa de la puesta en escena tomando el rol de alguno de los personajes para proponer nuevas formas de actuar ante los conflictos que se plantean en la obra (de ahí surge el término espectActor).
Explica que el teatro del oprimido es una propuesta del brasileño Augusto Boal, quien toma como base la Pedagogía del Oprimido, de Paulo Freire. “Este tipo de teatro busca ser un espacio que dé voz a los oprimidos –en sus inicios estuvo vinculado a las luchas de los obreros– y exponga las problemáticas sociales y los abusos de poder. Boal propone algunas técnicas que propicien la participación del público en la resolución de los conflictos que se plantean, para ello se usa el teatro imagen, teatro invisible y teatro foro”.
En el taller que dicta, Malena Goya realiza una exploración de juegos teatrales y dialoga sobre los temas sociales que convocan a los adolescentes para la creación colectiva de una obra de teatro foro. “Algunos de los temas que se han manifestado son el bullying, el acoso, el abuso de las autoridades, la discriminación, la xenofobia, la migración, etc.”. Participan 21 adolescentes, cuyas edades fluctúan entre los 12 y 18 años; dieciocho de ellos son de nacionalidad venezolana.
La obra del teatro foro a presentar plantea conflictos sociales que atraviesan e interesan a los adolescentes. “Ellos han propuesto los temas y a partir de improvisaciones de imágenes y escenas se ha ido construyendo la obra. El proceso ha sido, sobre todo –parafraseando a una de las participantes–, reconocer aquellas situaciones que les oprimen y que tal vez en su momento no supieron denunciar y encontrarles ahora un lugar dentro de la escena”.
Al preguntarle sobre la experiencia como tallerista, Malena Goya indica tener muchos aprendizajes significativos. “Empezamos con una primera etapa para conocernos y crear un espacio de confianza antes de abordar las improvisaciones y la creación. El grupo siempre se mostró muy dispuesto y propositivo, fue un espacio lúdico para encontrarnos a través del juego, la risa y la activación del cuerpo”.
Luego empezaron a sumergirnos en las improvisaciones, añade. “Pedí que escribieran en papeles anónimos algunos temas que quisiesen abordar y luego en grupos, aleatoriamente, seleccionamos algunos y empezamos a improvisar imágenes/fotografías que, a su vez, eran comentadas por quienes hacíamos de público. Son ejercicios que nos ayudan a entrenar la observación y despiertan también reflexiones sobre lo que observamos”.
Posteriormente, iniciaron en grupos las improvisaciones con temas libres. “En esta etapa pudimos encontrar que muchos habían pasado por situaciones similares, reconocimos conflictos que tenían en común y muchos se relacionan con la xenofobia y el rechazo en el colegio. Circunstancias que van desde que ‘las niñas no pueden jugar fútbol’, ‘los venezolanos deberían regresarse a su país porque son delincuentes’ y escalan incluso al acoso y la agresión física”.
Han sido las improvisaciones y reflexiones posteriores las que le permitieron a Malena Goya acercarse a ellos desde un lugar más sensible, “pues yo soy completamente ajena a ese contexto, nunca he migrado ni he sido víctima de xenofobia, por ejemplo. Hemos encontrado un espacio de confianza donde nos hemos mostrado vulnerables y hemos compartido experiencias varias. Entre los temas que más me han tocado, ha estado la migración y las peripecias por las que tuvieron que atravesar para llegar a Ecuador con sus familias –hay quienes caminaron durante 15 días, quienes durmieron al pie de la carretera, atravesaron ríos, fueron amenazados, etc.–; creo que son historias que parecen ajenas a nosotros y escucharlas en la voz de adolescentes, con toda la frustración y el dolor que eso implica, me hace acercar a esta realidad desde otros lugares”.
La hoy licenciada por la UArtes ya ha compartido talleres teatrales antes. “Este año, por ejemplo, en abril-mayo, realicé junto a dos compañeras artistas (Mary Pacheco y Adriana Arias) un taller de teatro del oprimido con Diálogo Diverso (organización que trabaja por los derechos de personas glbtiq+ y migrantes/refugiadxs). En este taller les participantes fueron personas de la comunidad glbtiq+ e hicimos dos piezas de teatro foro abordando situaciones reales en las que habían sido violentados. El público estuvo conformado por autoridades de diversas instituciones municipales/estatales, precisamente para acercarles a estas realidades e invitarles a crear y ensayar en escena nuevas posibilidades para afrontar estos temas”.
Considera que al final lo que hace el teatro “es acercarnos a la esencia de los demás, y cada taller es solo otra oportunidad para seguir re-conociéndonos”.
De su participación con COOPI-Cooperazione Internazionale, Malena Goya revela que uno de sus intereses es trabajar en pro de los Derechos Humanos y cada vez se acerca más a ese fin. “Poder conjugarlo con el teatro parece ser mi norte ahora. Creo que el teatro –y específicamente las técnicas del teatro del oprimido– es también una herramienta pedagógica que abre espacios de encuentro y reflexión, y re-pensarnos siempre implica la posibilidad de transformar el mundo que habitamos y hacerlo más justo para todes”.
(Link de la modalidad Teatro Foro de “La Rueda Teatro Social” – YouTube)
Fotos: Cortesía Adrián Cedeño Olvera, técnico de Acompañamiento en Guayas de COOPI-Cooperazione Internazionale.