Hallaron mucho potencial creativo, ánimo y entusiasmo. Diego Pérez Osorno, Juan David Aranzazu y Carolina Naranjo Rojo, integrantes del colectivo colombiano Ecos Arte y Tecnología, lo dijeron previo a la presentación de los proyectos trabajados durante la residencia desarrollada en el Centro de Producción e Innovación MZ14 de la Universidad de las Artes del 22 al 29 de junio, dando lugar a charlas, laboratorios y muestras enfocados en la aproximación conceptual y realización del video inmersivo 360° y dirigidos a artistas, comunidad universitaria y público en general.
La muestra de resultados se registró al cierre de la residencia. Respecto a los proyectos presentados, Pérez contó que uno de ellos buscaba la memoria a través de las edificaciones patrimoniales de la universidad y de cómo estas, que se aprecian estáticas, están cargadas de memoria en sus paredes, formas y arquitecturas. Destacó también la motivación demostrada por los estudiantes, docentes y administrativos de la UArtes y público en general que se inscribieron con ellos para aprender de la tecnología que los llevó a explorar sus capacidades expresivas.
Videos y fotografías colgadas en las cuentas de Instagram del colectivo (@arte.ecos), del MZ14 (@mz14ec) y de la Universidad de las Artes (@uartesec) dan cuenta de lo realizado. “Trajeron a la vida los archivos del periódico El Telégrafo, pensaron momentos históricos y dieron una nueva mirada a los edificios patrimoniales de la UArtes”, se lee en uno de los post, mientras que el grupo anotó: Estamos muy contentos de las diferentes miradas sobre los archivos. Son 6 proyectos que ponen en escena la creatividad en 360.
A la muestra se la denominó Reescrituras inmersivas y se la señaló como una exhibición de proyectos del laboratorio 360 con material de archivo. En el Instagram, Ecos Arte y Tecnología dio los nombres de quienes concibieron los proyectos y de cómo los titularon: Paulina Romero y Génesis Santillán propusieron “Las modas del Telégrafo”, Cynthia Macías, una “Oda al Telégrafo”; Lupita, “Soy Volcán”; Aurora Zanabria, “A dólar”; Nataly Maldonado y Jonás Maldonado, “Buenos días señor oficial”; y, Ángel Murillo.
Cabe anotar, que esa no fue la única exhibición de proyectos. Hubo una, los días 24 y 25 de junio, de realidad virtual y aumentada denominada Páramo Ar, en el Fab.Lab. Del MZ14, que invitó al espectador a sumergirse en las experiencias artísticas del colectivo para escuchar los cantos de las ballenas jorobadas, seguir la danza del ciclo del agua y descubrir la magia de los frailejones.
El mismo 24 se invitó también a disfrutar de otras dos exhibiciones de realidad virtual y aumentada, desarrolladas en el Fab.Lab. del MZ14. Latidos Marinos, concebida para recrear y representar el universo de la ballena jorobada, partiendo de la sensibilización en torno al latido de su corazón y a sus cantos, y Fluir, instalación dispuesta para seducir desde la niebla que cubre los páramos, adentrando al público en el mundo microscópico para maravillarlo con toda la vida que puede tener una sola gota de aguas. En ambas, el uso de gafas de realidad virtual fue necesario, a fin de que el público pudiera sumergirse en un video de 360°. Intervino la bailarina profesional Cinthya Florez R.
Los días 23 y 25 se desarrollaron, en cambio y en ese orden, la charla de “Introducción al metaverso”, propuesta para descubrir qué es, para qué podría servir y cómo podría transformar vidas. En contexto, el colectivo señaló que “las industrias 4.0, proponen innovadores desarrollos tecnológicos como realidad virtual y aumentada, inteligencia artificial, blockchain y web 3.0, mismas que suponen un gran cambio en las formas bajo las cuales habitamos y relacionamos con el mundo. También el “Laboratorio de creación de juguetes ópticos sobre relatos de agua”, con historias y relatos orales que explican el origen de la vida en el mundo.
“La naturaleza misma nos hace un llamado a conservarla para mantener la vida en el planeta, por esta razón, queremos realizar un viaje a las profundidades a partir de los relatos de agua como una forma de cautivar la atención de niñas y niños y reflexionar en torno a la importancia de su cuidado”, detalló Ecos, Arte y Tecnología respecto al laboratorio, señalando la intención de aprovechar nuevos formatos de narración audiovisual experimental y la creación de juguetes precinemáticos para motivar el interés por la lectura de textos y otros contenidos a los que están (ellos) expuestos en su vida cotidiana.
Todo se suscitó como se había planteado y más, coincidieron Pérez, Aranzazu y Naranjo. Añadieron que para la residencia y las actividades programadas trajeron todo lo que habían podido construir en cuatro años.
Pérez, quien es comunicador audiovisual y multimedia de la Universidad de Antioquia, agregó que hacen video en contenido 360, así como aplicaciones interactivas para móviles y todo lo que tiene que ver con el uso de las tecnologías (en su caso inmersivas), con el propósito de contar historias y experimentar con una visión más artística la ciencia, al ser humano, a la cultura y la educación.
“El arte inmersivo dentro del concepto que manejamos involucra a la tecnología como la capacidad de acceder a otros espacios, mundos y experiencias visuales y sonoras que me dan la sensación de que estoy inmerso en otro lugar y que me puedo sumergir en el canto de las ballenas jorobadas, en la danza que recorre el agua alrededor de todo su ciclo –la propuesta de Fluir–; arte inmersivo como ese arte participativo que me rodea completamente y que me implica una actitud participativa frente a esta experiencia”.
La tecnología es una forma de traer el arte a la casa o, en el caso de tiempos de pandemia, una forma de acceder a eso que nos mueve con lo que hay en el hogar, como una pantalla. “Hablando de la inmersión, en algún momento, si vas a una iglesia estás viendo un espacio muy artístico y contemplativo, que ahora lo podemos ver desde nuestras casas. Incluso hay imágenes 360 que uno puede recorrer con el computador”, expresó Aranzazu, quien es ingeniero en diseño de entretenimiento digital y puso como ejemplo que su mamá ya conocía Francia porque se puso a recorrer con el google maps sus calles y ciudades.
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www.ecosarteytecnologia.co y www.instagram.com/arte.ecos/