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Movimiento y bienestar, claves del taller dirigido a administrativos y diseñado por estudiantes de Danza

Los estudiantes de octavo semestre de la carrera de Danza Andrea Suárez, Samantha Aguilar y Kevin Santos son quienes, dirigidos por las docentes Sofía Mera y Lorena Delgado, hicieron realidad un pedido de funcionarias administrativas de la Universidad de las Artes: recibir alguna capacitación que les permitiera ejercitarse. Es así como surgió el Taller Movimiento y Bienestar que en este mes ha tenido ya sus primeras sesiones. Que está dirigido al personal administrativo, se señaló vía correo interno, indicándose, además, que estaba enfocado en la reducción del estrés.

La docente Sofía Mera explicó que, efectivamente, junto a Delgado coordinó la actividad, pero el diseño del taller lo realizaron sus alumnos. Se dio en el marco práctico de enseñanza del itinerario de Pedagogía, que se da en los últimos semestres de la carrera de Danza. Fue concebido pensando en el personal administrativo y muchas veces del docente que no realiza ejercicio, dijo e hizo referencia a otras dos actividades pedagógicas de la misma asignatura: un taller dirigido a escolares y otro, un estudio de danza contemporánea, dirigido alumnos.

Dos meses diseñando la propuesta

De la propuesta que desarrollaron, Kevin Santos destacó el propósito de promover la disminución del estrés y mejorar el clima laboral a través de la danza. “Propiciamos el movimiento consciente ligado al bienestar para liberar tensiones y crear vínculos, estimulando la creatividad para generar un lenguaje corporal y se apropien del mismo”, sostuvo y detalló que dos meses les tomó diseñar el taller, que en su planificación se trabaja de manera consiente y creativa el movimiento para disminuir el estrés, crear frases sencillas que los participantes pueden usar en sus pausas activas y crear así una estructura que los aleje del sedentarismo.

Andrea Suárez ponderó que la propuesta haya surgido del personal administrativo. Le resultó interesante ese llamado a integrarse dentro de las actividades que puede ofrecer la universidad. Dijo que enfocaron el taller para que cada persona encuentre su movilidad a partir de consignas que ellos dan, con el fin de que liberen el estrés, se muevan y disfruten el moverse. Que desde antes del taller se haya respondido una encuesta, que tuvo alta receptividad, puso en evidencia que hay algo que necesita ser atendido, agregó.

“Abre la posibilidad de seguir trabajando con los administrativos y vincular a los docentes”, refirió Suárez, destacando la energía y disposición de cada persona en participar. “La curiosidad de explorar su propio cuerpo y ser consciente de su respiración dentro del cotidiano, hubo empoderamiento hacia el tiempo libre de cada uno”. 

Samantha Aguilar igualmente resaltó que el taller surgiera de la necesidad de quienes desarrollan un trabajo sedentario, en el que usualmente no activan su cuerpo durante largo tiempo. “Tomamos en cuenta a la comunidad administrativa de la UArtes para integrarlos a nuestras actividades y transmitir herramientas que aporten a su activación corporal. (…) El nombre nace de lo que queremos impartir, movimientos que generen la liberación de tensiones, la consciencia de actividades que hacemos diariamente. Salir de un espacio diario para convivir y liberar la mente”.

La experiencia de tres participantes

María Fernanda Loor, de la Dirección de Planificación de Proyectos, participó en la primera sesión del taller. Justamente fue ella quien junto a Sara Tobar, coordinadora de Planificación y Gestión Estratégica, solicitaron recibir ese intercambio de saberes. Reconoció que la falta de movilidad y de ejercicio durante ocho horas de trabajo lleva a olvidar incluso algo tan elemental como respirar correctamente.

“Un ejercicio con un globo nos ayudó a ver cómo respiramos y lo importante que es para nuestras vidas hacerlo de manera correcta”, expresó Loor, recordando la necesidad de darse pequeños momentos para conectarse con uno mismo, con el cuerpo y el espacio. Durante la sesión del taller consiguió desestresarse, relajarse y habitar el espacio. Se manifestó orgullosa de que sean los mismos estudiantes quienes impartan las clases evidenciando en su desempeño la formación y los conocimientos recibidos.  

También del área administrativa, Cecibel Cortez, de la Dirección de Vinculación con la Sociedad, contó que en los ejercicios de respiración y de relajación aprendieron a estar conscientes del propio organismo, de los efectos de la respiración en el cuerpo y del movimiento. “También hicimos ejercicios en pareja, donde cada uno pudo percibir los efectos de la respiración en el compañero. El compartir y el movernos nos dio una sensación de libertad y de sensibilizarnos con el otro”, añadió y señaló a la propuesta como altamente beneficiosa para quienes hacen trabajo de escritorio. “Activa el cuerpo y lo relaja. Además, los instructores dan pautas o pequeñas tareas para trabajar en casa o durante el trabajo”.

Paola Macías, de la Dirección Administrativa, señaló como acertada la interacción que están realizando los estudiantes con los administrativos. La consideró de gran ayuda a la gestión que se efectúa. “Fue bueno hacer una pausa a las actividades y centrarnos en lo que nos enseñaban, que es muy importante cuidar de la respiración, de los movimientos corporales, de conocer las funcionalidades de nuestro cuerpo y eso hicimos, prácticas, también en pareja, lo cual nos ayudó a relacionarnos un poco más con las personas allí presentes”.

El taller concluirá el 11 de agosto. Se imparte los martes, de 07:00 a 08:00, en el aula 101 del edificio El Telégrafo; y jueves, de 14:00 a 15:00, en el Salón de Usos Múltiples del pabellón Araceli Gilbert.

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