Los 22 estudiantes que en el 2020 iniciaron en la Universidad de las Artes el programa de posgrados de Escritura Creativa se encuentran a un paso de concluir su preparación académica de cuarto nivel. Unos han sustentado ya su tesis y otros están a la espera de hacerlo. De esta última etapa, Carolina Ramos se convirtió, el pasado 19 de agosto, en la primera maestrante en defender su trabajo final.
A continuación, la hoy magíster en Escritura Creativa, mención Literatura, nos comparte en primera persona la experiencia académica, sus motivaciones para estudiar la maestría, los conocimientos adquiridos y los proyectos futuros:
“Aunque me gradué de una carrera de Ciencias de la Educación en la UCSG, siempre pensé que lo mío era la Literatura. De ahí que me hacía pasar por estudiante de Letras dentro de mi Facultad y compraba las copias que dejaban los profesores de taller de poesía. Quién me iba a decir a mí que alguno de esos maestros me daría clases en un par de años. Todo era cuestión de tiempo, pero como es natural en estos casos, yo no debía saberlo.
A los dos años de obtener la licenciatura, tenía muchas ganas de ingresar a una Maestría de Escritura Creativa, pero solo encontré opciones fuera del país que se escapaban de mi presupuesto. De hecho, estaba a punto de darme por vencida, cuando un amigo me comentó que en la Universidad de las Artes se abriría una. De inmediato busqué información sobre los profesores que ofrecía el programa, la malla curricular y supe que no debía desaprovecharla. Tan convencida como estaba de que ese era mi lugar, me arriesgué a dar un examen de suficiencia de inglés de Cambridge a lo loco, con tal de conseguir el certificado que me pedían entre los requisitos de ingreso. Para la carta de recomendación solo pude contactar a un viejo amigo que ya ni vivía en el país, pero las cosas se dieron, y a pesar de la diferencia de horario y la distancia, me recomendó. En febrero del 2020 recibí mi carta de admisión.
Cuando todo parecía suceder sin mayor contratiempo, al mundo lo sorprendió una pandemia. El miedo sumado a la sobrecarga laboral injusta, el descuento en los salarios, la muerte a la vuelta de la esquina; todo hacía ver la elección de estudiar en esos momentos tan críticos como una completa locura. No obstante, interactuar con mis compañeros y queridos profesores como Raúl Vallejo, Solange Rodríguez, Diego Falconí, Maritza Cino, Daniela Alcívar, Lucila Lema, María Auxiliadora Balladares, Jorge Izquierdo y Cristian Cortez a través de las pantallitas me hizo olvidar, aunque sea dos horas diarias, lo terrible que se vivió fuera de Zoom. Ni se diga lo importante que fue compartir unas pocas, aunque contundentes clases presenciales, con los maestros del último semestre.
Por otro lado, confieso que la maestría me permitió conocer otras posibilidades de escritura, tanto así que yo entré confiada de que sustentaría un poemario sobre sueños como trabajo de titulación; pero terminé escribiendo un conjunto de microrrelatos sobre el duelo y sus rituales, influenciado, en gran parte, por la muerte de mi abuelo y otras pérdidas personales. Ni se hable de las ganas con las que salgo de escribir un diario o una autoetnografía.
Por último, siento que estudiar una maestría como esta reafirmó mi deseo de seguir escribiendo, además de que me preparó para hacerlo aún en medio de un apocalipsis, porque si algo no se me olvida de todo este aprendizaje es que siempre se escribe en condiciones precarias, siempre cuando todo parece imposible”.
Cabe indicar que Carolina Ramos y sus compañeros integran la primera cohorte de la maestría de Escritura Creativa, la quinta de los seis programas de posgrados de la oferta académica de la UArtes. Los otros son Artes Visuales y Nuevos Medios, Composición Musical y Artes Sonoras, Políticas Culturales y Gestión de las Artes, Fotografía y Sociedad en América Latina, y Cine Documental, que se encuentra en la fase de postulaciones.
En la imagen principal, Carolina Ramos (primera del extremo superior izquierdo) en la sustentación de tesis que hizo el pasado 19 de agosto. En las fotografías siguientes, la hoy magíster junto a sus compañeros en clases virtual y presencial.