La materia electiva de la Unidad Transversal “Debates sobre arte, feminismo y género” cerró el semestre 2022B con la presentación de cuatro proyectos creativos elaborados por estudiantes. La docente Libia Pérez, a cargo de uno de los paralelos de esta materia, acompañó el proceso de los estudiantes para que los proyectos finales no solo respondieran a los temas y objetivos planteados a lo largo del semestre, sino que también la forma de trabajar en equipo, a través de la cooperación, la escucha y el respeto mutuo, estuvieran en el centro.
Uno de los grandes debates que atraviesa la materia es la eterna pregunta de qué hace que una obra de arte sea considerada feminista. No existe una única respuesta correcta, pero estamos seguras de que el cambio debe ser estructural. Si el patriarcado nos quiere solas, competitivas y melancólicas, la resistencia será desde la sororidad, las alianzas y la alegría… en la vida y, por supuesto, en el arte.
En función de sus intereses y afinidades previas, el paralelo se dividió en cuatro equipos de trabajo. Uno de ellos llevó a cabo una performance en el espacio público a la que decidieron llamar “Body Scars”. En medio de la calle colocaron dos torsos masculinos de cartón, una mesa con pinturas, bates de béisbol y un cartel que incitaba a “golpear a tu agresor”. En palabras de los estudiantes a cargo, “las personas podían hacerle al maniquí cosas como golpearlo, rayarlo, romperlo, etcétera, y así canalizar su energía hacia ese maniquí desahogándose y liberándose de alguna manera”.
El objetivo inicial era la creación de un lugar seguro para que las mujeres víctimas de violencia machista pudieran descargar su rabia, sin embargo, la propuesta fue acogida tanto por mujeres como por hombres y cada persona que agarró el bate y golpeó al maniquí lo hizo con una motivación diferente, lo cual provocó un interesante debate sobre los usos de la violencia y la imperiosa necesidad compartida de “romperlo todo”.
Desde el mismo tema de la violencia y el desahogo, pero con un lenguaje totalmente diferente, otro de los grupos creó un proyecto llamado “Dedicada a mi agresor”. Con un estilo naif y aparentemente sinflictivo construyeron un buzón para recolectar cartas anónimas de la comunidad universitaria encabezadas con la frase “querido agresor”.
Recibieron muchas más cartas de las que esperaban y están publicándolas poco a poco en la cuenta de Instagram @dedicadaamiagresor. El grupo de estudiantes responsable del buzón asegura que “el proyecto continuará en pie tratando de que más víctimas alcen la voz y no se queden calladas, recuerden siempre ¡no están solxs!”
Alzar la voz, precisamente, fue el motor creativo del tercer grupo de estudiantes. El proyecto se llama “Útero enojado” y parte de la reflexión en torno a la histeria, esa enfermedad femenina, relacionada directamente con el útero (hister en griego es útero), inventada por el patriarcado y que tanto daño ha hecho y sigue haciendo a las mujeres. Desde la idea de la loca, la exagerada, la intensa, la tóxica…la histérica, crearon una serie de podcasts donde expresar su sentir desde un lenguaje poético.
“Útero enojado trata de las emociones vistas como en cada fase del duelo, se expresan los sentimientos vividos de una mujer ante el machismo del día a día. Se quiere empatizar con la mujer y buscamos crear consciencia al hombre dando a conocer que los sentimientos de una mujer no se deben invisibilizar.” El resultado final puede escucharse aquí: https://open.spotify.com/show/4N4rzgw58knf8847DN6PhK
Finalmente, el cuarto grupo de estudiantes realizó un proyecto de paste up bajo el nombre de “VULVAMÁGICA”. Las motivaciones que dieron inicio a este proyecto estaban muy claras: criticar los cánones de belleza que la sociedad impone sobre nuestras cuerpas en general y nuestras vulvas en particular. Sin embargo, las reacciones de la comunidad fueron sorprendentemente hostiles, por lo que las mismas estudiantes han decidido continuar con la propuesta.
“Este proyecto se basa en visibilizar la imagen de una vulva con pronunciado vello púbico añadiendo la aplicación de técnicas como el Pop Art. Los stickers fueron pegados a modo de toma de los espacios públicos, tanto universitario como fuera de éste. Debido a diversas reacciones que fomentaban el repudio hacia este proyecto, nos dimos cuenta de que el problema no es el sticker, sino su contenido. VULVAMÁGICA seguirá tomando los diversos espacios públicos para que las personas observen y se deleiten con el arte de conocer la magia de una vulva peluda y natural”.
Texto y fotos: Libia Pérez, docente de la Unidad Transveral de la UArtes.
