Solo se trató de una muestra, de una improvisación con dirección gestual y códigos creados con los/las estudiantes, manifestó Antonio Cepeda, docente de la Escuela de Artes Sonoras de la UArtes, cuando este martes 1 de agosto presentó al ensamble que cerró el acto inaugural del encuentro artístico y simposio Internacional “Localidad y Tecnodiversidad: Hacia territorios artística y ecológicamente inteligentes”.
Aunque solo se trató de una muestra, los integrantes del ensamble y sus instrumentos de percusión, guitarras y teclados pusieron a bailar a quienes acudieron a la inauguración del encuentro organizado por la Universidad de las Artes a través de la Dirección de Políticas de Investigación, con el apoyo de un consorcio de once instituciones de cinco países: Francia, Irlanda, Polonia, EEUU y Ecuador, asociados al proyecto internacional NEST.
Cabe anotar que, el método de dirección gestual ha sido aplicado en el proyecto de Vinculación con la Sociedad “Barrio Acogiente: estrategias de educación no formal para la reducción de la xenofobia” de la UArtes, en el que junto a Cepeda intervienen los docentes Janina Suárez, Jorge Tigrero y Gioconda Coello, su actual directora.
“Barrio Acogiente” se encuentra en su último año como proyecto aprobado, anota Coello y detalla que al momento funcionan dos programas enfocados al ejercicio de derechos al bienestar y la educación a través de talleres de artes interdisciplinares que engloban expresión corporal, pintura y música.
Uno de los programas está a cargo de Jorge Tigrero, quien trabaja con la Fundación Sin Límites en Juan Montalvo. En el otro, Coello trabaja junto con Cepeda y Suárez en el Centro Diurno de Desarrollo Integral para Personas con Discapacidad. Allí es donde se realizan prácticas lúdico-artísticas para la inclusión social.
En un texto que Janina Suárez, docente y jefa de Prácticas PreProfesionales, compartió con InfoUArtes, se indica que el Ensamble Lúdico Experimental es una asignatura de las carreras de Artes Musicales y de Producción Musical de la Escuela de Artes Sonoras. Está orientada hacia la interdisciplinariedad, por la que transitan estudiantes de todas las carreras de la Universidad de las Artes.
El funcionamiento del ensamble, se lee en el artículo, ocurre a través de un juego de improvisación para llegar a una creación colectiva. En dicho juego se gesta una serie de comandos gestuales que sirven para guiar la improvisación individual y grupal del ensamble. El rol de la dirección es intercambiable entre los y las integrantes, quienes interpretan composiciones semiestructuradas e improvisaciones libres con la finalidad de fomentar las capacidades creativas que conjugan la teoría y la praxis aprendida en el aula.