De las cuatro categorías que tuvo la 1era Edición del Festival Internacional de Cine de Santa Elena (FICSE), organizada por el Colectivo de Productores Audiovisuales Peninsulares (CPAP), todas fueron conquistadas por graduados y estudiantes de la Universidad de las Artes. La cita se cumplió del 14 al 17 de agosto en el Teatro Carlos Rubira Infante de la ciudad de la Costa ecuatoriana; junto con la proyección de los cortos en competencia hubo cine foro, talleres y charlas.
En la categoría Mirada Peninsular, el premio fue para el cortometraje “Asca”, dirigido por Katherine Noguera de la UArtes. En la categoría Historias Costeras, la producción ganadora fue “Río Perdido”, dirigida por Mayra Pluas de la UArtes. En la categoría Mirada Nacional, el reconocimiento se dividió entre los cortometrajes “Sombras Envolventes”, de Michael Lojano, graduado UArtes, y “Entrañas”, de Mayky Alvarado de la UDLA. En el apartado internacional ganó “El sueño de la actriz”, de la directora uruguaya Clara Castagno, y en este rubro el Premio Voto del Público lo obtuvo “Arutam”, dirigido por Jonathan Carchi de la UArtes.
InfoUArtes dialogó con Joselyne Merchán, miembro del Colectivo de Productores Audiovisuales Peninsulares (CPAP), para conocer del desarrollo del certamen de cine internacional y sus procesos. Ella obtuvo su licenciatura en Cine en la UArtes, al igual que varios de los otros integrantes del CPAP. Señala que, justamente, por haber estudiado la carrera es que quisieron juntarse para sacar adelante la cinematografía en Santa Elena, cantón situado en la provincia del mismo nombre.
Ellos comparten la experiencia de participar
Consultados por InfoUArtes, los ganadores UArtes de las categorías mencionadas comparten la experiencia de participar en la primera edición del FICSE. Mayra Plúas anotó que haber tomado parte fue memorable y la llena de satisfacción la mención obtenida. Su cortodocumental “Río Perdido” aborda la historia de un río que ha perdido su importancia en la comunidad de San Pablo, Guayas. “Envié mi proyecto tras enterarme por un amigo del certamen y fue seleccionado entre más de 150 trabajos. La proyección y clausura fueron momentos emocionantes, y ganar la mención en la categoría Historias Costeras fue impactante y me alienta a seguir en mi carrera cinematográfica y a participar en más festivales”.
Katherine Noguera, quien sobresalió con “Asca” en Mirada Peninsular, expresó que los festivales de cine “son oportunidades valiosas para presentar nuestras obras y promover diversas perspectivas cinematográficas. Agradezco a FICSE por su labor a favor de las artes cinematográficas y por esta oportunidad”.
Contó que en “Asca” se marcó como propósito mostrar la realidad de los funcionarios públicos que ofrecen cambios y obras que nunca llegan, alejados de las necesidades de la gente. La historia se centra en la comunidad rural de San José, donde la política se basa en la administración comunal interna. “Elegí el género experimental para explorar nuevas formas narrativas y visuales y expresar emociones y conceptos. Estoy feliz por la visibilidad de mi trabajo y agradecida por el jurado y el público”.
Con otras intervenciones en festivales nacionales e internacionales, donde “Sombras Envolventes” también ha ganado reconocimientos, Michael Lojano denominó como gratificante su reciente experiencia en el FICSE. “Me alegra ver cómo un cortometraje que nació en la Escuela de Cine, durante la materia de Desarrollo de Proyectos, ha sido proyectado en varios lugares del Ecuador”.
Adelantó Lojano que su producción se mostrará en el Festival Internacional de Artes Vivas Loja en noviembre próximo y que formará parte de una muestra en la Sala de Cine del MZ14. “Estoy satisfecho de que siga siendo vista tras su estreno en 2019 y de que continúe generando diálogo con nuevas generaciones y el público. Ganar en la categoría Mirada Nacional fue una sorpresa, especialmente al competir con otros cortos con temáticas más intensas”.
Del reconocimiento que le otorgó el público por “Arutam”, su director, Jonathan Carchi, se manifestó satisfecho. Competir con cortometrajes internacionales resalta el impacto de su propuesta los espectadores, ya que, como producción nacional, conecta con la audiencia de manera cercana y evoca recuerdos. “Lograr concienciar sobre la Amazonía a través de mi película es gratificante como cineasta. Estoy agradecido con los organizadores, amigos, colegas y todas las personas con las que pude compartir sobre cine y la vida misma. Sigamos expandiendo las posibilidades del cine vanguardista”.
El certamen, los organizadores y el resultado
Sobre FICSE, vale recordar que el proyecto nació como una idea en febrero pasado y logró materializarse gracias al esfuerzo conjunto de los integrantes del CPAP. Se unieron con entusiasmo con el propósito de impulsar la producción cinematográfica a nivel local y en primera instancia se plantearon realizar un festival nacional, pero se convirtió en internacional con todos los desafíos que ello implica. Con Joselyn Merchán lo integran, entre otros, Eduardo Valiente, Gabriela Borbor y Sandra Figueroa (UArtes) y Braulio González (INCINE).
La inauguración del certamen marcó el comienzo de una experiencia única, indicó Merchán. Unas cien personas se reunieron para celebrar la primera cita del también primer Festival Internacional de Cine en Santa Elena. Entre ellos, estudiantes de Comunicación Social de la UPSE (Universidad Estatal Península de Santa Elena) y amantes del cine. A pesar de los contratiempos, la asistencia fue satisfactoria y el entusiasmo del público palpable, dijo.
Indicó que los talleres dirigidos por Cintia Velasco y Andrés Crespo agregaron un componente educativo valioso al festival; estos fueron junto al cine foro parte de las varias actividades programadas. La participación fue sólida, con alrededor de cien personas en el taller presencial y más de sesenta inscritos para el taller virtual. Durante las proyecciones, aunque el público no fue abrumador, la constancia de unas veinte personas que asistieron a todas las funciones fue destacable. Esto demostró un genuino interés por el cine y el evento, recalcó Merchán.
El apoyo no solo vino del público, agregó, sino también de los medios de comunicación y diversas organizaciones. La productora RFC brindó un desinteresado respaldo para transmitir en vivo la inauguración y la clausura. Además, el hotel Ensenada y la Casa de la Cultura Núcleo de Santa Elena también se sumaron a la causa, proporcionando hospedaje y aval, respectivamente, para los invitados.
La interacción con el público fue uno de los aspectos más enriquecedores del festival. Los foros después de las proyecciones permitieron compartir impresiones y reflexiones. Incluso los directores invitados se sumaron a la conversación, brindando una visión más profunda de los procesos creativos y tiempo de producción; también respondieron inquietudes del público.
Pese a los retos de financiación, el festival cumplió con su objetivo. Dejó una marca en Santa Elena y sembró su semilla de interés por el cine local, ecuatoriano y peninsular. El colectivo, ahora compuesto por ocho personas, tiene planes ambiciosos para el futuro. Ciclos y muestras de cine peninsular, y la búsqueda de apoyo gubernamental para solventar costos son algunas de las metas en mente.
El festival concluyó con éxito, habiendo superado expectativas y dejado un impacto en la comunidad. La pasión por el cine y el deseo de cultivar el arte cinematográfico en la provincia de Santa Elena continúan siendo el motor que impulsa a este colectivo a seguir adelante para que en futuros proyectos estos trabajos puedan ser monetizados, expresó Merchán.
Fotos: Cortesía FICSE
Texto: Eleinn Ewmanothva Rivera Solís, estudiante de Literatura./Edición: Carmen Cortez