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El rector William Herrera señala a la UArtes como conquista social y proyecto de transformación social

“Esta sesión no representa tanto una celebración, sino más bien un acto de reconocimiento”, indicó el doctor William Herrera en su intervención en el acto solemne por los 10 años de creación de la Universidad de las Artes, registrado el jueves 7 de diciembre en el Pasaje Illingworth. Allí, como lo anticipaba el rector, se reconoció a todas las personas que han aportado con su compromiso, trabajo, ideas e ilusiones, a la construcción de un proyecto al que conocemos hoy como la Universidad de las Artes del Ecuador.

Es por esta misma razón que decidimos hacer la sesión solemne aquí donde la Universidad dio sus primeros pasos, primero en 2014 como una gerencia de proyecto con un programa de nivelación en curso, y después –en 2015– ya como institución de educación superior, bajo la figura de una Comisión Gestora durante su etapa de institucionalización.

Desde entonces, expresó Herrera, la universidad ha cambiado y crecido en su oferta académica de grado y posgrado, con ocho –pronto nueve– licenciaturas y ocho maestrías. “Ha crecido en su infraestructura, por medio de la rehabilitación de varios edificios patrimoniales en el centro de Guayaquil, ha crecido por medio de sus propuestas de investigación artística y vinculación con la sociedad y, sobre todo, ha crecido con respecto a su comunidad universitaria. Somos hoy una comunidad de 2200 personas, 3000 incluyendo a nuestras graduadas y graduados”.

Tres ideas que han marcado la ruta de la UArtes

Una comunidad de artistas, creadores, educadores y trabajadores, quienes nos hemos convocado para trabajar por un proyecto universitario atravesado por unas ideas muy sencillas en su formulación, pero radicales en cuanto a lo que significan para la sociedad y la posibilidad de un futuro distinto, refirió William Herrera y detalló tres ideas.

Como primera idea mencionó en creer en la educación pública como la vía fundamental para la transformación de las condiciones de vida de la población. Todo proyecto político de sociedad que no la considere como un eje prioritario de trabajo y de política pública estará condenado al fracaso. Es ahora, más que nunca, necesario un compromiso serio, firme y radical de las autoridades de gobierno, de las autoridades locales, para defender la educación pública.

“Sabemos bien, porque ya lo hemos vivido, como por ejemplo durante la pandemia, que, en contextos de crisis económica y de austeridad presupuestaria, donde siempre golpean es en educación, salud y cultura. Eso no puede seguir sucediendo. En la coyuntura actual, en nuestro país, golpeado por la pobreza, la violencia y el aumento de las desigualdades, quitarle presupuesto a las escuelas y universidades públicas, es quitarle sencillamente a la sociedad la posibilidad de plantearnos un futuro distinto, un futuro de paz y de bienestar”, dijo.

Como segunda idea anotó que las artes producen conocimiento, lo cual ha sido uno de los principales elementos de disputa. “No con respecto a los sectores artísticos, culturales, ni con respecto a décadas de procesos de formación artística donde esta idea es una obviedad. Ha sido un elemento de disputa con respecto y dentro del Sistema de Educación Superior. Desde 2018, el artículo 8 de la Ley Orgánica de Educación Superior dice claramente y reconoce a la cultura y las artes como productoras de conocimiento y generadoras de nuevas memorias.

El rector señaló que se haya expresado en la reforma de la LOES de 2018 fue una disputa y un proceso político. “Sin embargo, sabemos bien que no es suficiente que algo conste en una ley para que funcione en la realidad. Han sido así años de conversaciones, intercambios y agendas de trabajo con los Órganos Rectores del Sistema de Educación Superior para que esa idea se concretice y traduzca en mecanismos específicos de reconocimiento”.

Como ejemplo de lo expuesto, el rector UArtes se refirió al valor y aporte que tiene el artista por su trayectoria para el Sistema de Educación Superior, para que las producciones artísticas sean reconocidas como resultados de procesos de investigación… y, por lo tanto, sean reconocidas como una de las fuentes de información que alimentan las variables por medio de las cuales se decide la distribución de recursos para las universidades públicas.

Como tercera idea, William Herrera sostuvo que la UArtes es una conquista social y un proyecto de transformación social. La entendemos como parte de un proceso histórico de décadas, impulsado por artistas y formadores de artistas que han luchado por el desarrollo y reconocimiento de procesos de formación superior en artes. La Universidad de las Artes se alimenta e inscribe en esa historia, que es la historia, por ejemplo, del ITAE, aquí en Guayaquil, y que ha sido fundamental en el proceso constitutivo de la universidad por medio de la presencia de sus artistas-docentes, personal administrativo y estudiantes, quienes fueron parte de las primeras promociones de graduadas y graduados.

Es la historia también de procesos de formación superior en artes de facultades de arte del país, como de la Universidad Central, donde se formaron varias de las artistas docentes que hoy trabajan en la UArtes. También es la historia de procesos de educación no formal, de talleres de escritura, de grabado, laboratorios de teatro, etc. Podríamos incluso identificar cómo la universidad se inscribe también en la historia de los procesos de formación superior en artes de América Latina, en Cuba, en Colombia, lo que nos debería conducir siempre al fortalecimiento de las agendas internacionales de trabajo con nuestros países vecinos y en la región.

Además de estas historias, Herrera mencionó que el proyecto de Universidad de las Artes –así como UNAE, Ikiam y Yachay– toma fuerza en el contexto de una apuesta por reformar el Sistema de Educación Superior, transformar la matriz productiva del país y construir una economía y sociedad del conocimiento. Es solamente cuando tenemos en cuenta los distintos orígenes, procesos históricos y contextos múltiples de creación de la universidad que nos podemos hacer una idea de cómo puede ser, es y será un proyecto de transformación social.

Más que sesión solemne, un acto de reconocimiento

Las tres ideas: creer en la educación pública, las artes producen conocimiento y la Universidad de las Artes como conquista social y proyecto de transformación social, dijo William Herrera, han marcado la ruta de estos diez años y guían nuestra labor del día a día. El camino no ha sido fácil. Como toda institución, tenemos nuestros logros, debilidades, conflictos internos, “pero debo decirlo, porque he sido testigo de aquello, en los momentos más críticos, ha sido la comunidad universitaria la que se ha levantado y ha permitido que la universidad sea lo que es hoy, una universidad autónoma, regulada por el cogobierno, abierta a la innovación y a la experimentación pedagógica y artística”.

El rector concluyó su intervención reconociendo el trabajo de todas las personas que a lo largo de estos años han participado en la construcción de la Universidad de las Artes, empezando por las autoridades de los inicios: María Fernanda De Luca, como gerente del proyecto; Ramiro Noriega, como rector fundador; y María Paulina Soto, como rectora de la etapa final de institucionalización. “Mis compañeros vicerrectores, directores de escuela, jefes de área; mi reconocimiento a todo el personal académico que ha participado en la formulación, puesta en marcha, ejecución y reforma de las mallas curriculares, syllabus, proyectos de investigación, proyectos de vinculación, propuestas de titulación, etc; todo el personal administrativo y trabajadores, quienes han levantado normativas, procesos y lineamientos administrativos que han permitido que la universidad funcione como institución pública”.

También reconoció el rector a los compañeros de limpieza y seguridad por su labor cotidiana y su trabajo al servicio de la comunidad; a las organizaciones e instituciones con quienes la UArtes ha podido activar agendas de trabajo y proyectos de investigación y vinculación. “Sobre todo, mi reconocimiento al estudiantado, a cada estudiante que tomó la decisión valiente de estudiar una licenciatura en artes, muchas veces sin el apoyo de sus familias, y que son quienes llenan de energía y de creatividad cada pasillo, aula y laboratorio de la universidad. Mi reconocimiento para todas y todos ustedes”.

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